El reto de convertir al sur de México en el próximo polo de nearshoring

Aunque el Gobierno mexicano está intentando convertir el sureño istmo de Tehuantepec, entre los estados de Oaxaca y Veracruz, en el principal destino de nearshoring del país, muchos actores del negocio creen que el norte seguirá siendo la opción para las empresas que buscan reubicar su producción.

“En la gran mayoría de los casos, les conviene [a las compañías] estar lo más pegadito a la frontera que se pueda, porque en muchos casos toda la producción se va de regreso a Estados Unidos. Entonces, si los mandas más al sur, los vas a matar en sus precios logísticos”, dijo Jorge González Henrichsen, copresidente ejecutivo de la firma tejana The Nearshore Company, en conversación con BNamericas.

Al inicio de su mandato a fines de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó el plan ferroviario del istmo de Tehuantepec, que consiste en rehabilitar una línea de 300km entre las costas del Atlántico y el Pacífico para crear el primer corredor interoceánico del país.

El proyecto contempla además la instalación de 10 parques industriales a lo largo de la línea y la modernización de los puertos de Salina Cruz (en la foto) en Oaxaca y Coatzacoalcos en Veracruz, aunque aún no se lanzan las licitaciones por las terminales.

“El gobierno tendría que ser muy agresivo, al grado de ofrecer tierras gratis y nada de impuestos, para convencer a una empresa de irse a una zona donde no hay desarrollo”, aseveró González. “En este momento no le vemos viabilidad” a la región.

La compañía de González ha ayudado a más de 60 compañías extranjeras a trasladar sus operaciones manufactureras al norte de México desde que cambió su nombre a The Nearshore Company durante la pandemia de COVID-19.

Sin embargo, Eduardo de la Peña, experto en infraestructura y socio de McKinsey & Company, dijo a BNamericas que el sur podría compensar las “desventajas” que tiene el norte.

“Más que un debate entre norte y sur, cada uno tiene un factor competitivo según la industria que quiera atacar, y con eso se tiene que hacer el plan de inversión de infraestructura, educativo y de energía”, señaló.

“Un gran reto que tiene el norte es el tema de la energía eléctrica y a lo mejor no tanto en generación sino en la transmisión, pues hay que reforzar la red. Cada una de estas regiones tiene estos retos; entonces, yo creo que es un tema de ver cuáles son mis ventajas y qué industria podría tener sentido y ventaja para que se instale ahí”, dijo De la Peña en una entrevista con BNamericas sobre los desafíos de infraestructura que enfrenta México en su búsqueda por aprovechar las oportunidades de nearshoring.

FÁBRICAS DE COCHES ELÉCTRICOS

Ambos ejecutivos mencionaron la decisión de la compañía estadounidense de automóviles eléctricos Tesla de abrir su primera gigafábrica latinoamericana en el estado de Nuevo León, en el norte de México, como un ejemplo de cómo las empresas extranjeras prefieren más esa zona que el sur para operaciones de nearshoring.

A pesar de los intentos de López Obrador de condicionar la inversión de US$5.000 millones a que la fábrica no esté ubicada en el norte, el presidente ejecutivo Elon Musk confirmó a principios de marzo que se construiría en Santa Catarina, a unos 600km de la sede de Tesla en Austin, en Texas.

Mientras tanto, BMW invertirá 800 millones de euros (US$882 millones) para fabricar vehículos eléctricos en su planta de San Luis Potosí, en el centro de México.