Combativo ministro de energía de Brasil busca protagonismo

El ministro de Minas y Energía (MME) de Brasil, Alexandre Silveira, podría intentar acaparar la atención antes de las elecciones municipales de octubre.

Actualmente está enfrentado públicamente con el CEO de Petrobras, Jean Paul Prates, para disgusto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva

"El ministro es un político muy tradicional y tiene su propia agenda. Se acercan las elecciones y necesita llamar la atención para poder eventualmente postularse a un cargo", dijo a BNamericas una fuente de la industria energética.

Silveira, que pertenece al partido socialdemócrata PSD, se habría aliado con el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula para respaldar a los candidatos oficialistas en las elecciones municipales de su estado natal, Minas Gerais, a cambio de recibir apoyo al mando del ministerio y en una eventual candidatura al Senado en 2026.

Uno de los principales intereses de Silveira es el segmento de gas natural, donde cree que la administración de Lula debe trabajar en conjunto con el Congreso y el regulador sectorial ANP mediante la emisión de decretos para llenar los vacíos legislativos y regulatorios.

Uno de los problemas es el acceso a infraestructura esencial de terceros (gasoductos y unidades de procesamiento de gas) y las tarifas para utilizar infraestructura de Petrobras. Se percibe como una barrera crítica cuando los proveedores planifican el despacho de gas que, en teoría, ya no reinyectarán para ampliar la producción nacional, como quiere el titular del MME. Más de la mitad de los 140 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d) producidos en Brasil se reinyectan.

En la conferencia Gas Week, celebrada el 18 de abril, Silveira anunció medidas para el sector de gas natural que contemplan la potencial canalización de casi 100.000 millones de reales (US$19.300 millones) a la economía y la creación de más de 430.000 empleos.

"Sabemos que la reindustrialización de Brasil trae consigo un aumento del PIB, un aumento de los ingresos, alivio fiscal, la expansión de infraestructura, empleos e ingresos para los brasileños. Hagamos un mejor uso del gas natural que producimos aquí. No podemos seguir reinyectando la mitad de esta riqueza tan preciada para nuestro pueblo", sostuvo el ministro.

Las propuestas del MME están diseñadas para incentivar un shock de oferta a través del acceso a la infraestructura de flujo, procesamiento y transporte, con lo que espera reducir costos para toda la industria.

El proyecto de gasoducto Rota 3, que apunta a incrementar el caudal desde el presal de la cuenca Santos, se adelantará al segundo semestre de este año para obtener 18 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d) adicionales.

"Vamos a combatir los abusos y pagar un precio justo por la infraestructura de flujo y procesamiento de gas, con una regulación más estricta. También debemos considerar la depreciación y amortización de los activos. No se puede seguir pagando toda la vida por una infraestructura que ya está amortizada", afirmó Silveira.

El discurso del ministro en Gas Week se puede entender como otro golpe a Petrobras, propietaria de la mayor parte de la infraestructura gasística nacional.

Además de Rota 3, Brasil expandirá el suministro de gas con los proyectos Raia (BM-C-33) de Equinor y Sergipe Aguas Profundas (SEAP), con la exploración de gas no convencional y biometano y con una conexión con la formación no convencional argentina Vaca Muerta.

Otro punto planteado por el ministro durante el evento fue facilitar la infraestructura a la empresa estatal Pré-Sal Petróleo SA (PPSA) para que el gas y el petróleo del Gobierno Federal puedan venderse directamente al mercado y no solo "a boca del pozo".

El 22 de abril, Silveira participó de la divulgación de un estudio de diagnóstico del sector de gas y de una hoja de ruta de armonización regulatoria, iniciativa del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC) en colaboración con el Movimiento Brasil Competitivo (MBC) y la Fundación Getúlio Vargas (FGV).

El documento presentado se alinea con las acciones del grupo de trabajo del programa federal Gás para Empregar del MME, que concluyó sus actividades este mes.

"El acceso a la infraestructura y el pago justo por el transporte y procesamiento del gas, combinado con una regulación firme y armoniosa entre las normas federales y las estatales, representan un paso adelante en la apertura del mercado del gas natural, la creación de cientos de miles de empleos y el desarrollo de nuestro país", declaró el ministro.

Silveira también ha mostrado preocupación por los precios del petróleo. Acaba de crear un grupo de trabajo para monitorear el precio del commodity en medio del conflicto en Medio Oriente.

"Estamos atentos a este tema y, por eso, he ordenado la creación de un grupo de trabajo para seguir la evolución del precio del petróleo Brent, de modo que podamos actuar utilizando los mecanismos que ya tenemos a nuestra disposición, respetando siempre las gobernanza de las empresas que operan en Brasil", planteó Silveira.

El grupo elaborará informes diarios sobre los precios del petróleo, tanto en dólares como en reales. La medida, según el gobierno, pretende ofrecer un diagnóstico adaptado a la realidad brasileña, expuesta tanto a las variaciones del precio del barril como las del dólar.

Las preocupaciones de Silveira sobre los precios del petróleo y el gas sorprendieron a los inversores, que están preocupados por la posibilidad de una mayor intervención federal en la política de precios de los combustibles de Petrobras.

Según la asociación local de importadores de combustibles, Abicom, la diferencia de los precios promedio en los polos de Petrobras y el precio de paridad de importación (PPI) del diésel y la gasolina era respectivamente de 9% y de 17% el 23 de abril.

ENERGIA ELÉCTRICA

Es importante señalar que Silveira no actúa solo y que sus acciones también reflejan los deseos de su jefe, el presidente Lula. Ambos fueron fotografiados el 10 de octubre en la firma de la medida provisional sobre energías renovables y reducción del impacto tarifario.

Según el director ejecutivo de la asociación de empresas eléctricas ABCE y de la asociación de consumidores de energía Anace, la medida no es una solución definitiva al problema del alza de tarifas eléctricas, sino que solo pospone el problema.

Mientras tanto, Silveira ha estado prestando especial atención al caso de las concesiones de distribución eléctrica y ha presionado a distribuidoras como Enel en São Paulo para que mejoren el servicio.

"El sector de distribución es el que sufre más presión, porque es de vanguardia y atiende directamente a la población. Necesitamos mejorar la infraestructura y los indicadores para que los consumidores estén bien atendidos", señalo el 17 de abril en un foro sobre calidad de distribución para la transición e inclusión energética en Brasilia.

Silveira también ha estado activo en el escenario internacional, donde ha puesto énfasis en la transición energética. "Necesitamos acciones efectivas para garantizar que el flujo de inversiones en la transición energética llegue a los países en desarrollo en una mayor escala", manifestó esta semana en su discurso en el grupo de trabajo sobre transición energética del G20.