México
Entrevista

Adaptación y expectativas: cómo el sector renovable mexicano se prepara para 2024

Bnamericas
Adaptación y expectativas: cómo el sector renovable mexicano se prepara para 2024

El sector de renovables de México ha sufrido enormes transformaciones desde que asumió la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a fines de 2018. 

El desarrollo de este sector se ha ralentizado significativamente dada la visión que privilegia a la energética estatal CFE en el segmento de generación y que desconfía del desarrollo privado de las energías renovables no convencionales, a lo que se suman cambios en leyes y regulaciones y la manera en que se evalúan los permisos. 

Para entender mejor el panorama de las renovables en México y cómo este podría modificarse de cara a las elecciones presidenciales de 2024, BNamericas conversó con Patricia Tatto, vicepresidenta para América de ATA Renewables, compañía de energías renovables con sede en España.

ATA está presente en España, Italia, México, Australia, Chile y Colombia y provee consultoría técnica, gestión en construcción y asesorías para project finance y M&A en el sector.

BNamericas: ¿Cómo han sido estos últimos años para la industria de renovables en México y cómo está hoy el sector? 

Tatto: Han sido unos años muy complicados. Todos hemos tenido que reajustar nuestros modelos de negocio y entender el nuevo ritmo del desarrollo de proyectos en México, que prácticamente ha sido detenido por diferentes circunstancias y más que nada por la incertidumbre regulatoria provocada por los cambios que la administración actual ha querido implementar de acuerdo con su visión del sector energético. 

Esto ha afectado muchísimo a todas las empresas que tenían un plan de negocios basado en una regulación que protegía su inversión y que les daba unas perspectivas de crecimiento bastante favorables, dado el crecimiento de la demanda que se tenía proyectado en el mercado eléctrico mexicano. 

A partir de estos retos, las empresas se han tenido que reajustar. Algunas han terminado la construcción de sus parques. Otras tienen detenida la interconexión de sus proyectos. Otras están esperando ampliaciones o un cambio en el tema de los permisos. Al no haber claridad con respecto a los permisos, y ya que no muchos están siendo otorgados, existe bastante incertidumbre de cara a abrir nuevas inversiones. 

Por otro lado, México económicamente está dando muy buenas señales a la inversión, sobre todo con el fenómeno del nearshoring que viene tras las afectaciones que todos sabemos que vinieron por el COVID-19, en donde los mercados se han tenido que reconfigurar. 

En el sector energético, ha habido impactos en todo el mundo a partir de la guerra de Ucrania y los precios de los hidrocarburos. Hemos tenido un efecto dominó que ha hecho que se replanteen las estrategias de cómo tener un ciclo de vida energético en todos los países, y yo creo que para México también ha sido un motivo de cambio. 

Sin embargo, es preocupante que tengamos unas metas importantes de compromisos internacionales en donde estábamos también empujando por reducir nuestras emisiones de efecto invernadero y —dado como vamos y con la planificación que se tiene vislumbrada por el país— hoy día no se ve cómo se vayan a cumplir esas metas si no hay una incorporación más agresiva de renovables en la matriz energética y de una planificación seria para la descarbonización y la transición energética. 

Y ahí aparecen las expectativas para el próximo año, pues tenemos elecciones y se espera que haya un replanteamiento de la política energética para impulsar a otras cadenas productivas que vienen con el tema del nearshoring y propiciar la oportunidad que tenemos con Estados Unidos de hacer negocios y de facilitar un mercado energético entre los dos países. 

BNamericas¿Cómo cree que la industria de renovables se está preparando para el cambio de administración del próximo año?  

TattoSe está viendo un pequeño movimiento ahora. Algunas empresas están preparándose más estratégicamente para lo que se viene. Todos confiamos en que la amplia demanda del mercado mexicano habilite esa necesidad en la siguiente administración, ya que van a tener que comprar energía limpia y ofrecer a las industrias que vienen a México ese tipo de energía. 

Dada esta perspectiva, y porque el gobierno tampoco ha manifestado lo contrario, hay un mercado con muchas expectativas. Los candidatos presidenciales tienen algunas propuestas más interesantes que otras en el tema verde y en el de crecimiento económico. Ambas cosas influyen mucho en el crecimiento de las renovables. 

Todas las empresas están atendiendo sus compromisos de sustentabilidad, y la planificación de nuevos proyectos requerirá ser muy estratégicos y enfocarse en las necesidades a nivel de estados y local de la red eléctrica, en donde se requiera otro tipo de refuerzos o la implantación de baterías, por ejemplo. Ya vemos algunos proyectos que están pensando en esa consideración, porque [el operador de la red] Cenace lo está considerando. Es importante que se implementen los manuales que se quedaron a la mitad de su implementación para que la incorporación de almacenamiento con baterías se vea como una realidad en una red que va a necesitar de todo el soporte y de grandes inversiones para poder gestionar la energía que eventualmente requiere el país. 

BNamericas: Hay países, como Chile, en que el auge de las renovables ha producido un estrés adicional en la red de transmisión. ¿Cree que la red en México está preparada para un fuerte crecimiento de las renovables? ¿Se ha descuidado este aspecto? 

Tatto: Ha habido errores de planificación de los gobiernos que deciden abrir un mercado. Claramente es una falta de planificación, son errores humanos en que no se cuenta con esa visión sino más con una visión de negocio en donde se abre demasiado el mercado y luego vienen las consecuencias de esas malas gestiones. Y son errores que hay que reconocer y que se dan en diferentes mercados porque también, desafortunadamente, el tema energético se ha vuelto demasiado político, y muchas veces las decisiones no se toman con base en las verdaderas necesidades de los ciudadanos o de las redes de transmisión. 

Creo que en toda América Latina hay una necesidad urgente de infraestructura. Se deberían enfocar fuertemente los gobiernos, la banca de desarrollo y todos los encargados en proveer infraestructura para las personas y generar empleos, y que estos errores se puedan ir gestionando de acuerdo con las planificaciones que se hagan ya un poco más serias, no nada más a nivel político, sino planificaciones a nivel técnico en donde se vea que se requieren esas inversiones.

En la administración pasada en México se planificaron inversiones en redes de transmisión. No prosperaron, y en este sexenio no hemos visto muchos anuncios de este tipo de inversiones. 

Eso también es algo que le puede preocupar a un inversionista si no ve esa planificación, si piensa que puede llegar al país a hacer una inversión y que eventualmente le pueda costar más caro porque no hay visibilidad respecto de si va a poder o no interconectarse o tiene que poner un refuerzo a la red mucho más oneroso. En ese caso, evidentemente los retornos que tú esperas de tu inversión no van a ser los que tú quieres. En otros casos valdrá la pena hacer la evaluación y considerar ya desde un principio los proyectos con baterías o proyectos que estén posicionados de manera estratégica en un lugar donde la demanda vaya a ir creciendo, donde puedas también hacer alianzas con vecinos para invertir en la infraestructura necesaria. 

Creo que hay una preocupación generalizada al no ver grandes planes, ni en México ni en otros lugares, de realmente invertir en reforzar estas líneas o en absorber el costo que conlleva dar luz a todas las personas y mitigar los cortes de electricidad.  

BNamericas: Si bien hay expectativas de cambios en la política energética, seguramente también habrá continuidades. ¿Qué cambios llegaron para quedarse?  

Tatto: No me gusta especular y menos en México, porque aquí de un día para otro las cosas cambian muy rápido. Lo vimos en la manera en que cambió en la entrada de la administración pasada, donde se auguraba un gran impacto en hidrocarburos y en gas, pero no en renovables. Y nos sorprendió bastante el cambio que hubo en el mercado de renovables y en el mercado eléctrico.  Entonces, yo creo que las cosas no van a ser iguales. Sería anacrónico pensar que vamos a volver a donde estábamos. 

Eso, porque la resiliencia nos ha enseñado a que, si algo debemos escuchar, es lo que nos está diciendo la propia administración. La actual administración tiene ciertos planes y ciertas preferencias en favorecer a la empresa estatal y también tiene otros planes a cómo miran la incorporación de renovables en México, que son diferentes a los que nosotros pudiéramos pensar o que se ven como planes mundiales [de descarbonización]. De cara a la nueva administración, y pensando en que hoy se ve probable que se mantenga en el poder el mismo grupo político, creo que el juego será diferente, pero algunos actores seguirán teniendo más preferencia que otros.  

En cuanto a qué actores puedan establecerse en el país, dependerá de qué tipo de condiciones o garantías una empresa pueda brindar en México, qué tipo de aguante haya tenido durante estos seis años de sobrevivir los embates. Hay muchas empresas que siguen legalmente comprometidas porque los proyectos siguen teniendo afectaciones por las regulaciones que se liberaron en este sexenio. 

Entonces, pues habrá que ver quién se queda, quién se va y quién está dispuesto a jugar a las nuevas reglas que, seguramente, aunque se abra el mercado, serán muy distintas a las de otros lugares en América Latina y el resto del mundo. México es un país muy competitivo, muy grande, hay mucho mercado en muchas áreas. Algunas cosas las dejarán hacer mejor a los privados, otras no. 

Lo que deberíamos estar discutiendo es cómo proveer esa infraestructura, haga quien lo haga, tanto la empresa estatal como el privado, sean alianzas o no, pero requerimos un poco de más transparencia y claridad para poder dar tranquilidad a nuestros clientes, a los inversionistas que están pensando en entrar en México en esta siguiente fase, respecto de en cuáles espacios podemos jugar. 

Las empresas deben ser más estratégicas, deben colaborar con los gobiernos locales y con sus necesidades puntuales, posicionarse en cuanto a las directrices de Estados Unidos referentes al nearshoring, donde podría México actuar en coordinación con el país vecino para potenciarse. La tendencia natural sería que México se posicionara como un gigante de renovables, dados todos los incentivos que se están dando en Estados Unidos. Debería caernos a nosotros esa misma inercia. 

Suscríbete a la plataforma de inteligencia de negocios más confiable de América Latina con herramientas para Proveedores, Contratistas, Operadores, Gobierno, Legal, Financiero y Seguros.

Suscríbete a la plataforma de inteligencia de negocios más confiable de América Latina.

Otros proyectos en: Energía Eléctrica (México)

Accede a información clave sobre miles de proyectos de Energía Eléctrica en Latinoamérica: etapas, capex, compañías relacionadas, contactos y más.

Otras compañías en: Energía Eléctrica (México)

Accede a información clave sobre miles de empresas de Energía Eléctrica en Latinoamérica: proyectos, contactos, accionistas, noticias relacionadas y más.

  • Compañía: CFE Generación VI
  • La descripción incluida en este perfil se tomó directamente de una fuente de IA y no ha sido editada ni modificada por investigadores de BNamericas. Sin embargo, es posible que ...
  • Compañía: Consorcio Engie Solar I
  • Consorcio Engie Solar 1 es una empresa conjunta establecida en 2017 que se adjudicó un contrato en México para desarrollar dos plantas de energía solar fotovoltaica, Abril y Cal...