Senado de Brasil aprueba reglas de créditos fiscales para hidrógeno verde

El Senado brasileño aprobó un proyecto de ley que establece reglas para el programa nacional de desarrollo de hidrógeno bajo en carbono PHBC.

Las normas eran en principio parte del proyecto de ley de marco regulatorio sobre el hidrógeno bajo en carbono, pero esa sección fue vetada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por falta de acuerdo con los legisladores, por lo cual debió redactarse un proyecto separado.

La propuesta de ley del programa PHBC espera ahora la firma presidencial para convertirse en ley.

“Con esta aprobación, Brasil se prepara para consolidar un marco regulatorio para el desarrollo de hidrógeno bajo en carbono, esencial para la transición energética y el alineamiento con los objetivos de sostenibilidad”, dijo a BNamericas Bianca Bez, directora jurídica de la asociación local de hidrógeno y combustibles sostenibles ABHIC.

El programa PHBC otorgará créditos fiscales por la venta de hidrógeno bajo en carbono y derivados producidos en el país.

El monto total de los créditos fiscales que se podrán otorgar entre 2028 y 2032 será de 18.300 millones de reales. Los límites anuales de crédito serán: 1.700 millones de reales en 2028; 2.900 millones en 2029; 4.200 millones en 2030; 4.500 millones en 2031; y 5.000 millones en 2032.

Se dará prioridad a los incentivos para sectores industriales de difícil descarbonización, como los de fertilizantes, acero, cemento, productos químicos y petroquímicos. Otro objetivo será promover el uso del hidrógeno en el transporte pesado, por ejemplo, en operaciones marítimas.

Si los fondos no se utilizan en uno de esos años, se pueden reasignar a los años siguientes hasta 2032. Cada año, el Poder Ejecutivo deberá transparentar el total otorgado y ejecutado, así como sus beneficiarios.

Bez indicó que el regulador brasileño de hidrocarburos, ANP, deberá elaborar reglamentos específicos para implementar la nueva legislación.

Una de las exigencias regulatorias, según Bez, es desarrollar estándares técnicos para la producción, almacenamiento y distribución del hidrógeno verde.

La ANP podría utilizar consultas públicas para recibir retroalimentación del mercado en un intento de garantizar que la normativa sea integral y equilibrada, indicó la ejecutiva.

También señaló que los reglamentos deben considerar los costos de cumplimiento para los actores del mercado, lo que potencialmente influye en el precio final del hidrógeno y la competitividad del sector.

“Una reglamentación excesivamente restrictiva puede desalentar la inversión, mientras que una reglamentación laxa podría no garantizar los estándares de seguridad y sostenibilidad deseados”, advirtió Bez.

Leandro Zannoni, director de regulación de ABHIC, señaló que la ANP será responsable de emitir las autorizaciones para la producción de hidrógeno, considerando las competencias de otras agencias reguladoras en función de las fuentes utilizadas en el proceso productivo.

“Por lo tanto, es esencial que el Gobierno Federal emita una normativa que defina las facultades de las agencias reguladoras”, dijo a BNamericas.

LO COMPLICADO

No será tarea fácil crear una reglamentación suficientemente flexible para dar cabida a nuevas tecnologías y métodos de producción y, al mismo tiempo, garantizar buena coordinación entre múltiples agencias para evitar superposiciones o lagunas regulatorias, precisó Bez.

También señaló que establecer un nuevo régimen regulatorio implica costos significativos en lo que a implementación y supervisión se refiere.

“Estos costos deben minimizarse para evitar impactos negativos en el mercado y los consumidores”.

Zannoni manifestó que la ANP necesitará desarrollar experiencia técnica especializada para regular adecuadamente la cadena de producción del hidrógeno.

“Las empresas probablemente tienen más información sobre costos, capacidad de producción y prácticas de mercado. Esto dificulta la implementación de decisiones regulatorias efectivas, ya que la falta de información precisa puede llevar a una regulación insuficiente o excesiva”, sostuvo.

Otro desafío es armonizarla con los estándares internacionales de producción, certificación y comercialización de hidrógeno para que Brasil pueda convertirse en un exportador competitivo.

“La ANP debe garantizar esta armonización, en particular en lo que respecta a la sostenibilidad y la trazabilidad del ciclo de vida del hidrógeno”, afirmó Zannoni.