Creciente influencia de BNDES podría perjudicar la economía de Brasil

El banco brasileño de desarrollo BNDES está otorgando más financiamiento y asistiendo al gobierno para hacer frente a las dificultades fiscales, pero los analistas recomiendan cautela.

BNDES aprobó préstamos por un valor cercano a 66.500 millones de reales (US$12.200 millones) en el primer semestre, muy por encima de los 36.300 millones de reales de igual periodo de 2023, el importe más alto en seis años, según la presentación de sus resultados del 2T24.

El sector de infraestructura pasó de recibir créditos por 10.700 millones de reales un año antes a 26.300 millones, mientras que la industria obtuvo 14.500 millones; la agricultura, 14.200 millones y el comercio minorista y servicios, 11.400 millones.

La utilidad neta fue de 7.200 millones de reales y superó los 3.700 millones del primer semestre de 2023.

“Los resultados del primer semestre de 2024 demuestran que, bajo la gestión del presidente [Luiz Inácio Lula da Silva], BNDES retomó su papel como principal instrumento de promoción del desarrollo de Brasil. En enero de 2023, constatamos que el banco sufría falta de financiamiento y liquidez. Ahora, hemos logrado la mayor cartera de crédito de los últimos seis años”, afirmó el presidente del BNDES, Aloizio Mercadante, en una rueda de prensa en línea.

Sin embargo, “uno de los principales riesgos para el sistema financiero nacional sería una expansión sostenida y muy agresiva del BNDES hasta el punto de causar disfunciones en el mercado”, dijo a BNamericas Carlos Daltozo, jefe de análisis de renta variable de Eleven Financial Research.

“BNDES, como banco que posee garantías soberanas del Estado, tiene costos de financiamiento más bajos que otros bancos, lo que en la práctica es una especie de tasa de interés subsidiada. Si BNDES comienza a trasladar ese bajo costo a empresas, proyectos y sectores de la economía que no son eficientes, aquello provocará graves perturbaciones que ya hemos visto en el pasado”, agregó.

Daltozo también sostuvo que “BNDES tiene un papel esencial en la promoción de sectores que no tienen acceso al crédito y que ofrecen gran potencial de desarrollo. Por otro lado, no puede premiar con tasas de interés más bajas a sectores que se sabe que son ineficientes”.

Mercadante agregó que el banco pagará 15.000 millones de reales en dividendos al gobierno, con base en los resultados del año pasado. Los dividendos, que representan el monto más alto en la historia de la entidad, llegarían en un momento en que el gobierno enfrenta una profunda estrechez fiscal en medio de un mayor gasto público.

Los gobiernos del Partido de los Trabajadores entre 2003 y 2016 utilizaron el banco para inyectar recursos a la economía, lo que provocó efectos negativos por su modelo de créditos subsidiados.

Cuando Lula regresó al poder en enero de 2023, los analistas advirtieron que esos errores podrían repetirse. Sin embargo, las autoridades del BNDES sostienen que ese escenario es poco probable, porque el financiamiento del banco ya no se basa en tasas de interés subsidiadas.