Bajo la lupa: desafíos y oportunidades del sector ferroviario brasileño

El segmento ferroviario de Brasil todavía ofrece grandes oportunidades, a pesar de sus problemas estructurales y las consecuencias de la pandemia.

El gobierno está llevando a cabo planes para facilitar la inversión privada en líneas que conectan a los principales estados productores de commodities.

“La agenda de concesiones y renovaciones de contratos comenzó a cobrar fuerza en 2020 y esto debería traducirse en mayor demanda de vagones y rieles a partir de 2022. Actualmente, la industria que atiende al sector aún opera con alto grado de capacidad ociosa”, dijo a BNamericas Vicente Abate, presidente de la asociación nacional de fabricantes de equipos ferroviarios, Abifer.

Las concesiones de los tres proyectos ferroviarios más grandes —FIOL, Ferrogrão y FICO— debieran generar inversiones combinadas de más de 25.000 millones de reales (US$4.600mn), lo que traerá consigo una expansión de 1.889km de las redes y la incorporación de 45.380 nuevos puestos de trabajo, según un estudio de la agencia estatal de planificación logística EPL.

El gobierno apuesta por estos proyectos para incrementar la participación del sector ferroviario en la matriz de transporte de carga.

Las carreteras dominan la matriz con un 67,6% de la carga movilizada, mientras que los ferrocarriles transportan el 21,5%.

"En Brasil, además de estos obstáculos inherentes al sector, aún tenemos una red ferroviaria desigual y discontinua, compuesta por tres anchos de vía diferentes, lo que dificulta la integración interregional", advierte EPL en un estudio.

"Entre países de tamaño similar, Brasil es el que menos utiliza el sistema ferroviario para transporte de carga, con porcentajes de utilización inferiores a los de Rusia, Canadá, Australia, Estados Unidos y China", agrega.

El proyecto más grande en la cartera es la concesión ferroviaria Ferrogrão, proyecto de 933km de extensión que generaría un gasto de capital de 21.500mn de reales, según EPL.

El ferrocarril conectará a Mato Grosso, estado productor de granos, con el puerto de Miritituba en la Amazonía, cruzando por el estado de Pará. El gobierno planea subastar este año la concesión válida por 69 años.

El proyecto es controvertido, ya que sus opositores, entre ellos algunos legisladores locales, hacen notar los problemas ambientales asociados.

Los otros dos proyectos se encuentran en etapas más avanzadas.

En abril, la minera Bahia Mineração se adjudicó la concesión a 35 años de un tramo de FIOL de 537km entre Caetite e Ilhéus.

Se espera que Bahia Mineração invierta 3.300mn de reales para terminar la construcción e iniciar las operaciones. La capacidad anual de transporte llegaría a 50 millones de toneladas para 2035.

Además, el grupo minero Vale está construyendo parte del ferrocarril FICO desde Mara Rosa hasta Água Boa como parte de un acuerdo para extender su concesión ferroviaria EVM, que conecta las áreas productoras de mineral de hierro de Minas Gerais con el puerto de Victoria.

Las obras comprenden una extensión de 383km y un gasto de capital de 2.730mn de reales.

TRANSPORTE DE PASAJEROS

El transporte ferroviario urbano enfrenta diferentes problemas, debido a la caída del número de pasajeros causada por la pandemia.

Las empresas del sector registraron masivas pérdidas el año pasado y los operadores seguirán ante en una situación compleja ahora que los gobiernos locales vuelven a imponer medidas de distanciamiento social en medio del lento despliegue de vacunas.

En 2020 el volumen de pasajeros disminuyó 46,7% y las empresas registraron pérdidas combinadas cercanas a 8.000mn de reales, según la asociación local de transporte ferroviario de pasajeros, ANPTrilhos.

El metro del estado de São Paulo sacará a licitación esta semana los derechos para renombrar algunas estaciones en respuesta a la caída de ingresos.

El estado espera recaudar 1.000mn de reales al permitir que las empresas coloquen los nombres de sus marcas en seis estaciones, inicialmente.

São Paulo también está evaluando concesionar toda el área alquilable para instalar tiendas en ciertas estaciones.

"El objetivo es incrementar los ingresos no tarifarios y reducir los gastos para realizar las obras", señaló al diario Folha de S. Paulo el secretario estatal de Transporte, Alexandre Baldy.