Respaldo a Pemex aproblema a Gobierno mexicano

Después de recibir alrededor de US$10.000mn en ayuda gubernamental el año pasado, la estatal mexicana Pemex necesita más dinero, probablemente mucho más, para evitar recibir una calificación crediticia basura y continuar las operaciones planificadas para 2020.

Pemex Exploración y Producción (PEP) no pagará impuestos este año y recibirá ayuda de los contribuyentes por al menos US$2.000mn solo para mantener la producción en los niveles actuales en medio del desplome del precio del petróleo, según un cálculo publicado ayer por Pablo Zárate, director gerente de FTI Consulting.

"Va a llegar un momento en el que [el gobierno] debería darle respaldo explicito a Pemex", dijo en un seminario web Luis Gonzalí, vicepresidente y director sénior de cartera de Franklin Templeton en Ciudad de México.

Una garantía tan explícita de la deuda de Pemex por parte del Gobierno mexicano mejoraría indudablemente el perfil de la petrolera ante los ojos de los inversionistas, pero también acarrearía impactos de largo alcance para México, y posiblemente socavaría la agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador.

DE "APOYO EXTRAORDINARIO" A GARANTÍA EXPLÍCITA

El jueves pasado, la agencia de calificación S&P rebajó la calificación crediticia de Pemex de 'BBB+' a 'BBB', con lo que quedó al borde de una nota basura.

Fitch ya redujo a Pemex a estado basura en junio pasado, y los swaps de incumplimiento crediticio de la deuda de la compañía ya indican que los inversionistas la consideran en categoría basura.

En su justificación, S&P explicó que la rebaja se produjo a pesar de la expectativa de contar con apoyo [gubernamental] extraordinario casi seguro.

Las preguntas sobre si el Gobierno mexicano rescataría directamente a la empresa, pasando de lo que las agencias de calificación crediticia consideran "apoyo extraordinario" a una garantía explícita de la deuda, ha sido un tema de creciente especulación durante el año pasado.

En una conferencia en Ciudad de México en septiembre del año pasado, el analista de Moody's, Pete Speer, dijo que si bien la calificación de la agencia no consideró que Pemex recibiría respaldo gubernamental explícito para su deuda, de ocurrir, aumentaría la nota de la compañía al nivel de la calificación crediticia soberana de México.

Luego señaló, sin embargo, que esto podría conducir a una rebaja de la calidad crediticia soberana, lo que implicaría mayores costos de endeudamiento para el gobierno.

IMPLICACIONES POLÍTICAS DE UNA GARANTÍA

Más allá del impacto crediticio que tal apoyo tendría para México, el respaldo general para Pemex podría considerarse como una licencia para que la estatal siga adelante con sus proyectos, incluidos los 20 campos "prioritarios" y la refinería Dos Bocas, que los analistas consideran poco rentables.

Si bien el presidente ejecutivo de la petrolera, Octavio Romero, manifestó el mes pasado que la compañía estaba haciendo ajustes para lidiar con el desplome de los precios del petróleo, aún no anuncia cambios importantes en sus operaciones para 2020.

Por el contrario, las petroleras nacionales de Brasil y Colombia, Petrobras y Ecopetrol, ya presentaron nuevas directrices para el año que muestran una reducción de al menos 25% en las actividades de perforación.

Del mismo modo, firmas privadas que realizan labores de exploración y producción en México también han modificado su pronóstico anual. Talos Energy, por ejemplo, anunció importantes medidas de ajuste, incluso en momentos en que apunta a poner en operación el campo costa afuera Zama.

"Es un verdadero cisne negro", indicó Gonzalí respecto del cálculo financiero que puede surgir a partir de la ocurrencia de eventos que son estadísticamente improbables, en un punto comparando la pandemia de COVID-19 y el colapso del precio del petróleo conel avistamiento de dos cisnes negros. De ahí las dramáticas medidas que han adoptado las compañías petroleras para revisar sus estrategias.

Pero si Pemex se mantiene en su curso actual, con solo el 16% de sus campos rentables al nivel de precios actual, según la firma de análisis de energía Welligence, la garantía explícita del gobierno podría ser necesaria más temprano que tarde.

Esa Este respaldo llegaría en un momento en que el Gobierno de México es objeto de críticas por su afán de ahorro, especialmente en lo que respecta a incentivos fiscales para compensar la caída de la demanda en medio del brote de COVID-19.

"Aquí todos ponemos menos Pemex", comentó el titular Zárate.