Latinoamérica y las cadenas de suministro: la pregunta del millón

¿Reducirán las multinacionales su presencia en China para trasladar algunas de sus operaciones manufactureras a regiones como Latinoamérica a fin de reducir su exposición a la potencia asiática?

Es la pregunta del millón que hoy hacen economistas y otros observadores en medio de la polvareda de incertidumbre que ha generado la pandemia del COVID-19.

En cuanto a la reubicación de instalaciones manufactureras, algunos plantean que la pelota ya está rodando, ahora a un ritmo más acelerado por la pandemia. Uno de los proponentes de esta visión es el autor y asesor de estrategia global Parag Khanna, que identifica una tendencia hacia la producción localizada y una mayor importancia de aspectos como costos laborales, protección de propiedad intelectual y competencia de otras naciones manufactureras.

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Otro analista que prevé una pérdida de importancia de China es Steven Ricchiuto, economista jefe del banco de inversión Mizuho Securities USA.

Presimista por el potencial de crecimiento del gigante asiático, Ricchiuto menciona temores por futuras pandemias como un factor clave.

"China ya no tendrá la capacidad de exportar para lograr crecimiento", indicó Ricchiuto en una teleconferencia organizada por el Asociación Internacional de Comercio y Forfaiting (ITFA) en colaboración con la Asociación Internacional de Banqueros de Florida.

"En lo que a mí respecta, el milagro chino ha terminado", señaló. “Creo que las líneas de producción se cortarán por completo con el tiempo. Creo que habrá muchas más regiones —no solo EE.UU.—, como Europa y América Latina [...] Muchas más regiones tratarán de producir más de sus productos dentro del país para evitar estos problemas en el futuro.

“Sí, las pandemias volverán a suceder, las pandemias no son algo que podamos detener. La única manera de lidiar con ellas es asegurándose de tener líneas seguras e inventarios seguros de productos esenciales en el futuro. Creo que el mundo ha aprendido una valiosa lección de todo esto”.

Tampoco hay que subestimar a China, cuya fortuna económica está estrechamente vinculada a la de los exportadores sudamericanos de commodities. Al salir primero de la crisis, Beijing podría apuntalar la demanda global, fortalecer su posición en la etapa geopolítica mientras Estados Unidos levanta el puente levadizo, y atraer inversiones de empresas cuyas operaciones en otros países estén detenidas.

Aun cuando el masivo sector manufacturero chino han sufrido el golpe, la nación ha reducido su dependencia de las exportaciones y tiene otras formas de ejercer su influencia, plantea Kevin Kajiwara, copresidente del área de consultoría de riesgo político de la firma global Teneo.

"Dado que las empresas de todo el mundo contemplan diversificar su cadena de suministro y fortalecerla alejándose de China, creo que vale la pena tener en cuenta que China ya estaba en medio de una transformación desde una economía basada en las exportaciones a una economía más autosuficiente basada en el consumo, indicó Kajiwara, que subraya la importancia de la cooperación entre Estados Unidos y China para la economía mundial.

“Incluso si las cadenas de suministro se trasladan o se refuerzan con redundancia, las otras iniciativas globales de China, como la Nueva Ruta de la Seda, el AIIB [Banco Asiático de Inversión en Infraestructura], las relaciones crediticias bilaterales que mantiene y su creciente fortaleza militar van a garantizar que la influencia china trascienda sus fronteras y sea uno de los países beneficiados".

Mientras tanto, para que América Latina se beneficie de cualquier eventual reubicación de instalaciones de producción, tendrá que mejorar su juego en el frente de la competitividad.

Chile es el país más competitivo de América Latina, según el Ranking Mundial de Competitividad 2019 de IMD. La nación sudamericana cayó del puesto 35 al 42, pero todavía está por delante de México (50), Colombia (52), Perú (55), Brasil (59 ), Argentina (61) y Venezuela (63).

La clasificación es elaborada por el World Competitiveness Center del International Institute for Management Development, grupo de investigación de la escuela de negocios IMD de Suiza.

La solución, entre otros aspectos, implica mejorar la infraestructura, elevar los niveles de educación y capacitación y apoyar mecanismos de transferencia de conocimientos para reunir a los sectores público y privado y los departamentos de investigación de las universidades.