Brasil congelará US$2.700mn del presupuesto de este año

La administración brasileña, que encabeza el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, congelará 15.000 millones de reales (US$2.700 millones) del presupuesto de este año para calmar a los inversionistas y demostrar su compromiso con la consolidación fiscal, a pesar de que la medida entraña riesgos electorales.

"Tendremos que frenar el desembolso de 15.000 millones de reales para mantener el ritmo de cumplimiento del marco fiscal", dijo el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, durante una entrevista televisada.

Una fuente gubernamental comentó a BNamericas bajo condición de anonimato que el congelamiento podría afectar algunos proyectos de infraestructura que aún no arrancan. Sin embargo, en los próximos días se anunciarán detalles de las zonas afectadas.

Se esperaba que la congelación se anunciara junto con la publicación del informe bimestral de ingresos y gastos del gobierno en los próximos días, pero las autoridades vieron la necesidad de calmar las tensiones en los mercados de capitales.

El real brasileño se depreció bruscamente frente al dólar durante la sesión del jueves debido a las crecientes dudas de los inversores sobre el compromiso del gobierno con los objetivos fiscales de este año.

Poco después de que Lula asumiera en enero de 2023, la administración anunció un marco fiscal con el objetivo de eliminar el déficit público en 2024 y alcanzar un superávit de 0,5% en 2025 y de 1% en 2026. Dicho superávit sería el resultado de mayores ingresos y menores gastos, excluidos los pagos de intereses.

Sin embargo, el gobierno ha enviado mensajes contradictorios y ha sugerido que el gasto puede aumentar.

A principios de este mes, se anunció un recorte de 25.900 millones de reales del presupuesto de 2025, también como parte de los esfuerzos para restaurar la confianza de los inversores. La mayoría de estos recortes afectarán a las pensiones de los ciudadanos con menos ingresos.

"Estas medidas de recorte presupuestario tienden a afectar a la base electoral que más apoya a Lula, que son las familias de bajos ingresos, y esto podría tener un efecto negativo en los índices de aprobación del gobierno", advirtió a BNamericas el analista político de Hold Consultoria, André Pereira César.

Sin embargo, César también dijo que Lula podría dar marcha atrás. “Si los candidatos [del gobernante Partido de los Trabajadores] sufren muchas derrotas en las elecciones municipales de octubre, las posibilidades de que se adopten medidas populistas aumentarán considerablemente el próximo año, mientras Lula se prepara para la reelección en 2026”, explicó.