¿Regular o no regular la IA?: comienza el debate en el Congreso argentino

El Congreso argentino comenzará a debatir la regulación de la inteligencia artificial (IA) la próxima semana. 

El martes que viene se realizará una primera audiencia para tratar una serie de proyectos para dar un marco regulatorio a la IA, en parte inspirados en la regulación europea.

Desde el sector empresarial empezaron a aparecer las voces de alarma por proyectos que podrían restarle competitividad al país, en un momento en el que Argentina busca posicionarse como un polo para la innovación en IA, impulsado por el presidente Javier Milei.

“Hay una contradicción entre el sistema regulatorio rígido y la dinámica de las empresas”, dijo esta semana el director ejecutivo de la cámara empresaria Argencon, Luis Galeazzi, durante una conferencia con periodistas.

“Es prácticamente imposible establecer reglas de carácter general [para la IA]”, agregó.

De acuerdo con Argencon, si se avanza con una regulación sobre IA, se deben evitar formatos normativos rígidos con excesiva carga burocrática, como podría ser un modelo similar al europeo.

La ley europea “es sumamente extensa, compleja de aplicar en la práctica, y muy onerosa para innovadores y emprendedores”, señaló anteriormente a BNamericas el director del área legal de tecnología y política de la firma de abogados Ecija, Daniel Rodríguez Maffioli.

En el Gobierno Nacional coinciden que la “sobreregulación” europea está matando la innovación.

Para Andrés Piazza, director de IDD-Lac, no existe tal dicotomía entre innovación e inversión. Incluso es todavía temprano para entender las implicancias en el mercado de la regulación que ha aprobado Europa este año.

“Europa simbólicamente se constituye como regulador. Y, además, tiene capas inferiores como las regulaciones de gobernanza de datos, servicios digitales, mercados digitales, privacidad y ciberseguridad. Es una pirámide sobre la que montan la regulación de IA”, explicó Piazza en declaraciones a BNamericas.

Argentina no tiene un desarrollo de este tipo de regulaciones, pero cuenta con leyes de datos personales, propiedad intelectual, fraude, defensa del consumidor y derechos humanos, entre otras, que podrían aplicarse a la IA. Para Argencom, solo es necesario adoptar esas regulaciones ―o en caso de ser necesario, adaptarlas― a los problemas que pudieran surgir en relación con el uso de IA.

“La IA requiere un sistema normativo que entienda la especificidad de los casos particulares”, sostienen desde la cámara empresaria. Para Argencon, es mejor regular por caso de uso en vez de tener una norma general de regulación de la IA, cómo proponen diferentes proyectos que entran en debate.

Galeazzi también valoró la creación de sandboxes regulatorios ante situaciones complejas en las que se deba dirimir las implicaciones del uso de la IA en un entorno particular.

Para Piazza, lo más importante de la discusión que se abre en el país abarque a todos los sectores para poder realizar una política de Estado. “Si no, lo que seguro va a pasar es que vamos a tener una ley que no entiende el problema”, afirmó.

SEGURIDAD

En los últimos días, el Gobierno Nacional ha avanzado con el uso de la tecnología dentro del Estado para aplicaciones de seguridad, una de las aplicaciones de IA que para la UE supone un alto riesgo.

Esta semana se creó una unidad de inteligencia artificial aplicada a la seguridad (UIAAS) en la órbita de la dirección de Ciberdelito y Asuntos Cibernéticos del Ministerio de Seguridad.

La UIAAS tendrá a su cargo el patrullaje de redes sociales, aplicaciones y sitios de internet, así como la dark web para la investigación de delitos, identificación de sus autores y detección de situaciones de riesgo grave para la seguridad.

A su vez, podrá analizar imágenes de cámara de seguridad en tiempo real para la detección de actividades sospechosas, utilizar algoritmos de aprendizaje automático a fin de analizar datos históricos de crímenes y de ese modo predecir futuros delitos y ayudar a prevenirlos, entre otros.