La economía se convierte en un dolor de cabeza para Lula

La percepción entre los brasileños sobre la economía se está deteriorando y se ha convertido en un tema crucial para la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El 26% prevé que las condiciones empeorarán en la economía más grande de América Latina en los próximos meses, según un sondeo publicado el fin de semana por la compañía especialista en encuestas Datafolha. En diciembre, la cifra se situaba en 20%.

Mientras tanto, el número de personas que espera una mejora económica se redujo de 49% a 46%.

Después de expandirse 2,9% el año pasado, el PIB crecería 0,90% este año, según la última encuesta semanal del Banco Central a 100 economistas.

"Lo que explica el empeoramiento de la confianza entre los brasileños es que, objetivamente hablando, Lula no ha presentado todavía ningún plan económico importante que muestre a la población que las condiciones mejorarán de manera significativa en los próximos meses", dijo André Perfeito, economista en jefe de la corredora Necton, en conversación con BNamericas.

El proceso de transición del gobierno fue muy problemático, ya que la administración entrante recibió muy poca información de la saliente, lo que dificultó anunciar rápidamente medidas económicas relevantes, señaló Perfeito, y agregó que las altas tasas de interés en Brasil y en el extranjero también han afectado el margen de maniobra de Lula.

Desde que asumió el cargo en enero, el presidente ha criticado en reiteradas ocasiones la política monetaria del Banco Central. Con Roberto Campos Neto a la cabeza, el instituto emisor ha defendido su decisión de mantener el tipo de interés referencial en 13,75% para luchar contra la inflación, que ronda un 5,60% anual.

El Banco Central celebró su última reunión de política monetaria el 22 de marzo, ocasión en que mantuvo la tasa de referencia, argumentando que las presiones inflacionarias siguen siendo altas. También ha sostenido que le gustaría que el gobierno implemente un plan de reducción de gastos como una forma adicional de combatir la inflación.

ÍNDICES DE APROBACIÓN

Según Datafolha, el 38% de los brasileños considera que la gestión de Lula es buena o excelente; el 30%, regular; y un 29%, mala o pésima.

Si bien tiene índices de aprobación similares a los del expresidente Jair Bolsonaro (2019-22), Lula, quien fue presidente entre 2003 y 2010, ha comenzado su tercer mandato con una aprobación más baja.

En los primeros 90 días de su primer mandato, el 43% de los brasileños consideraba buena o excelente su gestión, mientras que en 2007 la cifra llegaba a 48%.