Por qué Brasil evita nuevas inversiones en el sector de refino

El sindicato de trabajadores petroleros de Brasil, FUP, dijo recientemente que la devolución del control a Petrobras de la refinería Mataripe, en el estado de Bahía, está cerca de producirse.

Si esto sucede, la petrolera estatal aumentará su participación de mercado en refinación de alrededor de 60% a 71%, según datos de la asociación privada Refina Brasil.

"Es importante destacar, sin embargo, que esta posible transacción no es la razón que impide que Brasil reciba más inversiones en el sector de refinación, sino la persistencia de distorsiones regulatorias y competitivas que dificultan el retorno de estas inversiones" señaló a BNamericas el presidente de la agrupación, Evaristo Pinheiro.

Según Pinheiro, una de esas distorsiones se da entre el precio de referencia del regulador ANP y el precio de mercado del petróleo, lo que incentiva las exportaciones de la materia prima en lugar de las ventas en el mercado interno.

El ejecutivo considera que Petrobras viola el derecho a la competencia al no suministrar suficiente petróleo a refinerías independientes y al ofrecer precios y condiciones de venta diferentes a los de sus propias plantas.

Otro punto abordado por Pinheiro se refiere a la política de precios de los derivados de Petrobras, que estarían desvinculados de los precios internacionales, lo que perjudicaría a las refinerías independientes.

Además, existe lo que él considera una pesada carga fiscal sobre las inversiones en nueva capacidad de refinación.

“Si Brasil opta por corregir estos obstáculos, atraerá unos 60.000 millones de reales [US$10.500 millones] en nuevas inversiones en refino, lo que generará empleo, ingresos, bajará los precios de los combustibles y también animará a las nuevas refinerías a invertir en capacidades de biorrefinado asociadas a la refinación tradicional, lo que apoyará la transición energética del país”, afirmó.

MATARIPE Y REAM 

La transacción de Mataripe está siendo negociada entre Petrobras y Acelen, filial brasileña del fondo soberano de Abu Dabi Mubadala, que compró la refinería, entonces llamada Landulpho Alves (RLAM), a Petrobras en 2021. 

FUP indicó que fue informada de que la debida diligencia realizada por Petrobras ya concluyó, con análisis y evaluación de aspectos financieros, operacionales, legales y regulatorios.

La opinión de FUP es que el acuerdo para recomprar la planta se anunciará pronto, con una oferta vinculante para la posible transferencia total del control de la refinería, que tiene una capacidad de producción de 377.000b/d.

Petrobras y Acelen declinaron hacer comentarios sobre el tema.

FUP, importante aliado político del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, también está presionando para la recompra de la refinería REAM (antes Isaac Sabbá - Reman), en el estado de Amazonas, que fue adquirida a Petrobras por Atem Distribuidora en 2022. 

Según el sindicato, la producción de REAM se encuentra paralizada y solo funciona como estructura de apoyo logístico para la distribución de derivados importados.

Atem afirma que se está realizando un mantenimiento intensivo en toda la unidad, por lo que fue necesario detener temporalmente las actividades de refinación.

CONTEXTO

Tras la elección de Lula a fines de 2022, Petrobras cambió su orientación estratégica y decidió cancelar la venta de varias refinerías y retomar inversiones para ampliar su parque de refino.

El presidente considera que Petrobras es un vector de desarrollo nacional, con capacidad de generar inversiones y empleos en el país.

Lula cree que Petrobras debe seguir siendo una empresa integrada, que incluya actividades upstream y downstream.

En julio pasado, Petrobras firmó un acuerdo con el regulador antimonopolio, CADE, sobre modificaciones a sus acuerdos de desinversión en gas natural y refinación.

Suscritos en 2019 durante la administración de Jair Bolsonaro, los términos de los convenios estaban diseñados para reducir la posición dominante de la empresa estatal en dichos mercados.