Elecciones de Perú mantienen pendiente al sector minero

Las elecciones generales del próximo domingo en Perú han generado incertidumbre, lo que perjudica el clima de inversión, particularmente de la industria minera.

De los 18 candidatos presidenciales, apenas 6 podrían disputar el balotaje, aunque con escaso apoyo, según los sondeos electorales.

Enrique Garay, presidente de la feria de prospectores y exploradores mineros ProExplo 2021, dijo a BNamericas que los dueños de varios proyectos greenfield están esperando ver qué sucede con las elecciones para tomar decisiones.

“Sí, hay incertidumbre que esperamos se dilucide el 11 de abril; en adelante, todo dependerá de quiénes pasen a la segunda vuelta”, señaló Garay.

Sin embargo, las compañías que están en producción siguen invirtiendo porque tienen que reemplazar las reservas que consumen. Las empresas que tienen proyectos en construcción como Quellaveco, Mina Justa o Ampliación Toromocho tampoco han parado pues son inversiones comprometidas y la producción debe iniciarse de acuerdo con los cronogramas para cumplir con las obligaciones financieras adquiridas, agregó.

La actual cartera de proyectos de construcción de minas se constituye por 46 iniciativas que suman alrededor de US$56.000 millones. Una vez concluidos los proyectos más emblemáticos de Perú (Mina Justa, Quellaveco y Ampliación Toromocho), no se vislumbran nuevas iniciativas de la misma magnitud.

La cartera de exploración tiene 60 proyectos por US$506mn.

Garay indicó que en Perú no se realizan exploraciones greenfield sistemáticas, sobre todo para descubrir oro, desde hace por lo menos 15 años.

 “Lamentamos que no haya nuevos descubrimientos de este mineral, pues no hay exploración greenfield”, indicó el experto. “No tenemos hoy día en Perú un proyecto de oro avanzado. Tenemos San Gabriel, que se descubrió hace 10 años; algo más de [la minera local] Buenaventura; se ha cerrado Pierina; se va a cerrar Lagunas Norte y no hay nuevos descubrimientos”.

Para revertir la situación, es imprescindible conseguir acuerdos sociales, por lo que las empresas y el gobierno deben acercarse más a las comunidades y a la población en general para demostrar que Perú vive de la minería, indicó Garay.

ALTOS PRECIOS, UN INCENTIVO

La minería representa en Perú un 10% del PIB, un 60% de las exportaciones, un 16% de la inversión privada y un 19% de los tributos pagados por las empresas, por lo que Garay considera vital trabajar en políticas que fomenten la minería y, de manera particular, la exploración, para ir reemplazando proyectos y mantener a la actividad como un puntal para el desarrollo del país.

Los altos precios de los minerales, sobre todo del oro y el cobre, pueden contribuir e incentivar la ejecución de proyectos greenfield.

“Creo que las empresas cupríferas y las auríferas van a invertir bastante. Por el tema de precios los inversionistas están muy entusiasmados; nosotros tenemos que arreglar nuestros temas sociales y políticos”, indicó Garay.

Los altos precios también incentivarían el trabajo de las mineras júnior, pues habrá más facilidad de levantar financiamiento.

El sector minero espera que el próximo gobierno, que se posesionará el 28 de julio, asuma desde un inicio los retos que plantea el sector minero y comience a destrabar proyectos postergados por la oposición de comunidades. Además, las autoridades deben tomar decisiones para agilizar los trámites.