Brasil necesitaría US$62.000mn para modernizar red eléctrica

Brasil necesita cerca de 350.000 millones de reales (US$62.000 millones) en inversiones para modernizar sus redes de transmisión y distribución de energía eléctrica, estima Cyro Boccuzzi, socio ejecutivo de la empresa de ingeniería y consultoría ECOEE, especialista en gestión y tecnología energética.

El gasto de capital proyectado para lo que llama la “recalificación de las redes” en un plazo de cuatro años cubre unos 130.000 millones de reales para reforzar estructuras y modernizar sistemas de protección ante eventos climáticos extremos, que vienen causando daños en grandes ciudades como São Paulo.

Otros 100.000 millones de reales se necesitan para servicios de flexibilidad, prestados por soluciones de respaldo como baterías y centrales reversibles o térmicas, explicó.

En el área de medidores y redes inteligentes, Boccuzzi calcula que se requerirán 60.000 millones de reales.

Para optimizar e integrar la generación renovable (centralizada y distribuida) a la red nacional, habrá que invertir unos 40.000 millones de reales, según sus cálculos. Estos aportes se destinarían tanto a implementar sistemas de control más avanzados para mejorar el funcionamiento de las baterías y otros sistemas de almacenamiento como para regular la intermitencia.

Además, el experto estima que se necesitarían unos 20.000 millones de reales para programas de respuesta a la demanda de consumidores de baja tensión, premiando a quienes reduzcan el uso de energía en horarios críticos. Hoy en día, existe una iniciativa de este tipo enfocada en los grandes consumidores (de alta tensión), que, sin embargo, presenta mayores limitaciones a largo plazo debido a los efectos sobre la producción en el caso de las industrias, por ejemplo.

Aunque reconoce que las inversiones adicionales podrían poner más presión sobre las tarifas eléctricas, Boccuzzi sostiene que los aportes son necesarios para mantener tarifas razonables en el largo plazo, en vista de la expansión de las fuentes intermitentes y el cambio climático.

“Pocos recuerdan que, sin una red que conecte todas las nuevas fuentes de energía, no tendremos el efecto que esperamos. Son necesidades sistémicas, no hay escapatoria”, indicó, y agregó que el país se está viendo obligado a realizar vertimientos para regular el despacho de la generación solar y eólica.

Boccuzzi dijo que en Florida, en Estados Unidos, se realizaron inversiones para reforzar las redes eléctricas ante la escalada de los huracanes.

“Los huracanes han aumentado en intensidad, pero los daños han disminuido. Hay conocimiento y experiencia de mejores prácticas. No es un problema exclusivo de Brasil”, afirmó.

Boccuzzi dijo que el soterramiento de la red de distribución solo es recomendable cuando se realzan grandes obras urbanas, mediante la coordinación entre los gobiernos y las empresas de distribución de electricidad, telefonía y agua.

“Si se deja que las empresas de distribución eléctrica inviertan, las tarifas subirán”, advirtió.

Estos y otros temas relacionados con los desafíos eléctricos de Brasil serán debatidos en la 16ª edición del Foro Latinoamericano de Smart Grid que se celebrará entre el 28 y el 29 de octubre en São Paulo. El evento, promovido por ECOEE, reúne a autoridades y a los principales actores y proveedores del sector eléctrico de varios países.

CONCESIONES Y LIBRE MERCADO

Boccuzzi cree que es importante considerar la opción de extender las concesiones de distribución de energía en Brasil para evitar que las empresas reduzcan las inversiones ante un futuro incierto.

“La prórroga de las concesiones traerá cierta tranquilidad al mercado financiero que entrega recursos al sector y a las empresas distribuidoras para pagar sus inversiones”, indicó.

La consultora cree que es fundamental revisar los llamados contratos legados de las concesionarias, que históricamente han comprado energía en las subastas del regulador Aneel, para garantizar la atención de la demanda. Sin embargo, la creciente migración de clientes al mercado libre y a la generación distribuida ha alterado ese equilibrio.

“Tenemos que eliminar los contratos antiguos de las concesionarias. Ellas ganarán por el uso de los cables [infraestructura de distribución], no por la venta de energía, y serán remuneradas con otro modelo”, dijo el consultor.