Black & Veatch: "No se puede exagerar el papel del almacenamiento energético en una red descarbonizada"

Black & Veatch fue seleccionado como proveedor de servicios llave en mano del proyecto Advanced Clean Energy Storage (ACES) en EE.UU., instalación pionera en la producción y almacenamiento de hidrógeno limpio.

Desarrollado por Mitsubishi Power y Magnum Development en el estado de Utah, ACES utilizará un banco de electrolizadores de 220MW y generación renovable intermitente para producir hidrógeno, almacenarlo en dos cavernas de sal y entregarlo para futura generación despachable. Cada caverna es capaz de almacenar el equivalente a 150GWh de energía.

Para obtener más información sobre el proyecto y las lecciones aprendidas, y analizar el almacenamiento energético y las oportunidades en América Latina, BNamericas conversa con Oscar Falcon, vicepresidente y director general para América Latina de Black & Veatch, firma de ingeniería, adquisiciones, consultoría y desarrollo con sede en EE.UU.

BNamericas: Black & Veatch fue elegido como proveedor de servicios EPC para el proyecto ACES (Advanced Clean Energy Storage) en EEUU. ¿Qué has aprendido de ese proceso?

Falcon: Este es el primer centro mundial de producción y almacenamiento de hidrógeno verde a gran escala que avanza, lo que lo convierte en un proyecto faro para la expansión del uso de hidrógeno limpio. También se alinea bien con los objetivos de descarbonización declarados por la administración de EE. UU.

Por ejemplo, hace unas semanas, el presidente Biden afirmó el objetivo de su administración de lograr una red limpia para 2035 y cero emisiones netas en toda la economía para 2050. La escala de este proyecto reúne todos los componentes que resaltarán el potencial de un hidrógeno economía en la generación y almacenamiento de energía.

Hemos estado involucrados en este proyecto desde las primeras etapas de desarrollo y, a lo largo de este proceso, hemos aprendido mucho sobre lo que realmente se necesita para construir un proyecto de hidrógeno verde a gran escala. Nuestros expertos han pasado muchas horas trabajando desde el principio para optimizar la ingeniería y la constructibilidad de este proyecto a gran escala, que es extremadamente importante para lograr la competitividad necesaria para que estos proyectos sean financieramente viables y también para prepararse para una fase de ejecución exitosa.

BNamericas: ¿Cuál es la perspectiva para este tipo de proyectos en Latinoamérica?

Falcon: Para impulsar proyectos con tecnologías novedosas y poner en marcha el mercado al permitir que se prueben a escala, es probable que se requiera inversión y apoyo de los gobiernos de la región.

Por ejemplo, la inversión del Departamento de Energía de EE. UU. en ACES ayudará a respaldar los objetivos de descarbonización del gobierno federal. Pero la inversión en ACES y proyectos futuros como este también respaldarán el desarrollo de tecnología de punta y un mercado viable donde los mecanismos tradicionales de retorno del mercado podrían no respaldar el avance de las tecnologías al ritmo que nos gustaría que estuvieran disponibles.

BNamericas: Chile está trabajando para cerrar sus centrales eléctricas a carbón , lo que significa que se necesitará invertir en soluciones de almacenamiento de energía, especialmente dadas las difíciles condiciones hidrológicas. ¿Es el hidrógeno verde parte de la solución y qué tan competitivo podría ser en comparación con las opciones de almacenamiento por bombeo o energía solar térmica, por ejemplo?

Falcon: No se puede exagerar el papel del almacenamiento de energía en una red descarbonizada. Black & Veatch completó recientemente una investigación en los Estados Unidos que indica la fuerte creencia del mercado de que el almacenamiento térmico, por ejemplo, sales fundidas y almacenamiento de calor bombeado, estará entre las tecnologías de almacenamiento alternativas más viables a las baterías de iones de litio en el futuro cercano.

El hidrógeno verde proporciona otro uso final para los electrones renovables, agregando aún más valor al papel de los proyectos solares y eólicos como escalas de almacenamiento de energía y todo, desde el cambio estacional hasta la reducción de la reducción, ayuda a hacer una red más eficiente.

Como hemos visto en problemas en regiones donde la energía se interrumpió significativamente, tener un almacenamiento de energía viable a largo plazo será una parte fundamental de la red descarbonizada. Cuando puede demostrar el papel de la energía solar y eólica en el futuro del hidrógeno y el almacenamiento, la economía de las energías renovables se vuelve cada vez más convincente a medida que se implementan más activos renovables.

BNamericas: En los próximos años, ¿dónde ve más oportunidades para Black & Veatch en Latinoamérica en relación con el hidrógeno verde/derivados del hidrógeno verde: proyectos a escala de servicios públicos enfocados en la exportación o proyectos diseñados para satisfacer la demanda local o aplicaciones locales?

Falcon: Este es un ejemplo donde "ambos" es la respuesta correcta. Gran parte de la región es rica en recursos eólicos y solares, y la energía hidroeléctrica también podría desempeñar un papel en la generación de hidrógeno verde tanto para la producción nacional como para la exportación. Vemos oportunidades significativas para proyectos de energía de carga base que satisfagan las necesidades de energía nacionales e internacionales utilizando hidrógeno para compensar la demanda de combustibles fósiles en las próximas décadas.

Además, el desarrollo de proyectos de hidrógeno a escala de servicios públicos o de exportación también creará oportunidades en la transmisión y distribución de gas y electrones. Las posibilidades de aprovechar la capacidad de energía verde de América Central y del Sur son muy emocionantes.

BNamericas: Por lo que ha visto en otras regiones y mercados, ¿qué tan importante es que un país tenga una estrategia u hoja de ruta de hidrógeno verde?

Falcon: Durante años, el sector energético ha discutido la necesidad de planes de recursos integrados (IRP) como un medio de infraestructura energética preparada para el futuro, así como para ayudar a acelerar las estrategias de descarbonización. Pero los IRP requieren un cambio fundamental de una mentalidad de proyecto a un enfoque sistémico de la infraestructura energética que sigue siendo esquivo.

Dado el ciclo de vida de los activos de infraestructura energética, las decisiones que se tomen hoy podrían tener impactos durante décadas en el futuro. Establecer objetivos para 2030 sin considerar cómo el logro de esos objetivos tendrá un impacto en los objetivos de 2040 o 2050 podría conducir a activos varados o un ROI más bajo que los que se emprenden con una estrategia integral de hidrógeno en mente.

Por lo tanto, consideramos de extrema importancia que los países cuenten con una estrategia y una hoja de ruta como parte de su agenda energética.

BNamericas: Finalmente, ¿puede contarnos sobre algún proyecto en particular en el que esté trabajando en Latinoamérica o quizás qué sectores (energías renovables, almacenamiento) están generando oportunidades comerciales para usted hoy?

Falcon: En Latinoamérica estamos muy activos en varios proyectos relacionados con infraestructura sustentable, principalmente relacionados con energía: generación de gas y renovables, transmisión y distribución [transmisión y distribución], almacenamiento. Estamos muy activos en el campo H2 verde, donde estamos realizando estudios para varios clientes en Chile, Brasil y Colombia y proyectos de desalinización de agua para la industria minera, y un sector que está ganando mucho impulso es el de los centros de datos.