El potencial de la asociación nuclear entre Brasil y Argentina

Brasil y Argentina tienen el potencial para extender su alianza en energía nuclear, dijo Celso Cunha (en la foto), presidente de la asociación sectorial Abdan, en conversación con BNamericas.

Brasil podría exportar más combustible nuclear a Argentina, que depende de las importaciones. “Somos la séptima reserva mundial de uranio y apenas hemos explorado un tercio del territorio nacional. Las investigaciones indican que podríamos saltar a la tercera posición”, señaló Cunha.

Siempre que es posible, la estatal INB exporta combustible nuclear a Argentina, aunque Brasil aún no es autosuficiente.

Pero las exportaciones podrían ser más frecuentes, ya que está prevista la puesta en marcha de una segunda mina de uranio en Ceará, que se unirá a la que opera en Bahía. "Cuando ambas estén en plena producción, podremos alimentar las centrales nucleares de Angra 1, 2 y 3, y aún tendremos excedentes", aseguró Cunha.

El proceso de autorización medioambiental de la mina de Ceará está en marcha, y las operaciones podrían comenzar como muy pronto dos años después de que se conceda el permiso.

Mientras tanto, Argentina avanza con estudios sobre pequeños reactores nucleares modulares, que tienen menores costos y riesgos financieros y pueden brindar más flexibilidad al sistema eléctrico.

Estos reactores pueden, por ejemplo, equilibrar la entrada de fuentes eólicas y solares, que fluctúan en el sistema debido a la intermitencia, un tema delicado en Brasil, donde las energías renovables están creciendo rápidamente.

“Creo que la experiencia que están adquiriendo puede contribuir a Brasil, si no al desarrollo, al menos a la parte regulatoria”, según Cunha.

La administración de Luiz Inácio Lula da Silva busca fortalecer los lazos con Argentina, que fueron tensos durante la administración anterior de Jair Bolsonaro.

El primer viaje de Lula al exterior lo llevó a Argentina, donde discutió con su homólogo, Alberto Fernández, el financiamiento del banco de desarrollo BNDES para la segunda etapa de un ducto de gas natural desde la formación de esquisto argentina Vaca Muerta.

ANGRA 3

De acuerdo con Cunha, Angra 3 avanza, con la compra de casi todos los grandes equipos y la ejecución de contratos clave, como el montaje electromecánico. "La segunda etapa de la obra, cuyo costo ronda los 17.000 millones de reales [US$3.350 millones], depende de BNDES", explicó.

El plan energético a 10 años PDE 2031 de Brasil menciona el potencial para la construcción de una cuarta planta nuclear en la zona sureste. "Tenemos que esperar al PDE 2032 y al nuevo gobierno para avanzar en esta discusión. Todavía no sabemos el rumbo que se tomará", advirtió Cunha.