Brasil en la senda de convertirse en potencia industrial para el mercado solar mundial

Brasil, conocido por ser una potencia en energía solar, quiere convertirse en un centro industrial para los insumos que el sector necesita.

En medio del turbulento escenario geopolítico en que Estados Unidos y Europa revisan sus cadenas de suministro, el Gobierno brasileño busca posicionar al país como un proveedor confiable.

Adalberto Maluf Filho, secretario de Medio Ambiente Urbano, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, conversó con BNamericas sobre las perspectivas de Brasil para ser protagonista de la escena mundial de equipos solares.

BNamericas: ¿Tiene Brasil el potencial de desarrollar una industria que satisfaga la necesidad de insumos para la fabricación de equipos de energía solar en el mundo?

Maluf Filho: Creemos que Brasil tiene una posibilidad real de ser un centro crítico de fabricación industrial, primero para América Latina debido a nuestros lazos históricos en la región, incluidos los tratados comerciales como el Mercosur [bloque comercial formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay].

Pero, más allá de eso, tenemos la posibilidad de ser un polo industrial para atender también a los países desarrollados.

BNamericas: ¿Por qué Brasil es atractivo para países desarrollados como EE.UU. y regiones como Europa?

Maluf Filho: Brasil posee una matriz eléctrica altamente descarbonizada, pues más del 90% de nuestra energía es limpia, y eso significa que la producción industrial brasileña genera menores emisiones de efecto invernadero.

Un panel manufacturado en Brasil tiene una huella de carbono 40% menor que la de un panel solar producido en China. Un automóvil fabricado en Brasil presenta una huella de carbono un 30% menor que la de un automóvil producido en Europa o Estados Unidos.

A partir de 2024, Europa empezará a gravar el comercio en función de la huella de carbono. Dadas las características que mencioné, y también porque tenemos todos los minerales estratégicos para esa producción y la capacidad productiva en términos de ingeniería y parque industrial instalado, Brasil tiene en mi opinión una amplia capacidad para atender esa demanda de los países desarrollados.

BNamericas: ¿Inciden los actuales conflictos geopolíticos mundiales en los planes de Brasil de convertirse en un polo industrial para el segmento solar?

Maluf Filho: Hay industrias internacionales que quieren estar en países más estables, y los conflictos actuales en el mundo tienen un gran impacto sobre la producción de insumos en general. Lo mismo ocurre en el caso de la energía.

En Alemania, por ejemplo, se están cerrando fábricas por el tema energético y eso puede llevar a empresas que producen allí, pero con filiales en Brasil, a optar por producir aquí.

Este es solo un elemento más que nos hace creer que efectivamente podemos convertirnos en un polo industrial para la exportación de productos relacionados con el segmento solar fotovoltaico.

Estados Unidos impuso aranceles antidumping a la fabricación de módulos y celdas fotovoltaicas de China e incluso a aquellos que son producidos por empresas chinas en otros países, mientras que Brasil está fuera de estas restricciones si los producimos aquí.

Dentro de nuestro objetivo de ser un polo industrial en el segmento solar, es una meta importante producir aquí celdas fotovoltaicas para exportarlas a Estados Unidos y Europa.

BNamericas: Algunos analistas dicen que la evolución del hidrógeno verde garantizará un período de prolongada demanda de energías renovables de Brasil, incluida la solar. ¿Son realistas estas expectativas?

Maluf Filho: Brasil apuesta fuerte por el hidrógeno verde tanto por ser una fuente de descarbonización para la industria —con la producción de acero verde y de fertilizantes—como por la exportación de hidrógeno verde vía urea.

Según nuestras estimaciones, tenemos todos los elementos para convertirnos en uno de los líderes en hidrógeno verde y así atraer inversiones multimillonarias.

Si hoy pensamos en otros lugares con gran potencial para el hidrógeno verde, como Estados Unidos o el norte de África, Brasil destaca y con ventaja porque tendríamos capacidad de producir hidrógeno verde más limpio y a menor costo que esos lugares.

BNamericas:¿Existe algún plan del gobierno para fomentar la instalación de paneles solares bajo el programa de viviendas sociales Minha Casa, Minha Vida?

Maluf Filho: Hay una ley que otorga un descuento en la generación de energía para quienes son parte del programa.

[Nota del editor: Quienes participan en Minha Casa, Minha Vida pueden instalar paneles solares en sus hogares. El costo de instalación se compensa con la reducción del precio de la energía que antes pagaban, con la diferencia utilizada para pagar los paneles].

Esto es bueno tanto para Caixa Econômica Federal como para las constructoras de viviendas, ya que aumenta la capacidad financiera de las personas que viven en viviendas que forman parte del programa.

Además, tanto el Gobierno Federal como las administraciones locales pueden realizar convocatorias para la compra de energía solar a aquellas personas que estén registradas para que esta energía sea vendida al gobierno, lo que desarrolla aún más el aspecto social del programa y crea nuevos modelos para modernizar instalaciones solares antiguas. Con esto, viabilizaremos el modelo con el apoyo de los gobiernos locales.

No tenemos un cálculo exacto de cuántas viviendas hay en todo Minha Casa, Minha Vida que podrían ser objeto de este nuevo incentivo, pero es un número grande. Solo para darle una idea, el gobierno contempla construir otros dos millones de viviendas bajo el programa en los próximos años. Si pensamos en lo que ya se construyó, estamos hablando de más de 10 millones de casas construidas.