¿Está preparado el sistema eléctrico de Brasil para la próxima temporada estival?

El incremento de las temperaturas promedio en las ciudades más grandes de Brasil desencadena una mayor demanda de electricidad.

La demanda durante esta semana crecerá 5,8% y el repunte de septiembre será el mayor de los últimos meses, según proyecciones del operador de la red nacional, ONS.

El aumento de la carga también refleja la rápida expansión económica de Brasil.

Ante un reciente apagón —que aún está bajo investigación— y la mayor complejidad de la operación del sistema al masificarse la generación distribuida y las fuentes intermitentes en la matriz energética, cabe preguntarse si Brasil está preparado para una temporada primaveral y estival con temperaturas superiores al promedio, como predicen los meteorólogos.

ONS y un analista consultado por BNamericas descartan cualquier tipo de riesgo importante en el suministro de energía.

"En cuanto a la operación y satisfacción de la demanda, seguimos preparados para atender a la sociedad brasileña. El sistema es robusto y seguro y el escenario es favorable", señaló el director general de ONS, Luiz Carlos Ciocchi, en un comunicado.

El escenario favorable se debe al buen estado de los embalses hidroeléctricos, cuyos niveles de almacenamiento se ubican en 85,2% en el sur, 73,7% en el norte, 72,6% en el sureste/centro-oeste y 67,2% en el noreste.

El 85% de la capacidad instalada en la matriz energética procede de fuentes renovables, principalmente hidroeléctrica, y se anticipa un crecimiento masivo de las energías eólica y solar para los próximos años.

Este crecimiento ha llevado a ONS a acelerar un programa de modernización que facilitará la incorporación de más fuentes renovables al sistema, dijo la entidad en otro comunicado.

Henrique Casotti, socio de la consultora Genco Energia, señaló que la ola de calor que afecta a Brasil desde fines del invierno tendrá un impacto menor durante el verano.

"En la época estival hay mucha más humedad y nubosidad, lo que mitiga la situación en casos como este", dijo a BNamericas.

Según Casotti, incluso con un mes de septiembre muy caluroso y una carga elevada, los niveles de almacenamiento de agua no caerán tanto como en 2019 y 2020 y tal vez se situarán por encima de 60% para fines de año, escenario que considera muy cómodo.

Casotti dijo que no le preocupa el avance de la generación distribuida ni las fuentes intermitentes.

"Por supuesto generan dificultades operativas, pero no creo que tengamos un problema dada la notable holgura de la generación en el sistema", agregó.

Euclides Lourenço Chuma, integrante sénior del instituto de ingenieros electrónicos y eléctricos IEEE e investigador de la Universidad de Linköping en Suecia, advierte que, con las altas temperaturas, el agua de los embalses se evapora más rápidamente y aumenta el riesgo de que los dispositivos del sistema se sobrecalienten.

"Las situaciones extremas siempre perturban las operaciones normales, y los equipos técnicos deben monitorearlas de cerca", dijo a BNamericas.