¿Cuánto oro ilegal exporta Brasil?

La explotación ilegal de oro es parte de la minería de Brasil y genera preocupaciones sociales y ambientales, según un estudio de la ONG Instituto Escolhas.

Las exportaciones totales del metal amarrillo de 2020 llegaron a 111t y sumaron US$4.900 millones. De ellas, el 17%, o 19t, se extrajeron sin registro ni permiso, lo que sugiere que su origen es ilegal.

"Hay una tendencia al alza en las actividades ilegales relacionadas con el oro dado que sus precios siguen altos y porque los sistemas de fiscalización en Brasil están cada vez más debilitados", dijo a BNamericas la gerente de proyectos del Instituto Escolhas, Larissa Rodrigues.

El oro ilegal proviene principalmente de los estados de Minas Gerais, São Paulo, Amazonas y Goiás y del área circundante a Brasilia.

Oficialmente, sin embargo, "estos estados no produjeron ni un solo gramo de oro ni exportaron mucho más que su producción [total de metal amarrillo], lo que deja entrever que están exportando oro no registrado u extraído en otros estados", advirtió la ONG.

Los principales destinos son Canadá, Suiza, Polonia, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Italia e India. Estos países deberían presionar al Gobierno brasileño para que adopte la trazabilidad del oro, según el Instituto Escolhas.

La extracción ilegal del metal precioso es parte de un debate sobre la posibilidad de autorizar la minería en tierras indígenas. El gobierno afirma que la apertura de áreas protegidas ayudará a la regularización y supervisión para minimizar los impactos ambientales.

"Estados como Roraima [en el extremo norte de Brasil] tienen actualmente una intensa actividad minera ilegal, principalmente extracción de oro. En conversaciones que he tenido con gente de la región, nos han dicho que en Roraima se está explotando mucho oro, lo cual está prohibido, pero para evitar inspecciones e incautaciones en Brasil, ese oro se vende en Colombia", dijo en una entrevista reciente con BNamericas el presidente de la comisión de minería y energía de la Cámara de Diputados, Édio Lopes.

“Esto sucede en otros estados del norte de Brasil, también con la minería de diamantes. Se requieren medidas en Brasil para formalizar estas actividades”, agregó.