Programa brasileño de biocombustibles podría requerir más de US$10.000mn

El programa brasileño Combustíveis do Futuro podría generar una demanda anual adicional de 11.700 millones de litros (Ml) de biocombustibles líquidos y 3.400 millones de metros cúbicos (Mm3) de biometano, y demandaría una inversión de hasta 58.000 millones de reales (US$10.400 millones) en capacidad de producción adicional.

La estimación procede de un estudio de la consultora Oliver Wyman, una empresa de Marsh McLennan, compartido en exclusiva con BNamericas.

El programa creará una demanda de 11.700Ml de biocombustibles y 3.400Mm3 de biometano, lo que reducirá el CO2 equivalente en 27Mt
Demanda de energía de biocombustible extra en petajulio

Trad. BNamericas

*Hay posibilidades de agregar 1.300Mm3 de biometano usando el combustible en el transporte

Supuestos
Etanol anhidro: para una mezcla de 35% de etanol anhidro, el consumo debiera aumentar de 11.800Ml a 14.400Ml
Biodiésel: para una mezcla de 20% de biodiésel, el consumo debiera subir de 7.600Ml a 12.800Ml
Diésel renovable: para un 3% de diésel renovable, se requeriría una mezcla de 1.900Ml dentro de la demanda total de diésel B (62.300Ml)
**SAF (combustible sustentable para aviación): para una reducción de las emisiones de 10% para 5.000Ml de combustible de aviación, se requeriría una mezcla de SAF de 19%, equivalente a 10.000Ml
Biogás y biometano: para una reducción de las emisiones de gas natural de 10%, se requeriría una mezcla biometano de 14%, equivalente a 3.40Mm3.

Reducción de emisiones en Mt de CO2 equivalente

Trad. BNamericas

Aprobado en marzo por la Cámara Baja del Congreso, el proyecto de ley que establece el programa está siendo analizado actualmente por el Senado. La iniciativa crea programas nacionales para el diésel verde, los SAF y el biometano, además de incrementar la proporción de etanol y biodiésel en las mezclas de gasolina y diésel.

La demanda anual prevista podría representar una subida de hasta 33% en la cuota energética de los biocombustibles líquidos con respecto a 2022.

Los volúmenes calculados por Oliver Wyman comprenden 3.600Ml de etanol anhidro, 5.200Ml de biodiésel, 1.900Ml de diésel renovable, 1Ml de SAF, así como 3.400Mm3 de biometano.

La producción adicional de biocarburantes y biometano reforzará la seguridad energética y reducirá la dependencia de las importaciones en 54% en el caso de los combustibles líquidos y en 38% en el del gas natural.

Cuando se implemente por completo, el programa cerrará aproximadamente el 15% de la brecha de emisiones para lograr las contribuciones determinadas a nivel nacional en virtud del Acuerdo de París, lo que reducirá las emisiones en aproximadamente 27 millones de toneladas de CO2 equivalente.

El estudio subraya que durante los debates en el Congreso también podrían explorarse otras vías para incentivar una mayor demanda de combustibles bajos en emisiones en el país, como el uso de biometano en el transporte.

Por otro lado, la aplicación del programa también puede crear riesgos como la reducción del rendimiento de los motores, el aumento de los costos de mantenimiento y las subidas de los precios del gas natural para los consumidores finales debido a los mayores niveles de biocombustible en las mezclas.

El informe trazó factores clave que podrían discutirse para fomentar la demanda y gestionar los riesgos relacionados con la propuesta legislativa, que aún podría modificarse.

Uno de ellos sería la creación de un mercado de créditos de carbono, destinado a acelerar el uso de biocombustibles en Brasil, lo que permitiría considerar también las emisiones en el análisis de alternativas.

Un segundo factor es que los mandatos (mezclas mínimas de biocombustibles en combustibles fósiles) para SAE y biometano contemplan un objetivo de reducción de emisiones, que es diferente de los mandatos actuales para el etanol y el biodiésel.

“Este nuevo modelo tiene implicaciones para proveedores y consumidores que deben considerarse”, dijo a BNamericas Rodolfo Taveira, director del área de energía y recursos naturales de Oliver Wyman y uno de los autores del estudio.

Actualmente, el límite máximo legal de etanol en la mezcla de gasolinas en todo el país es de 27,5% con un mínimo de 18%. El texto aprobado por la Cámara de Diputados prevé un porcentaje máximo de 35%, siempre y cuando se demuestre la viabilidad técnica para motores propulsados exclusivamente por gasolina.

En el caso del biodiésel mezclado con diésel fósil, el porcentaje actual es del 14% y, según el proyecto de ley, este aumentará a 20% en marzo de 2030.

Para el gas natural y los combustibles de aviación, la iniciativa establece una reducción de la huella de emisiones de carbono de 10% en ambos casos. Hasta 2026, las distribuidoras de gas natural necesitarían mezclar biometano con gas natural para cumplir este objetivo, mientras que las compañías aéreas tendrían que hacer lo mismo utilizando SAF, pero hasta 2037.

Taveira afirmó que incentivar el uso del biometano solo mediante la sustitución del gas natural puede limitar el incentivo del biometano como solución para descarbonizar el transporte, lo que representa una oportunidad adicional a tener en cuenta en el análisis de la propuesta.

Lo ideal, según la consultora, era que la legislación estableciera la sustitución del diésel por biometano y gas natural.

También expresó que, como el proyecto establece un aumento en las mezclas de biocombustibles, esto podría generar un alza de costos para el consumidor final, especialmente en el caso de combustibles donde el costo de producción es mayor que las alternativas fósiles.

“Además, es necesario un control de calidad más estricto para garantizar la estandarización de un mayor número de fuentes de producción y reducir el riesgo para los usuarios”, afirmó Taveira.