Inversores preocupados por mensajes fiscales contradictorios de Brasil

La incertidumbre entre los inversores está aumentando mientras persisten las dudas sobre el compromiso del Gobierno brasileño con los objetivos fiscales.

Poco después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo en 2023, el gobierno anunció un marco fiscal orientado a eliminar el déficit en 2024 y alcanzar un superávit de 0,5% en 2025 y de 1,0% en 2026.

El superávit derivaría de mayores ingresos y menores gastos, excluidos los pagos de intereses.

Sin embargo, en una entrevista para una cadena de televisión local, Lula dijo que su equipo económico necesita convencerlo de la necesidad real de recortar los gastos.

“Uno no está obligado a fijar una meta fiscal y apegarse a ella si tiene cosas más importantes que hacer. Este país es muy grande y poderoso”, indicó Lula. “Brasil no tiene problema si tiene un déficit cero, de 0,1% o de 0,2%. No hay ningún problema para el país. Lo fundamental es que la nación esté creciendo, que la economía, el empleo y los salarios estén creciendo”.

Los inversores siguen de cerca el progreso para llegar a la meta fiscal porque Lula siempre ha estado a favor del gasto público para impulsar la economía.

Los comentarios de Lula se filtraron a la prensa antes de que se emitiera la entrevista, lo que obligó al ministro de Hacienda, Fernando Haddad, a confirmar el compromiso de equilibrar el presupuesto y reducir la deuda. Se dice que la próxima semana anunciaría una congelación parcial del presupuesto.

“El presupuesto posiblemente será bloqueado si algún gasto excede el 2,5% [de crecimiento por encima de la inflación]. Cabe recordar que tenemos el límite máximo de 2,5% que no puede superarse. Así que se está trabajando para chequear” que habrá que recortar o convertir en contingente, dijo Haddad a la prensa local.

"Poco a poco el gobierno está perdiendo credibilidad desde el punto de vista de los inversores porque Lula dice que no le importa el control del gasto, mientras que Haddad dice lo contrario, que está comprometido con ello", dijo Reginaldo Galhardo, gerente de la compañía local Treviso Corretora, en conversación con BNamericas.

"Debido a esta falta de credibilidad, los tipos de interés futuros en Brasil siguen bajo presión al alza y no dejan margen para que el Banco Central los recorte en el corto plazo, incluso si los actuales indicadores de inflación muestran una desaceleración", añadió Galhardo.

El gobierno tiene previsto anunciar el 22 de julio el informe bimestral de ingresos y gastos y probablemente el importe que se congelará en el presupuesto de este año.

Los economistas estiman que el gobierno necesitará bloquear entre 30.000 millones y 40.000 millones de reales (hasta US$7.300 millones) para lograr un equilibrio fiscal y advierten de volatilidad si el monto es menor.