Cámara Baja de Brasil aprueba proyecto de ley sobre “combustibles del futuro”

La Cámara Baja de Brasil aprobó el proyecto de ley Combustíveis do Futuro, que crea programas nacionales de diésel verde, combustibles de aviación sostenibles (SAF) y biometano, además de aumentar la proporción de etanol y biodiésel en las respectivas mezclas de gasolina y diésel.

El proyecto de ley pasará ahora al Senado.

Según expertos entrevistados por BNamericas, la propuesta representa un hito para la industria de biocombustibles local y, de aprobarse, atraerá nuevas inversiones y contribuirá a la descarbonización del sector del transporte.

Una vez que la iniciativa se convierta en ley, la nueva proporción para mezclar etanol anhidro con gasolina aumentará de 22% a 27% y podría llegar a 35%. Actualmente, la mezcla puede llegar a 27,5%, con un mínimo de 18% de etanol.

En cuanto al biodiésel, que desde este mes se incorporará al diésel normal en una proporción de 14%, la mezcla sumará un punto porcentual cada año hasta llegar a 20% en marzo de 2030, según los objetivos propuestos en el texto.

Sin embargo, las adiciones deben tener en cuenta el volumen total y corresponderá al Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) evaluar la viabilidad de los objetivos de mezcla. Este podrá reducir o aumentar el contenido de biodiésel en hasta 2 puntos porcentuales. A partir de 2031, la mezcla debería estar entre 13% y 25%.

DIÉSEL VERDE

En cuanto al programa nacional de diésel verde (PNDV), que también se orienta a fomentar la investigación, producción, comercialización y uso del biocombustible, el CNPE fijará el contenido mínimo de diésel verde que se agregará al diésel regular cada año hasta 2037.

Esta adición deberá ser de al menos 3% y tendrá en cuenta las ventas en todo el país.

Como las proporciones de mezcla deben lograrse a nivel nacional, el regulador ANP definirá los porcentajes adicionales para cada estado y para el Distrito Federal.

Mientras que el biodiésel es un combustible derivado de la biomasa y obtenido de la reacción de aceites o grasas con alcohol, el diésel verde es definido por la ANP como un biocombustible de hidrocarburos parafínicos producido a partir de cuatro rutas tecnológicas, como el hidrotratamiento de aceites vegetales (HVO) y animales o la fermentación del jugo de caña de azúcar.

Aurélio Amaral, socio del estudio jurídico Schmidt Valois, indicó que el proyecto tiene como objetivo cumplir con las necesidades de descarbonización de los sectores de energía y transporte, contribuir al cumplimiento de los compromisos internacionales de Brasil en virtud del Acuerdo de París y promover la transición hacia una economía baja en carbono.

"El desafío es ajustar la normativa para incorporar adicionalidad, fungibilidad e integridad de modo de cumplir cabalmente con los criterios y metodologías internacionales", manifestó Amaral, exdirector de la ANP.

Uno de los principales obstáculos a la expansión del mercado del biometano, por ejemplo, es la falta de un reconocimiento regulatorio específico que valore la complementariedad del biocombustible con los energéticos fósiles para vehículos.

"Además, todavía no hay viabilidad económica en la biodigestión para respaldar proyectos, lo que podría frenar el avance del sector", advierte el abogado.

Beatriz Pupo, directora asociada de biocombustibles de S&P Global Commodity Insights, señaló que el proyecto Combustibles del Futuro es un hito importante, ya que sienta las bases para que Brasil fomente sus industrias sostenibles de combustible de aviación, diésel renovable y biometano.

"Además de garantizar que el etanol y el biodiésel sigan siendo fuentes relevantes de descarbonización en el transporte por carretera", dijo Pupo a BNamericas.

Agregó que un aumento en el contenido de etanol en la gasolina a 30%, por ejemplo, se traduciría en una demanda adicional aproximada de 1.300 millones de litros de etanol anhidro al año, lo cual es factible en un escenario de crecimiento continuo de la producción de etanol de maíz, ya que el etanol de caña está estancado.

Rodolfo Taveira, director del área de energía y recursos naturales de la consultora Oliver Wyman, señala que Combustibles del Futuro es muy importante como herramienta para estimular la creación de capacidad local para producción de combustibles renovables en Brasil, pues define parámetros de mezcla, genera mayor previsibilidad y favorece las inversiones.

"De aprobarse el proyecto de ley, deberíamos ver más anuncios de inversión en capacidad de producción para proyectos de diésel renovable/HVO, SAF y captura de carbono", dijo Taveira a BNamericas.