APP de alumbrado público resisten las inundaciones en Rio Grande do Sul

Las intensas lluvias e inundaciones en el estado brasileño de Rio Grande do Sul han conmocionado a toda la sociedad y la política, y es probable que cambien las percepciones sobre la infraestructura.

Sin embargo, las asociaciones público-privadas (APP) de alumbrado público, existentes en cuatro ciudades del estado, incluida la capital, Porto Alegre, siguen siendo una apuesta segura e incluso podrían ayudar a prepararse y prevenir desastres similares.

Pedro Iacovino, presidente de la asociación de concesionarias de alumbrado público ABCIP, explica a BNamericas cómo pueden ayudar, por qué son resilientes y qué cambiará a causa de las inundaciones.

BNamericas: ¿Es posible tener una estimación de la destrucción causada por las inundaciones en Rio Grande do Sul?

Iacovino: El impacto en la infraestructura de las ciudades y en la vida de las personas es gigantesco.

Tenemos información de las concesionarias que operan en ciudades de Rio Grande do Sul que la infraestructura de iluminación pública no sufrió graves daños, pero no tiene sentido tener alumbrado público si todo lo demás está dañado.

Vi imágenes de Porto Alegre y Canoas, donde hay contratos de APP vigentes de alumbrado público, con barrios enteros debajo el agua, pero con los postes de alumbrado funcionando. Es una situación muy dramática.

Creo que estos eventos climáticos que afectan a Rio Grande do Sul tendrán un impacto de largo plazo en esa región.

El nivel de concientización de toda la población sobre fenómenos climáticos extremos en esa región cambiará drásticamente y esto repercutirá en la percepción y demanda de infraestructura de la que aún no tenemos idea porque no había ocurrido nada parecido en el país.

No estamos hablando de un problema ocurrido en una ciudad específica; es un problema que afecta a cerca de dos tercios de un estado, y las vidas y percepciones de todas estas personas cambiarán completamente de lo que eran, por ejemplo, hace dos meses.

BNamericas: ¿Cuáles son entonces los efectos esperados en el área de alumbrado público?

Iacovino: Vamos a pensar cada vez más en soluciones y proyectos que sean más resilientes a fenómenos meteorológicos extremos.

Pero, antes de hablar de alumbrado público, me gustaría llamar la atención sobre algunas ideas que están surgiendo en las que creo que podemos tener problemas en relación con la urbanización de las ciudades de Rio Grande do Sul. Hay algunas opciones que el gobierno estatal estudia sobre la creación de ciudades provisorias para acoger a personas cuyas viviendas fueron afectadas por las inundaciones porque sus estructuras resultaron comprometidas.

En la década de 1960, el gobierno del estado de Río de Janeiro tuvo la idea de crear un lugar provisorio para atender a la población de bajos ingresos que vivía en barrios más ricos de la ciudad, pero que estaban en una situación precaria. Este lugar provisorio en Río de Janeiro es hoy una de las favelas más grandes del estado, Nova Holanda.

Necesitamos que antes de poner en práctica algunas ideas, los administradores públicos, tanto gobernadores como alcaldes, traten de entender los efectos de largo plazo de lo que están considerando.

Ahora bien, hablando más concretamente del sector del alumbrado público, hay cosas que me preocupan.

BNamericas: ¿Qué le preocupa?

Iacovino: Primero, es importante decir que no veo riesgos jurídicos en los contratos actuales; no veo señales de incumplimiento de contratos. Sin embargo, sí veo riesgos presupuestarios.

Varios municipios, incluida parte de Porto Alegre, enfrentan todavía inundaciones y esto genera un impacto directo sobre la actividad económica de las ciudades y una caída abrupta de los ingresos.

Los contratos de APP de alumbrado público tienen una gran seguridad jurídica porque la participación de los estados en los contratos está garantizada por la existencia de la llamada contribución al costo de la iluminación pública [Cosip], que es una tasa cobrada directamente en las cuentas de luz de los consumidores de forma mensual.

Dado el estado de calamidad en algunas ciudades, es posible que estas intenten flexibilizar algunas reglas fiscales temporalmente. Creo que es posible que en muchas ciudades afectadas por las inundaciones sea necesario reformar las normas presupuestarias a corto plazo.

BNamericas: ¿Existen riesgos de mediano y largo plazo para los contratos de APP en esa región?

Iacovino: Este riesgo que mencioné se limita al corto plazo. En el mediano y largo plazo, Rio Grande do Sul se irá recuperando.

Además, en términos jurídicos, hay contratos con gran seguridad jurídica.

BNamericas: ¿Cómo repercuten los fenómenos climáticos extremos en el modelo de negocios de las empresas que trabajan en alumbrado público?

Iacovino: La tendencia de sufrir fenómenos meteorológicos cada vez más extremos se confirma mes a mes. Ya estamos siendo testigos del inicio de una tendencia y debieran ganar terrenos las soluciones que llamamos ciudades inteligentes.

Dentro de estas soluciones hablamos del alumbrado público y del uso de estas estructuras para instalar sensores que midan el volumen de lluvias, los riesgos de inundaciones y deslizamientos, la necesidad de que las ciudades activen mecanismos de drenaje, etc. En otras palabras, se incorporará cada vez más tecnología a los contratos para ayudar a los administradores públicos a adoptar prácticas apremiantes de mitigación de riesgos.

Hoy vemos lo que son los contratos de alumbrado público: son contratos más sofisticados, con más soluciones incluidas, pues son de alumbrado público, conectividad, generación distribuida de energía, todo junto.

En este sentido, tenemos dos buenos ejemplos de soluciones vinculadas al concepto más amplio de ciudades inteligentes, que son las APP en las ciudades de Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, y en Carmo do Cajuru, en el estado de Minas Gerais.

BNamericas: ¿Cuáles son las expectativas del sector de alumbrado público para los próximos meses, considerando las elecciones municipales de octubre?

Iacovino: Las expectativas son muy positivas para los próximos meses, con más subastas.

Aunque tenemos elecciones en octubre, los proyectos que estén estructurados y listos para ser ofertados deberían salir a subasta sin problemas.

La elección impacta los proyectos que aún están en evaluación, ya que los administradores locales se concentran en el proceso electoral y dejan que los proyectos se estructuren solo para avanzar después de las elecciones.

Pero junio, julio y agosto serán meses muy movidos para las subastas de APP en el ámbito del alumbrado público. Hoy tenemos más de 800 contratos de APP en el sector en fase de estructuración.

BNamericas: ¿Hay cambios en los mecanismos de financiamiento?

Iacovino: Las principales formas de financiación siguen siendo capital de las propias empresas y la financiación de los fabricantes de equipos del segmento, pero está empezando a ganar tracción la financiación a través de debentures de infraestructura. Hay cerca de 10 contratos financiados mediante estos bonos.

Hay una limitación de las líneas de financiación en el segmento porque los financieros todavía ven como un riesgo relevante el hecho de que los contratos del segmento sean apenas con una sola parte, que es un ayuntamiento. Pero esta percepción del riesgo evolucionará con el tiempo.

A pesar de las elecciones de octubre, vemos una madurez en los debates. Los administradores públicos, de cualquier tendencia política, se han dado cuenta de que las APP de alumbrado público son positivas para las ciudades. Las APP suponen una reducción de 50% del costo fijo de la electricidad, y esto tiene un impacto directo sobre la caja de los ayuntamientos.

BNamericas: ¿Qué otras tendencias prevé en el sector?

Iacovino: Además de varias licitaciones previstas, habrá una serie de operaciones en el mercado secundario del alumbrado público. Es decir, espero que tengamos varios movimientos de fusiones y adquisiciones en el sector.

Hoy hay más de 60 empresas operando en el segmento, y creo que tendremos entre 25 y 30 en el mediano y largo plazo.

Algunas firmas que entraron al mercado con ofertas muy agresivas en licitaciones pasadas se darían cuenta de que no vale la pena continuar y optarán por vender ese contrato a otra empresa, que puede conseguir más sinergias en el negocio.

Veremos un movimiento de consolidación en el mercado y, en las próximas subastas, ofertas menos agresivas de las que vimos en el pasado, y estas compañías comprenderán mejor los costos de los contratos.