El impacto de la guerra comercial EE.UU.-China en Brasil

La guerra comercial entre Estados Unidos y China comienza a tener impacto en algunos sectores de la economía brasileña.

Los agronegocios —principalmente el mercado de granos—, los bienes de capital, la minería —en especial los metales básicos— y la pulpa y el papel son los sectores más expuestos a los efectos negativos de la disputa comercial, según el equipo de analistas de capital de la firma local de inversiones BB Investimentos.

"En un contexto en el que los aranceles escalan y el comercio limitado entre las dos potencias económicas más importantes del mundo —Estados Unidos y China— causa una disminución en el volumen del comercio mundial y la producción industrial, algunas empresas informaron resultados del 2T19 [que se vieron] afectados negativamente", señaló BB Investimentos

"Para el próximo trimestre, observamos un mayor riesgo de desaceleración global, reflejado en los índices de confianza industrial, que han ido disminuyendo mes a mes", agregó.

China, Estados Unidos y Argentina son los tres socios comerciales más grandes de Brasil.

El comercio bilateral entre China y Brasil cayó a US$65.200mn en enero-agosto comparado con los US$66.800mn del mismo período de 2018, según el Ministerio de Comercio de Brasil.

El comercio con Estados Unidos aumentó de US$36.580mn a US$39.800mn en la misma comparación, mientras que el comercio con la atribulada Argentina cayó de US$18.600mn a US$13.800mn.

Si bien algunos sectores de negocio se ven afectados, la economía de Brasil en su conjunto está protegida de la guerra comercial y la crisis de Argentina por el hecho de que la actividad interna es mucho más importante que el comercio internacional.

"Tanto Argentina como la guerra comercial tienen un efecto algo limitado en Brasil [ya que] la economía brasileña es aún bastante cerrada. El sector [de comercio] exterior en Brasil representa el 13% del PIB, mientras que en Chile y México este nivel supera el 30%", dijo recientemente a BNamericas el estratega jefe de Banco Mizuho do Brasil, Luciano Rostagno.

Si bien el proteccionismo está ganando terreno en varias partes del mundo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está ocupado abriendo la economía a través de importantes acuerdos comerciales.

El bloque comercial sudamericano Mercosur —conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— ha firmado en los últimos meses acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza).

"Los acuerdos comerciales son una respuesta positiva del Gobierno brasileño, pero los efectos solo llegarán a largo plazo. Lo que veo a corto plazo es la escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, por lo que Brasil no puede contar con el apoyo de su parte comercial para impulsar la economía este año", señaló el economista jefe de BNP Paribas para Latinoamérica, José Carlos Faria, en respuesta a una pregunta de BNamericas en una reciente conferencia de prensa.

ARRIESGADO CAMBIO DE POLÍTICA EXTERIOR

Desde que asumió el cargo en enero, el ultraderechista Bolsonaro ha forjado lazos bastante estrechos con la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Bolsonaro y Trump se han expresado mutua admiración en varias ocasiones.

Estados Unidos fue durante varias décadas el mayor socio comercial de Brasil, pero en la última década fue eclipsado por China debido al fuerte apetito de la nación asiática por una serie de commodities que Brasil exporta.

"La estrategia de Bolsonaro es un plan de alto riesgo. Está demasiado cerca de Trump en este momento y si los demócratas ganan las elecciones del próximo año en Estados Unidos, Brasil estará muy aislado", dijo a BNamericas el profesor emérito de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia, David Fleischer.