Petrobras quiere renegociar acuerdos de refinación y gas

La petrolera estatal brasileña, Petrobras, solicitó renegociar con la autoridad antimonopolio CADE acuerdos que contemplan la reducción de su presencia en los segmentos de gas natural y refinación.

Fuentes consultadas por BNamericas creen que la medida podría abrir una vía para que la empresa recompre activos vendidos en los últimos años y retome una estrategia de verticalización.

Suscritos en 2019 durante la administración de Jair Bolsonaro, los contratos tenían como objetivo abrir los mercados de gas y refinación para estimular la inversión privada.

Fundamental para el cumplimiento de estos compromisos fueron las desinversiones de Petrobras, que derivaron en la venta de su holding de distribución de gas Gaspetro, las transportadoras de gas NTS y TAG, además de las refinerías RLAM y Ream y la unidad de industrialización de hidrocarburos de esquisto SIX.

También se incluyeron en el programa de desinversión las refinerías RNEST, Repar, Regap, Refap y Lubnor, aunque las cuatro primeras no avanzaron más allá de la fase de negociación y recientemente el contrato de venta de Lubnor fue cancelado.

Otro proceso que nunca llegó a buen puerto fue el de enajenación de las transportadoras de gas TBG y TSB.

En marzo, dos meses después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo, el Ministerio de Minas y Energía (MME) solicitó a Petrobras detener la venta de activos atendiendo una reevaluación de la política energética nacional.

La suspensión de algunas desinversiones de Petrobras era esperable, ya que Lula considera de importancia estratégica que Petrobras siga siendo un grupo upstream y downstream integrado.

Amélia Braga, socia del estudio jurídico Böing Gleich Advogados, señaló que el objetivo primordial de la solicitud de renegociación de los acuerdos con el CADE es eliminar la obligación de vender activos y mantener la influencia y propiedad de Petrobras.

"Sin embargo, una renegociación exitosa de los términos de los acuerdos podría entenderse como un desincentivo a la producción de gas natural y a medidas técnicas alternativas para reducir su reinyección, punto actualmente muy apreciado por el MME, que ha intentado de diversas maneras expandir y estimular producción nacional hasta el punto de reforzar el ‘monopsonio’ de Petrobras", dijo a BNamericas.

Lucas Griebeler, abogado especialista en competencia del estudio Souto Correa, puntualizó que ambos acuerdos con el CADE contienen cláusulas que permiten solicitar la revisión de sus disposiciones.

Generalmente, esto se aplica a casos de fuerza mayor, como la pandemia del COVID-19, la ausencia de interesados u ofertas por debajo del valor de mercado en licitaciones, la anulación del plan de desinversión por decisión judicial, arbitral o administrativa, o la necesidad de reevaluar el modelo comercial de desinversiones de Petrobras.

Griebeler añade que Petrobras debería optar por este último camino, que es una decisión discrecional y subjetiva de la empresa.

"Si Petrobras decide seguir este camino, tendrá que presentar un estudio técnico que demuestre al CADE que revisar el acuerdo es lo mejor para el mercado", dijo a BNamericas.

El abogado advierte que obligar a quienes compraron los activos a venderlos es poco probable, pero podría haber negociaciones. "Si prosperan, estas operaciones se notificarán al CADE como una recompra y el organismo podrá vetarlas o aprobarlas condicionalmente".

Un analista local que pidió reserva de identidad señaló que la renegociación con el CADE es muy importante, ya que será indicativa de si Brasil continuará con una agenda de desconcentración en los sectores de refinación y gas.

"Esta agenda ya perdió fuerza en este gobierno, pero todavía hay un marco legal, en la forma de la Nueva Ley de Gas, que determina la lucha contra la concentración", sostuvo el analista.

La fuente estima que Petrobras podría buscar formas para recomprar refinerías como Mataripe (antes RLAM, vendida a Mubadala).

"En el caso del gas, la preferencia de Petrobras será de seguro verticalizar el destino del gas nuevo que obtendrá en los próximos años con los proyectos de aguas profundas Rota 3, Pão de Açúcar [Raia] y Sergipe", añadió.

En su nuevo plan de negocios, Petrobras destina US$4.200 millones a proyectos de estudio y adquisiciones en el segmento de refinación.

"No está claro qué se hará con estos fondos, pero podrían usarse para intentar recomprar refinerías vendidas, lo que se alinea con el plan del gobierno de lograr que Petrobras se concentre más en los mercados donde opera", precisó otra que solicitó anonimato.

En octubre, Petrobras lanzó una licitación para contratar servicios de asesoría financiera especializada para la adquisición de proyectos.

El borrador del contrato señalaba que la empresa tiene intención de realizar transacciones, incluso intercambio de activos, en los segmentos de exploración y producción, downstream y energía renovable para cumplir con los objetivos estratégicos anunciados en mayo.