Lluvias del primer semestre no terminan con sequía en Chile

Las abundantes lluvias registradas durante el primer semestre no fueron suficientes para poner fin a la sequía de 15 años que azota a Chile, mientras que la escasez de agua en la Región de Coquimbo sigue siendo crítica.

“Ha sido un buen año, pero no significa que la sequía terminó. Tenemos que también esperar al mes de septiembre, de manera de realizar con mayor precisión los pronósticos y permitir tener una proyección más certera de los deshielos” en las montañas, señaló en conferencia de prensa la ministra de Obras Públicas, Jessica López.

Casi todas las estaciones de monitoreo reportaron que en enero-junio hubo mayores precipitaciones que en igual período del año pasado, y algunas incluso superaron los promedios anteriores a la sequía, según la oficina meteorológica.

Los niveles de agua en los embalses también han aumentado. El embalse El Yeso en Santiago contenía 194 millones de metros cúbicos (Mm3) al cierre de junio, por encima de los 177Mm3 de un año atrás, con lo que supera el promedio de 178Mm3 observado entre 1991 y 2010.

Sin embargo, los decretos de escasez de agua siguen vigentes en 49 municipios de la nación.

Si bien este año llovió más en Coquimbo que en los primeros seis meses de 2023, los niveles de agua en siete de sus ocho principales embalses fueron iguales o inferiores, y muy por debajo de los promedios del período 1991-2010.

Se anticipan menos precipitaciones a medida que se acerca el fenómeno de La Niña.

Para este año está prevista una licitación por una planta desalinizadora de US$300 millones en la Región de Coquimbo; sin embargo, López indicó que el ministerio también estaba planificando una planta de emergencia para atender áreas cercanas al valle del río Limarí, que se encuentra en una situación crítica.

REPARACIONES POR INUNDACIONES

López destacó que los daños a la infraestructura este año son menos extensos que el año pasado, aunque las reparaciones relacionadas con las inundaciones de 2023 aún continúan.

“Las obras que se realizaron y también los patrones de lluvia, que fueron bastante distintos [a los del año pasado], nos permitieron pasar este episodio con menor cantidad de daños. Hubo afectaciones, pero ninguna de la gravedad como la que tuvimos el año pasado, al punto de que no estamos considerando un plan de reconstrucción [para 2024], pero sí obras específicas”, dijo en respuesta a una pregunta de BNamericas.

Según el plan de reconstrucción de 2023, el ministerio invertirá 500.000 millones de pesos (US$527 millones) en los próximos dos o tres años en medidas de control de inundaciones, reparación de caminos y puentes y rehabilitación de sistemas de agua rural, aseguró López.