Las oportunidades de descarbonización en Brasil

Brasil está empujando la regulación del mercado de créditos de carbono a través de un proyecto de ley presentado por la senadora Leila Barros, del partido centroizquierdista PDT, para implementar un sistema de comercialización de emisiones de gases de efecto invernadero.

Respaldada por el Gobierno Federal, la iniciativa surge en momentos en que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva intenta convertir al país en líder ambiental global.

La propuesta de Barros crea un mecanismo para comercializar activos como cuotas de emisiones brasileñas, certificados de reducción o eliminación verificadas de emisiones y créditos de carbono, que serán considerados valores.

Las empresas recibirán un determinado número de cuotas que corresponderán a la cantidad de gases de efecto invernadero que podrán emitir. Al invertir en mejorar sus procesos y reducir emisiones, podrán tener cuotas sobrantes que podrán negociar de acuerdo con los términos de la correspondiente normativa del regulador local de valores, CVM.

El proyecto de ley establece un límite de emisiones de 25.000t anuales de CO2 que se centrará en industrias con uso intensivo de carbono, como las de hidrocarburos y producción de acero.

“Este proyecto de ley define las reglas básicas del juego. Es el punto de partida para crear un instrumento de tarificación del carbono en Brasil e indicar a los agentes económicos que las emisiones tienen un precio”, dijo a BNamericas Henrique Pereira, COO del proveedor de soluciones de descarbonización WayCarbon.

Pereira señaló que la electrificación es una gran oportunidad para reducir las emisiones en diversos sectores, como el transporte y la industria siderúrgica. En lo que se refiere a generación eléctrica, ve potencial en tecnologías como los bancos de baterías para aumentar la eficiencia de los sistemas con centrales térmicas asociadas.

El gobierno lanzó un reciente programa para descarbonizar los sistemas aislados (no conectados a la red nacional) en la región amazónica, los cuales dependen en gran medida de la generación a diésel.

"También vemos oportunidades para soluciones orientadas a aumentar la eficiencia en la transmisión y distribución de energía, como las redes inteligentes", añadió.

Pereira precisó que el sector de petróleo y gas se encuentra entre los que deben cambiar. “Estas empresas tienen una gran capacidad de investigación, desarrollo e innovación, y ya ven el tema de las emisiones de gases como un riesgo del negocio”, sostuvo.

El principal productor de hidrocarburos de Brasil, la estatal Petrobras, ha creado una dirección ejecutiva de transición energética y planea asignar entre 6% y 15% de su gasto de capital a proyectos bajos en carbono durante el período 2024-2028.

En su intervención en la reunión de directivos de la industria de petróleo y gas en Ginebra, el CEO de Petrobras, Jean Paul Prates, manifestó que la industria petrolera no sólo es parte del problema, sino también parte de la solución.

"No puede haber transición energética justa, ni transición ecológica, sin el compromiso de la industria petrolera. Nuestra industria es esencial para la transición energética, porque tiene tecnología de punta, personal calificado, capilaridad con economías de varios países y perfiles, y la escala para promover la transformación necesaria", afirmó.

El jueves, el sindicato de trabajadores petroleros FUP se reunió por primera vez con la nueva administración de la filial Petrobras Biocombustível (PBio) para discutir la transición energética y el fortalecimiento de la empresa.

Según FUP, PBio es de gran importancia en el proceso de descarbonización de la producción de Petrobras, pues reducirá la dependencia de los combustibles fósiles y promoverá el desarrollo de la agricultura local.

BIOMETANO

Luis Guilherme de Sá, consultor de LG Business Adviser, cree que hay mucho espacio para el crecimiento del biometano en Brasil, principalmente en áreas no atendidas por ductos, a través de proyectos de licuefacción de pequeña escala o de gas comprimido.

“La internalización del biometano está en marcha. Sucederá y necesitará soluciones. Las empresas están buscando descarbonizarse y la pequeña escala les permite hacerlo”, dijo a BNamericas, además de añadir que la agroindustria de Brasil es potencialmente una gran fuente de biogás.

El biometano podría desempeñar un papel crucial en la reducción de la dependencia de Brasil de las importaciones de diésel, afirmó, e incluso podría reemplazar al gas licuado de petróleo y al gas natural vehicular en los segmentos industrial y automotor.

Sá lanzó recientemente un documental sobre las soluciones que están dando forma al futuro de la energía en el mundo, como las fuentes solares, eólicas, hidroeléctricas, geotérmicas, oceánicas y nucleares.

FINANCIAMIENTO

El fondo nacional de cambio climático se reanudó el jueves con una contribución de 10.000 millones de reales (US$2.000 millones) para financiar proyectos que contribuyan a la mitigación y adaptación a la crisis climática.

El monto fue anunciado por el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático y el banco de desarrollo BNDES luego de una reunión en las oficinas del regulador ambiental Ibama en Brasilia.

Se apoyarán iniciativas que contribuyan al desarrollo urbano resiliente y sostenible, la industria verde, la logística de transporte, el transporte público y movilidad verdes, la transición energética, los bosques nativos y los recursos hídricos, los servicios y las innovación verdes.