¿Tiene Enel los días contados como concesionaria eléctrica de São Paulo?

La concesión de Enel en São Paulo corre de nuevo el riesgo de que las autoridades locales la revoquen debido al impacto de los fenómenos meteorológicos extremos.

BNamericas consultó a varios expertos sobre la probabilidad de que la empresa energética italiana pierda una de sus concesiones clave en América Latina.

¿QUÉ OCURRIÓ?

Por tercera vez en menos de un año, más de 2 millones de consumidores se quedaron sin suministro eléctrico debido a una fuerte tormenta con vientos de más de 100km/h. El 14 de octubre, unos 400.000 hogares seguían sin electricidad, según el medio Agência Brasil.

El último apagón se produce antes de la segunda vuelta de las elecciones municipales de São Paulo, el 27 de octubre, lo que ha intensificado la politización del problema.

El candidato Guilherme Boulos, del partido izquierdista PSOL, acusó a la administración del alcalde Ricardo Nunes, de la tienda política de centro MDB, que busca la reelección, de no mantener ni podar adecuadamente los árboles que cayeron sobre los cables de energía eléctrica.

Nunes, por su parte, acusa al Gobierno Federal de no supervisar adecuadamente las acciones de Enel a través del regulador sectorial Aneel y de allanar el camino para la renovación de su concesión, que expira a fines de 2028.

El gobernador del estado de São Paulo, Tarcísio de Freitas, del partido derechista Republicanos, aliado de Nunes, ha dicho que Enel debe abandonar Brasil.

En respuesta, el titular del Ministerio de Minas y Energía (MME), Alexandre Silveira, señaló que nada está decidido sobre el futuro de la concesión de Enel, y resaltó que la empresa tiene hasta 2026 para manifestar interés en su renovación.

En junio se establecieron por decreto federal directrices más estrictas para la prórroga de las concesiones de distribución, cuyo reglamento está siendo sometido a consulta pública por Aneel. 

La crisis ha empeorado la ya tensa relación entre el gobierno y el regulador. El MME ha acusado al regulador de ser demasiado indulgente con Enel.

El gobierno también aboga por modificar la ley que rige los organismos de control para que los períodos de sus directores coincidan con el mandato del presidente del país.

El directorio de Aneel fue designado por el expresidente Jair Bolsonaro, quien tiene una amarga rivalidad con el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.

¿CUÁL ES EL SIGUIENTE PASO? 

Alexei Vivan, presidente de la asociación local de empresas eléctricas, ABCE y socio del bufete CGM Advogados, no considera que haya motivos para revocar la concesión de Enel.

“Se trata de situaciones que requieren inspección por parte de Aneel, una posible multa, indemnización por daños eléctricos, pero no la revocación de la concesión, que debería producirse cuando no existen condiciones económicas, financieras, técnicas o incluso de gestión para operar la concesión”, dijo a BNamericas.

“Enel tiene la solidez financiera y la capacidad técnica y de gestión. Fueron fenómenos meteorológicos extremos, caída de árboles, redes aéreas construidas para resistir vientos de hasta 80km/h”, añadió.

Guilherme Schmidt, socio de Schmidt Valois Advogados, destacó que la cancelación de una concesión solo puede aprobarse después de un proceso técnico y administrativo largo en Aneel, en el que la concesionaria tiene amplios derechos de defensa.

Si hay un proceso para extinguir la concesión, es probable que este termine cerca de la fecha límite del contrato de concesión, explicó a BNamericas.

“Además, es necesario evaluar cómo el cambio de Enel podría impactar en el servicio a los consumidores, ya que hay grandes desafíos para modificar la estructura de distribución de energía en una ciudad como São Paulo, que es compleja”, indicó Schmidt.

En su opinión, se podrían considerar otras medidas alternativas a la cancelación de la concesión, como imponer sanciones o no autorizar a Enel a extender la concesión más allá de 2028.

Ante las reiteradas fallas en la prestación del servicio de distribución y la extensión de las áreas afectadas, Paula Padilha, socia de Vieira Rezende Advogados, cree que podría abrirse un proceso administrativo para terminar la concesión de Enel.

“La falta de suficiencia probada en la prestación del servicio público puede dar lugar a la intervención de la concesión o a su terminación, lo que puede darse mediante la nulidad o caducidad”, comentó a BNamericas.

La anulación del contrato de concesión implica que el Estado se hace cargo del servicio público. La caducidad es la terminación contractual por incumplimiento del concesionario.