Radiografía a nueva estrategia comercial de Petrobras para los combustibles

La petrolera brasileña Petrobras anunció una nueva estrategia comercial para definir los precios de la gasolina y el diésel.

Según la firma estatal, esto significa el fin de la subordinación obligatoria al precio de paridad de importación (PPI), manteniendo la alineación con valores competitivos por polo de ventas y considerando su participación en cada mercado y la optimización de sus refinerías.

La estrategia utiliza referencias de mercado como el costo alternativo del clientes, además del valor por priorizar en la fijación de precios y el valor marginal para Petrobras.

El costo alternativo toma en cuenta las principales alternativas de abastecimiento, ya sean suministros del mismo producto o de productos sustitutos (por ejemplo, el etanol), mientras que el valor marginal se basa en el costo de oportunidad dependiendo de las diversas opciones para la empresa, como producción, importación y exportación del producto o de los petróleos usados en el proceso de refino.

El presidente ejecutivo de Petrobas, Jean Paul Prates, dijo que el nuevo modelo no descartará la referencia internacional de precios.

“Cuando el mercado exterior se caliente para el petróleo y sus derivados, con precios inusualmente altos, la situación se verá reflejada en Brasil porque la ‘brasilerización’ de los precios significa tomar en cuenta nuestras ventajas, pero sin despreocuparse del contexto internacional”, indicó el ejecutivo en una conferencia.

Mateus Haag, analista de Guide Investimentos, señaló que el valor marginal es una muy buena guía, ya que evita que la empresa venda combustibles con pérdidas financieras.

“Eso significa que si Petrobras está importando, se basará en el precio de importación. Si está refinando, se basará en el precio de refinación”, dijo el experto a BNamericas.

Pero Haag enfatizó que los efectos sobre Petrobras y el país dependerán de cuán estrictos sean los ajustes. Cuanto mayor sea la disparidad entre el precio vendido en Brasil y el mercado internacional, mayores serán probablemente los efectos, incluida una caída en los precios al consumidor en el corto plazo.

En un caso extremo, en el que Petrobras baje demasiado los valores en sus refinerías, las plantas privadas podrían tener que reducir su producción o incluso detenerla.

"La misma Petrobras terminaría teniendo que incrementar su producción o incluso comenzar a importar combustible a un precio mucho más alto y venderlo más barato en el país con pérdidas", subrayó Haag.

Pero agregó que Prates tiene una vasta experiencia en el área y que Petrobras no se apartará demasiado de los valores internacionales. “Entonces, espero una rebaja de los precios de los combustibles, pero sin ser tan significativa como para generar pérdidas para Petrobras e incluso para la economía brasileña”, agregó.

Mahatma Ramos dos Santos, director de la asociación de petróleo, gas y biocombustibles Ineep, destacó que Petrobras evitará traspasar la volatilidad internacional al mercado interno, pero sin descuidar los precios internacionales y el tipo de cambio.

“La revisión era urgente y necesaria. El PPI no solo posibilitó ganancias extraordinarias para los accionistas de la empresa en los últimos años, sino que redundó en la explosión de los precios de los combustibles en el mercado interno y ello perjudicó sobre todo a los consumidores brasileños”, indicó en un comunicado.

Las nuevas directrices apuntan a una menor volatilidad de los precios internos, en tanto, los elementos comerciales y geopolíticos internacionales seguirán influyendo en la política comercial de Petrobras, añadió Ramos dos Santos.

Luiz Henrique Sanches, de LHS Consultoria e Treinamento, dijo que la información divulgada por Petrobras carece de contenido. "Es solo una cortina de humo que trata de disfrazar lo que se hará: complacer al 'gran jefe' [el Gobierno Federal] y usar a la firma como una herramienta política una vez más", dijo a BNamericas el también exdirector de la refinería Manguinhos en Río de Janeiro.

Paulo Valois y Aurélio Amaral, socios de Schmidt Valois Advogados, señalaron que la nueva estrategia de Petrobras se traducirá en mayores ganancias o pérdidas para la compañía dados sus nuevos precios de refinación frente al costo de importación de derivados.

Agregaron que el cambio podría generar disputas legales si la nueva política se desvincula en un 100% de los costos en que incurra la empresa, generando pérdidas sucesivas sin justificación económica y contradiciendo su objeto social.

Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, indicó que Brasil ha avanzado en materia de libertad económica.

"Pasamos de una política de 'amarras' que impedía una mayor competencia y, en consecuencia, más ganancias para el consumidor, a una política de libertad comercial que espero sea practicada por las demás petroleras, siguiendo el ejemplo de Petrobras. Además de cumplir con una política comercial adecuada para competir internamente, hará que los precios sean más atractivos para el consumidor y aminorará el impacto en la inflación", dijo el ministro en un comunicado.

Momentos después de anunciar la nueva estrategia, Petrobras rebajó los precios del diésel y la gasolina en sus refinerías. El promedio de venta del litro de diésel a las distribuidoras disminuirá en 0,44 reales (US$0,089), al pasar de 3,46 a 3,02 reales, mientras que el de la gasolina se reducirá en 0,40 reales a 2,78 reales.