Asociación Mexicana de Datacenters: Estamos optimistas con el nuevo gobierno

El mercado de centros de datos de México está prosperando y los planes de inversión siguen avanzando a pesar de los importantes desafíos en el frente energético.

El gobernador de Querétaro, un centro clave de centros de datos, destacó recientemente que el estado central necesita al menos 900 MW adicionales de capacidad eléctrica para satisfacer las crecientes demandas de los centros de datos.

Sin embargo, “en México se genera suficiente energía para construir ciudades enteras de centros de datos, pero el problema principal radica en nuestras deficientes redes de distribución y transmisión de energía, que requieren modernización e inversión”, afirma Adriana Rivera, directora ejecutiva de la asociación mexicana de centros de datos MEXDC.

Según S&P, México enfrenta importantes limitaciones de transmisión, lo que genera disparidades de precios entre sistemas y pérdidas de energía por parte de los generadores dependiendo de su ubicación.

Para hacer frente a estos desafíos, las empresas de centros de datos han invertido en infraestructura energética para satisfacer sus necesidades de transmisión. Sin embargo, la expansión continua de la industria requerirá más inversiones; MEXDC estima que la infraestructura energética debe quintuplicarse para satisfacer las crecientes demandas impulsadas por los avances en inteligencia artificial.

En esta entrevista, Rivera comparte con BNamericas sus perspectivas sobre qué esperar de la industria de centros de datos de México en 2025.

 BNamericas: ¿Está México energéticamente preparado para el crecimiento de los centros de datos de inteligencia artificial?

Rivera: Estamos trabajando con el gobierno, con la Secretaría de Economía, con la Comisión Federal de Electricidad, con el Senado de la República, porque definitivamente si queremos crecer necesitaremos energía.

En México se genera energía suficiente para hacer ciudades de data centers enteras. Lo que pasa en México es que nuestra red de distribución y de transmisión de energía es muy deficiente. Hace falta modernizarse, hace falta inversión. 

Esto, sin embargo, no nos ha frenado. Estamos abiertos como industria a invertir en energía. En México hoy la empresa que quiere venir a instalarse solicita los permisos al gobierno. Éste determina de dónde va a salir la energía y solicita a la empresa que construya la alimentación y transmisión, y al mismo tiempo, dicta medidas compensatorias para la red eléctrica. Esta condición no ha sido motivo para que la industria se detenga, sino que hemos tenido más que hacer ya de una manera más programada, más pausada, pero sin dejar de crecer como industria. 

Ahora tenemos una nueva administración federal y vemos con mucho optimismo las líneas estratégicas que el nuevo gobierno está enviando hacia la industria en general, pero particularmente el tema energético. 

Hay varias cosas que resaltar. La primera es que se reconoce por parte del gobierno que la red de transmisión y de distribución deben ser reforzadas, y para ello está incluyendo dentro de su estrategia la participación pública y la participación privada. 

También están apostando a la generación de energía limpia, lo cual es otro punto muy a favor de estas nuevas estrategias de gobierno. 

BNamericas: En este contexto, ¿cómo ven que se pueden comportar las inversiones de centros de datos?

Rivera: Nosotros el año pasado, en 2024, mandamos a elaborar un estudio de mercado para medir la industria. Lo hizo a IDC y Data Center Dynamics y nos arrojaron números muy prometedores, pero al mismo tiempo muy conservadores porque el año pasado había incertidumbre, estábamos en plenas elecciones. 

En ese año se determinó que la industria en 5 años iba a tener una inversión directa de US$9.192mn y una inversión indirecta de US$27.000mn. 

También este mismo estudio arrojó cifras importantes de consumo de energía. Esta inversión va a alcanzar para hacer más de 70 nuevos centros de datos de colocación que van a requerir una potencia energética de entre 1470-1500 megawatts para poder operar. Esto implica una inversión eléctrica de más de US$8.000mn. 

Si logramos materializar estos números vamos a tener un impacto en el producto interno bruto de México para el 2029 del 5.2% con más de US$73.000mn de aporte. 

Ahora, estamos viendo que los números se quedan cortos. Hoy la apertura del gobierno federal nos está diciendo vengan a invertir porque vamos a propiciar las condiciones necesarias de la inversión. 

BNamericas: Además de Querétaro que ha concentrado la mayoría de las inversiones, ¿qué zonas de México pueden atraer centros de datos?

Rivera: En México existen muchas entidades o estados que son pro-industria, como Querétaro, Nuevo León, Jalisco, Ciudad de México y el Estado de México. Tenemos hoy por hoy el interés de muchos otros estados como, por ejemplo, el estado de Quintana Roo que nos ha ofrecido facilidades para ir a invertir, el estado de Hidalgo, Sonora, Durango. Si bien es cierto que quizás no puedan contar con una red eléctrica suficientemente robusta para albergar estas capacidades, sí están dispuesto a poderla generar. 

BNamericas: ¿Cómo impacta el cambio de política en los Estados Unidos?

Rivera: Depende de la industria, va a impactar directamente en algunas industrias, como la metalera, pero específicamente en la nuestra de centros de datos, tanto los Estados Unidos como los Estados Unidos Mexicanos van en la misma dirección. La presidenta Claudia Sheinbaum anuncia el robustecimiento de la industria digital al igual que el presidente [Donald] Trump. Entonces, si hay alguna repercusión negativa será colateral… ambos países están apoyando y ambos tienen la misma disposición de fortalecerla. 

BNamericas: ¿Y en temas de nearshoring? ¿Qué pasaría con un gobierno estadounidense más proteccionista?

Rivera: Sí, en los últimos años se estuvo promoviendo mucho esta forma de hacer negocios, de pronto se paró un poco. Creo que México tendrá que hacer una evaluación de hasta qué punto el nearshoring va a impactar positivamente en este momento porque las condiciones han cambiado mucho de cuatro meses para acá, cambiamos tanto el gobierno federal mexicano como el gobierno federal norteamericano. Hoy no podemos tener una referencia real de cuánto va a impactar.