Una nueva era para la mayor empresa de aguas de Brasil

Sabesp, la mayor empresa de aguas de Brasil, concluyó su proceso de privatización la semana pasada, lo que debería allanarle el camino para realizar las cuantiosas inversiones que necesita para lograr la cobertura universal de agua potable y alcantarillado.

La privatización de la empresa, anteriormente bajo control del estado de São Paulo, se llevó a cabo en dos fases, en las que el estado redujo su participación de 50,3% a 18,3%.

El primer paso del proceso concluyó recientemente luego de que la local Equatorial Energia adquiriera una cuota de 15% en la compañía por 6.900 millones de reales (US$1.260 millones) a un precio de 67 reales por acción.

La segunda fase implicó ofrecer una cuota de 17% en el mercado de valores, y el gobierno recaudó 7.900 millones de reales de inversionistas el jueves. La acción cotizaba a 82 reales al cierre de la bolsa B3 de ese día.

El interés de los inversores fue considerable, ya que la demanda llegó a 187.000 millones de reales, de los cuales 96.500 millones correspondieron a capitales extranjeros.

"Sabesp realizó la mayor oferta pública de acciones en la bolsa brasileña en 2024, resultado de un trabajo consistente realizado con mucho diálogo y transparencia desde el principio por la dirección. Más que una venta de acciones, la privatización es el resultado de una política pública robusta, que tiene como objetivo llevar agua y saneamiento a todos, de manera más barata, más rápida y mejor", dijo en un comunicado la secretaria estatal de Medio Ambiente, Infraestructura y Logística, Natália Resende.

"En otras palabras, esto adelantará la universalización de los servicios de saneamiento de 2033 a 2029, incluirá las zonas rurales y los centros urbanos informales, y reducirá las tasas con sostenibilidad en el tiempo", agregó la funcionaria.

La privatización de Sabesp es un hito en el sector de agua potable y alcantarillado de Brasil, ya que los cambios en las normas han facilitado la entrada de empresas privadas en un sector anteriormente dominado por compañías estatales. El objetivo es impulsar la inversión para garantizar que todas las ciudades del país tengan cobertura universal de agua y alcantarillado para 2033.

Con la privatización, el gobierno del estado de São Paulo afirmó que la empresa podrá invertir 260.000 millones de reales para 2060, de los cuales unos 69.000 millones se destinarán a alcanzar el objetivo para 2029.

CONTROVERSIA

Sin embargo, la privatización de Sabesp no estuvo exenta de polémicas.

Aunque muchas empresas estatales de Brasil han tenido problemas para invertir en la mejora de los servicios y han registrado pérdidas financieras consecutivas durante décadas, el caso de Sabesp es distinto.

La compañía, que cotiza en bolsa desde 1994, siempre ha tenido una gran liquidez para realizar inversiones, lo que ha generado un intenso debate nacional sobre si era realmente necesario privatizarla.

Además, durante el proceso inicial de venta del 15%, las condiciones expuestas en la convocatoria emitida por la empresa a los inversionistas impidieron una mayor competencia, según los analistas.

De hecho, el holding Equatorial fue el único postor interesado en la participación. La empresa tiene poca experiencia en el sector, ya que solo posee un contrato de concesión en el estado de Amapá, asumido recientemente tras la aprobación del nuevo marco para agua y alcantarillado

"En términos generales, la privatización de Sabesp fue una decisión política, dado el historial de la empresa de generar un flujo de efectivo robusto, que posiblemente la habría hecho capaz de realizar las inversiones necesarias para lograr la cobertura total de agua y alcantarillado en el estado, como se estipula en el marco regulatorio", explicó a BNamericas un socio de una consultora de infraestructura especializada en la preparación de contratos en el sector, bajo condición de anonimato.

"No obstante, yo diría que dentro de todo el proceso de privatización, el punto que había que discutir era la venta de esa cuota de 15% y que el pliego podría haberse preparado mejor para dar cabida a una mayor competencia", añadió la fuente.

Según expertos consultados por BNamericas, la convocatoria incluía la condición de que la empresa que adquiriera la participación no pudiera asumir contratos en otros estados.

Esto sacó de carrera a Aegea Saneamento, la mayor empresa privada que opera en el sector, que había manifestado en numerosas ocasiones en el pasado su interés en adquirir una participación minoritaria en Sabesp.

DISPUTAS POLÍTICAS

Como el sector privado controla ahora Sabesp, la empresa se convertirá en un punto de referencia para disputas políticas.

El proceso lo impulsó el gobernador estatal, Tarcísio Gomes de Freita, defensor de la privatización de las empresas controladas por el estado, las concesiones y las asociaciones público-privadas, y considerado un firme posible candidato a la presidencia en las elecciones de 2026.

Freitas fue ministro de Infraestructura entre 2019 y 2022 y cuenta con el apoyo del expresidente Jair Bolsonaro.

Mientras tanto, el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), es un feroz crítico de la privatización y ya ha manifestado que planea presentarse a la reelección en 2026.

La semana pasada, el PT presentó una demanda ante la Corte Suprema en un intento por bloquear la privatización de Sabesp, pero el caso se desestimó.

Con la entrada del sector privado en Sabesp, solo dos grandes empresas de suministro hídrico en Brasil siguen bajo el control de gobiernos estatales: Copasa, en Minas Gerais; y Sanepar, en Paraná.

El gobierno del estado de Minas Gerais ya hizo público su interés en vender el control de la empresa, pero el de Paraná no se muestra tan receptivo a la idea. 

"En Paraná, dado nuestro entorno regulatorio y modelo de negocios, Sanepar parece ser una compañía eficaz. Operamos con eficiencia como empresa estatal. Lo que acostumbro escuchar del gobernador es que nos centramos en la metodología más que en una ideología. Veo que cada estado tiene su propio enfoque para resolver problemas relacionados con el sector de aguas", declaró en una entrevista reciente a BNamericas Wilson Bley Lipski, presidente de Sanepar.

"Pero, por supuesto, el nuevo marco regulatorio abre esa posibilidad de privatización, pero diría que este análisis debe hacerse caso por caso", subrayó Lipski.