Cámara Guatemalteca de la Construcción prevé que 2021 será año récord

El sector de construcción de Guatemala ha mostrado un rápido crecimiento este año después de un decepcionante 2020, cuando las obras debieron paralizarse a causa de la pandemia.

Sin embargo, el alza de los precios amenaza con mermar la expansión el próximo año, según el presidente de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (Construguate), Erwin Deger Asturias.

El dirigente conversa con BNamericas sobre la situación del sector, los proyectos prioritarios y los obstáculos que enfrentan varias asociaciones público-privadas (APP) que siguen entrampadas en el Congreso.

BNamericas: ¿Cómo fue el desempeño del sector de la construcción de Guatemala durante el momento más crítico de la pandemia en 2020?

Deger: Para nosotros el 2020 fue un año negativo, decrecimos. Acatamos las disposiciones presidenciales de que había que cerrar y suspender la obra, no éramos un sector esencial.

Durante mucho tiempo estuvimos parados. También debo decir que gracias al apoyo del gobierno somos unos de los primeros sectores en reactivar. Se nos autorizó el protocolo de regreso a labores bastante rápido. Si no estoy mal, creo que fuimos el primer sector no esencial que regresó a trabajar, con la observación de que muchas de nuestras actividades son al aire libre.

Después de ese año negativo, este 2021 se proyecta que va a ser un buen año, uno de nuestros mejores años, y esperamos tener un crecimiento del 7%. A grandes rasgos y números muy redondos, esperamos que sea más del 7%. Estamos empleando a más 500.000 guatemaltecos y esperamos mantener nuestra participación del 4% en el PIB.

BNamericas: ¿Cuál es la expectativa para 2022?

Deger: En el 2022 lo que nos preocupa un poco es el aumento de los precios de los materiales. La producción local sí cubre una buena parte de nuestro sistema constructivo, pero mucho es importado. Eso puede que afecte la tendencia que traemos. Nosotros quisiéramos que se mantenga ese ritmo del 7%, pero sí prevemos que en el tema de la vivienda —que es uno de los sectores que se atienden acá—, puede que le afecte un poco.

BNamericas: ¿Qué tipo de materiales podrían estar sujetos a este aumento?

Deger: El acero. Es un material sumamente importante e importado. Si aumenta, nos va a pegar fuertemente.

Sin embargo, en la etapa pospandemia —si se puede llamar de esa manera—, ha ocurrido otro efecto y ese es el que nosotros queremos aprovechar. Todavía esperamos agarrar esa ola en ventas de propiedades [proyectos inmobiliarios] para 2022. En el esquema de un proyecto de construcción, esto toma meses, en algunos hasta años. Entonces, el 2022 va a ser un año en el que puede que nos afecten los precios, pero esperamos que esa ola nos alcance para llegar a la orilla.

BNamericas: ¿Cuáles son los proyectos más destacados que han ayudado al sector de la construcción a salir de este bache?

Deger: Son un abanico de proyectos. Por un lado, están los más fuertes, la infraestructura que se ejecuta para el Estado. Hay algunos proyectos privados de infraestructura, pero pocos comparado con el resto. El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) es un generador de trabajo de infraestructura. No hay proyectos nuevos, pero sí recapeos y algunas modificaciones, pasos a desnivel principalmente.

Luego está la construcción de vivienda, tanto vertical como horizontal. Ahí es donde no ha habido proyectos industriales grandes por el momento. En alguna medida, también por el efecto que genera el tema de la consulta [indígena], se ha frenado un poco la inversión en temas como minería, hidroeléctricas. El tema del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en donde se debe hacer una consulta a las comunidades previo a ejecutar los proyectos, ha frenado de alguna forma que se invierta en esos megaproyectos. La vivienda vertical, horizontal y temas de infraestructura han reactivado el sector de la construcción.

BNamericas: El gobierno espera la aprobación del Congreso para iniciar este año la construcción de la primera etapa del sistema de teleférico Aerometro, proyecto valorado en 1.200 millones de quetzales (US$153 millones). ¿Qué otros proyectos de transporte son esenciales?

Deger: El Transmetro [línea N°5 del sistema de buses de tránsito rápido]. La municipalidad de Guatemala ya tiene todo planificado y cubierto, y la cámara tiene mucho interés en este.

Ya hablando específicamente de algunos proyectos, está el metrorriel, que usaría una línea férrea del metro y que conectaría a los municipios de Guatemala y Mixco, y la autopista Escuintla-Puerto Quetzal. Urge que se atiende ese proyecto.

BNamericas: Las asociaciones público-privadas deben ser aprobadas por el Congreso, incluso cuando se adjudican mediante un proceso transparente. Sigue pendiente la aprobación de siete APP avaluadas en 12.000 millones de quetzales. ¿Hay formas de fomentar la inversión privada sin tener que pasar por el Congreso?

Deger: Existen los medios y ya existen los proyectos. Hay varios proyectos de inversión que obviamente no son públicos porque, hasta que no se sepa y se tenga la certeza, no salen a la luz. Sí hay varios proyectos innovadores. Guatemala es un terreno montañoso y hay uno de esos proyectos que involucra un túnel para unir dos barrancas. El proyecto es 100% privado.

Creo que hay que seguir apoyando el tema de las APP y, para ello, hay una propuesta de modificación de ley. Somos parte de la junta directiva de la Anadie y hemos apoyado el tema de las reformas. Justamente lo que se busca es que se atiendan otro tipos de proyectos.

La agencia [Andie] ha estado muy concentrada en temas de infraestructura vial y aeropuertos, pero creemos que pueden diversificarse más a hospitales, cárceles, basura, procesamiento, recolección, inclusive generación de energía con la basura, que tal vez son en comparación con los proyectos viales un poco más pequeños, pero igual de interesantes para atraer inversión.

Del lado del gobierno, que son los que presiden la junta directiva de la agencia, tienen mucho interés en que pase la reforma. Sí hay apetito, sí hay interesados con el capital para invertir en el momento que se abra.

BNamericas: ¿Qué debiera aprobar el Congreso este año, según la Construguate?

Deger: Nosotros quisiéramos que este año se autorice la autopista Escuintla-Puerto Quetzal, respetando los tiempos del Congreso y todas las prioridades que puedan tener. La ley de infraestructura vial yo sí la veo algo difícil. Tiene que pasar por el Congreso también la aprobación del Aerometro.

Entonces, nuestro sueño es que tanto el Aerometro como la autopista se puedan autorizar este año, para que en enero del 2022 ambos empiecen a generar inversión, trabajo y ese derrame en la economía.

Además, nosotros tenemos otra propuesta de ley pendiente de aprobación, que es la ley de interés preferencial. Es una ley que está pendiente desde la tercera lectura, o sea, ya es la última. Eso es para promover la compra de la primera vivienda para familias que no califican en los bancos a un crédito. Esa igualmente sería una herramienta de reactivación económica, porque es de cobertura nacional.

BNamericas: ¿Qué pasa con el tren Bicentenario, que uniría la costa atlántica con la frontera de San Marcos y Chiapas entre Guatemala y México?

Deger: Sabemos muy poco. ¿Qué opinamos? Bienvenidos sean. Creo que nunca se debió ceder ese espacio de la línea férrea, que hoy está siendo ocupado por personas que no tienen donde vivir.

Creo que el tráfico se reduciría enormemente si se utiliza ese sistema. De hecho, muchos de los accidentes y mucho del problema vial que tenemos es el exceso de transporte pesado que atraviesa la capital.

Ahí se tiene la línea férrea que ya unía los dos puertos [Puerto Quetzal y Puerto Barrios] y una frontera también entre México, Guatemala y El Salvador. No sabemos mucho, pero sí creemos que es algo que vendría a facilitar y reducir el tiempo de entrega y los productos perecederos podrían estar mucho más rápido en la puerta de salida al mundo. Seguro generaría bastante trabajo y, si hay inversionistas interesados, bienvenidos a Guatemala.