Las vallas que debe superar el hidrógeno verde en Brasil

Si bien Brasil avanza en la regulación de su incipiente mercado del hidrógeno verde, hay importantes desafíos que sortear para viabilizar las inversiones planificadas.

Leandro Alencar, director de regulación de la asociación del hidrógeno y combustibles sostenibles Abhic, considera que uno de los principales escollos es el desarrollo de infraestructura para el hidrógeno.

"Para contar con una red robusta se necesitan inversiones significativas que cubran desde la construcción de plantas de producción hasta la creación de una red eficiente de distribución y almacenamiento", dijo a BNamericas.

El costo de producción de hidrógeno verde sigue siendo un punto delicado. Según Alencar, es necesario reducir los actuales US$5-6/kg a US$1,5-2,0/kg, que es el costo del hidrógeno gris, extraído del gas natural.

También subrayó que la legislación debe crear condiciones que permitan una reducción del capex y opex, así como avances tecnológicos y un mejor desempeño en el proceso de electrólisis.

"En otras palabras, generar más hidrógeno con menos energía para las diversas tecnologías de electrolizadores, como los electrolizadores alcalinos, los electrolizadores de membrana de intercambio de protones o las celdas electrolizadoras de óxido sólido", explicó.

Alencar aboga además por subsidios directos y más incentivos para el desarrollo del capital humano, la certificación y la innovación tecnológica.

"Sin estas medidas, Brasil podría enfrentar dificultades para seguir la rápida evolución del sector a nivel mundial", advirtió.

Otro desafío apunta a la integración de las normas nacionales e internacionales para que el hidrógeno producido en Brasil sea competitivo en el mercado mundial.

"La falta de armonización podría limitar las oportunidades de exportación y la captación de inversión extranjera", comentó Alencar.

Gabriela Fischer, socia en el área de petróleo y gas del despacho de abogados Trench Rossi Watanabe, dijo que aún existen incertidumbres regulatorias.

"La ley prevé, por ejemplo, un proceso competitivo con criterios de selección de proyectos para obtener créditos fiscales, pero hay incertidumbres sobre cómo se reglamentará eso", dijo a BNamericas.

"Es interesante destacar la posibilidad de que [el organismo de control del petróleo, gas y biocombustibles] ANP adopte un sandbox regulatorio y soluciones específicas según el caso para destrabar proyectos y posibilitar el avance del mercado del hidrógeno", dijo Fischer.

En un sandbox regulatorio, o entorno regulatorio experimental, el organismo regulador permite a una empresa operar con reglas diferentes a las de otras compañías durante cierto período para que pruebe una innovación.

Esta excepción se crea para que las empresas puedan someter innovaciones a pruebas que no podrían realizar sin cambiar las reglas. Las pruebas son monitoreadas de cerca por los reguladores para evaluar los beneficios para la sociedad y los riesgos que pueden conllevar.

PRECIOS

En un estudio de 2023, la consultora Clean Energy Latin America (Cela) concluyó que Brasil es capaz de producir hidrógeno verde a un costo de US$2,87-3,56/kg en algunos lugares estratégicos.

Según la entidad, con optimizaciones e incentivos, sobre todo fiscales y regulatorios, el costo podría llegar a US$1,69/kg, lo que resulta altamente competitivo con el hidrógeno gris.

En un nuevo estudio divulgado esta semana, Cela afirma que la producción de amoniaco verde en Brasil, elaborado a partir de hidrógeno con bajo contenido de carbono, tiene un alto grado de competitividad en comparación con los métodos tradicionales de combustibles fósiles.

Considerado esencial para descarbonizar la producción agrícola y otras actividades económicas, el amoníaco verde tiene un costo de producción local de US$539-1.103/t, mientras que el del amoníaco derivado de hidrógeno gris oscila entre US$361/t y US$1.300/t, según el índice del costo nivelado del amoniaco (LCOA) de Cela para Brasil.

CONTRATO

Prumo Logística, su afiliada Porto do Açu Operações y la compañía noruega Fuella AS firmaron el primer contrato de reserva de área para el polo de hidrógeno de bajo contenido de carbono y derivados en el complejo portuario ubicado en el norte del estado de Río de Janeiro.

Según el acuerdo, Fuella se asegurará un área importante dentro del polo, cuya superficie cubre 1 millón de metros cuadrados.

Las empresas también firmaron un memorando de entendimiento con el objetivo de instalar una planta de amoníaco verde de hasta 520MW, basada en electrólisis del agua.

Esta unidad podrá llegar a producir 400.000t/a de amoníaco verde, que podrán despacharse a través de la terminal de líquidos del puerto de Açu para exportación o uso interno.