Pese a cambios, royalty minero de Chile sigue siendo una amenaza para la competitividad

El proyecto de royalty minero de Chile, aprobado recientemente por el Senado, sigue siendo una amenaza para la competitividad, según actores de la industria.

“Lo esencial es buscar una carga tributaria equilibrada y sostenible en el tiempo; que permita recaudar lo máximo posible sin impactar sustantivamente la competitividad de las empresas y el atractivo para la inversión”, dijo Alicia Domínguez, socia líder para la industria de energía y minería de la consultora EY en Chile, en conversación con BNamericas.

La iniciativa que ahora se discutirá en tercer trámite constitucional en la Cámara de Diputados, establece una carga tributaria máxima de 46,5% para las mineras con ventas anuales sobre las 80.000t y de 45,5% para las ubicadas en un rango de 50.000t a 80.000t. 

El límite incluye el royalty aplicado a los beneficios de la operación, el impuesto a la renta y gravámenes adicionales, incluido un impuesto ad valorem de 1% a las ventas para quienes produzcan más de 50.000t/a de cobre, excluidas las empresas que registren pérdidas operacionales. 

El debate en el Congreso ha contado con la participación de representantes de la industria minera y ha supuesto una reducción de la presión fiscal global.

Con la premisa de lograr una mayor recaudación fiscal, descentralizar al país y redistribuir más equitativamente los ingresos mineros, el proyecto del royalty finalmente logró satisfacer a los senadores. Estos enfoques implicarán al país desembolsar US$450 millones desde el royalty para impulsar el desarrollo de las regiones y municipios del país, algo que ha sido visto como un factor positivo.

Sin embargo, Walter Muñoz, presidente de la comisión política de la Cámara Minera de Chile, comentó en conversación con BNamericas que la minería "no es un saco sin fondo y se está atacando a la espalda financiera del Estado".   

El gremialista también advierte una disminución en el atractivo competitivo de la minería chilena al comparar jurisdicciones similares como la peruana donde prevalece una minería polimetálica y de mejores leyes de minerales.   

Muñoz cree que el esquema legislativo tampoco es de beneficio para la pequeña minería, ya que si bien fue excluida del royalty, ha sido un sector rezagado por años y sin recibir los suficientes incentivos para progresar. En particular, se refiere a los atrasos que han existido en la entrega de recursos financieros desde el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que gestiona la autoridad regional de Coquimbo. 

Una situación que podría repetirse con la creación de nuevos fondos regionales que depara el royalty, de acuerdo con Muñoz.

En este aspecto, Gonzalo Trillo, consultor en negocios y formulación de estrategias del University School Business Consulting, comentó que la mejor distribución de impuestos podría realizarse mediante "una simple corrección en los presupuestos nacionales" sin necesidad de instaurar una política de más Estado y más impuestos que dejará fuera del mercado a Chile.

La nueva interrogante es si el royalty pasará la prueba en la Cámara Baja, o si recibirá nuevas modificaciones. De no haber acuerdos, la propuesta legislativa tendría que ser revisada en una comisión mixta para resolver las diferencias entre senadores y diputados.  

La experta de EY, en tanto, dio algunos consejos para que las mineras puedan afrontar la pérdida de competitividad. Por un lado, seguir en la línea de los principios de la licencia social para operar, pero incluyéndose mayor transparencia en el "tema tributario, temas de productividad y control de costos".

Chile pasó del 6 lugar entre los distritos mineros más atractivos del mundo en el 2018 al lugar 38 el año pasado, quedando detrás de países vecinos como Ecuador, Colombia, México y la provincia argentina de San Juan, según el Fraser Institute. 

La producción de cobre en el país ha estado estancada en los últimos 20 años en torno a los 5,4 millones de toneladas y las operaciones mineras enfrentan desafíos como los altos costos, yacimientos complejos por su antigüedad, y la primacía de proyectos de tipo brownfield sobre los greenfield y la exploración. 

Chile es el mayor productor mundial de cobre.