¿Por qué Millicom desestimó su acuerdo por Telefónica Costa Rica?

Millicom rescindió formalmente su acuerdo para adquirir las operaciones costarricenses de Telefónica después de un ácido intercambio de declaraciones con la firma española en los últimos días.

El grupo luxermburgués sostuvo que no se cumplieron las condiciones para avanzar con el acuerdo de US$570mn y que el contrato de compra de acciones con Telefónica tenía contemplada la caducación de las condiciones en estas circunstancias antes del 1 de mayo de 2020.

La firma agregó que la crisis del coronavirus había tenido efectos en su decisión.

"En este momento, es mucho más prudente, dado que tenemos el derecho legal absoluto de no seguir adelante, no extender los términos de ese contrato. Es realmente una decisión comercial muy sensata y prudente". Las mayores sinergias se deban por lejos en Panamá y se están logrando en Panamá, mucho más que en Costa Rica [...] Nuestro negocio actual en Costa Rica es relativamente pequeño", indicó el presidente ejecutivo de Millicom, Mauricio Borrero, en una teleconferencia sobre los resultados corporativos del 1T20.

Mientras tanto, Telefónica acusa incumplimiento de contrato.

La compañía ya había declarado anteriormente que todas las condiciones del acuerdo estaban en regla. Ahora, tan pronto los tribunales del circuito legal de Nueva York vuelvan a abrir una vez levantadas las restricciones impuestas por el coronavirus, el operador español probablemente presentará el caso para intentar obligar a Millicom a cumplir el trato.

Millicom respondió que "defenderá enérgicamente cualquier acción presentada por Telefónica en esta materia".

El regulador costarricense de telecomunicaciones, Subtel, que también opera como autoridad antimonopolio en esta industria, había dado luz verde al acuerdo a fines del año pasado. De hecho, la mayoría de las aprobaciones regulatorias para la adquisición ya se habían entregado, pero Millicom sostuvo que algunas diligencias necesarias estaban pendientes.

RIESGO PARA OTROS ACUERDOS

El acuerdo de Costa Rica tiene características similares a lo que sucedió recientemente entre los grupos aeroespaciales Boeing y Embraer y es otro ejemplo de lo que podría esperarse en los próximos meses.

El fabricante estadounidense de aviones sostuvo que su contraparte brasileña no había cumplido con las condiciones contractuales y por eso se desistió de adquirir el negocio comercial de Embraer.

Esta respondió que las acusaciones eran meras excusas para justificar la retirada del acuerdo y declaró que recurriría a tribunales para hacer cumplir las cláusulas, pues ya había gastado millones de reales en integración de sistemas y procesos.

El hecho es que, a medida que avance la recesión económica desencadenada por la pandemia, es muy probable que otros grandes anuncios de acuerdos recientes o en carpeta tengan el mismo destino que el trato de Millicom y Telefónica, independientemente de las causas presuntas.

El fallido acuerdo de Costa Rica también encendió las alarmas en la industria de TIC.

Telefónica ha estado llevando a cabo un importante programa de desinversiones en los últimos dos años a través de la venta torres y centros de datos, así como de operaciones completas.

El año pasado, el grupo dio un paso más al anunciar que se centraría en cuatro mercados claves: Brasil, España, Reino Unido y Alemania. Sin embargo, con la crisis del COVID-19, todos sus objetivos se toparían con un gran obstáculo.

Hasta la pandemia, Millicom se mostraba satisfecha con sus perspectivas latinoamericanas y había calificado a 2019 como un "año de transformación", en parte debido a una serie de adquisiciones.

Desde el punto de vista operativo, la adquisición de Telefónica en Costa Rica era complementaria para Millicom.

“En realidad, la venta [de los activos de Movistar a Tigo] no representa una consolidación, porque Tigo es en definitibvas un proveedor de cable e internet, no móvil. Así que ahora tiene la posibilidad de complementar una oferta social hacia un mercado móvil más residencial", dijo a BNamericas Fabián Monge, gerente del fabricante sueco Ericsson para Costa Rica, el mes pasado.

Dejando de lado las sinergias, Millicom sigue optimista por su negocio de cable, ahora más que nunca.

"Estamos contentos con tener una operación de cable autónoma, porque una operación de cable autónoma es muy resiliente. Lo estamos viendo con la crisis. No necesita una solución móvil de inmediato y brinda una parte estratégica más fuerte a largo plazo, porque son redes muy, muy resilientes y captan la mayor parte del tema. Así que pensamos que con cable autónomo estamos en buena posición y en una buena posición estratégica para evaluar otras opciones", comentó Borrero en la presentación de los resultados del 1T.

En general, Millicom invirtió más de US$3.000mn en operaciones inorgánicas en Centroamérica en 18 meses.

En un extenso informe corporativo sobre lo que ahora parece un 2019 muy diferente, la compañía manifestó optimismo sobre sus perspectivas de crecimiento en América Latina.

"Nuestra estrategia para consolidar aún más las operaciones de Tigo en Latinoamérica tienen cierto grado planificado de riesgo, pero vemos un importante potencial de crecimiento en esta región", concluyó el ejecutivo.