Cómo navegar por el cambiante escenario fiscal de Chile

Chile ha estado discutiendo reformas tributarias desde 2014, lo que ha planteado desafíos para las empresas en lo que respecta al cumplimiento.

En tanto, la reforma tributaria todavía está sobre la mesa y es un pilar de la agenda legislativa de la actual administración.

Para ahondar en el tema, BNamericas realizó una entrevista por correo electrónico a David Huala, contador público y auditor. Huala se incorporó recientemente a la consultora local Tax Advisors como socio, siendo el primer auditor en ostentar ese título de la empresa santiaguina desde que abrió sus puertas en 1992.

BNamericas: Usted dice que las empresas necesitan un oficial de cumplimiento tributario, ya que Chile ha vivido continuas reformas impositivas. ¿Cuándo empezó a aumentar esta necesidad y por qué?

Huala: En nuestro país operó por 30 años el denominado (fondo de utilidades tributables) FUT, sistema de tributación con integración total entre el impuesto que paga la empresa y el impuesto que pagan sus dueños, es decir, el primero operaba en su totalidad como un crédito contra el impuesto global complementario e impuesto adicional. A este sistema se puso fin con la reforma del año 2014, con el argumento de que el registro FUT era utilizado como una herramienta de planificación tributaria y que servía para postergar indefinidamente los impuestos de los dueños (elusión). 

Por lo anterior, en la mencionada reforma, se incorpora en nuestra legislación una norma general antielusiva, lo que genera un cambio de paradigma, ya que, hasta esa fecha, cada vez que se identificaba un vacío en la normativa (loop hole), el legislador debía crear una norma especial para atender ese caso en particular.

Debemos considerar que pasamos de un sistema con 30 años de historia, con vasta jurisprudencia administrativa y judicial, a tener constantes reformas tributarias, según el gobierno de turno.

BNamericas: ¿Estamos hablando de pymes, empresas grandes o ambas?

Huala: Estos cambios afectan a todo tipo de compañías, pero las grandes empresas cuentan con un departamento especializado en temas tributarios y con el apoyo de asesoría externa especializada, por lo que claramente se encuentran en una mejor posición para enfrentar estos cambios normativos.  

Por el contrario, las empresas familiares medianas y pequeñas cuentan por lo general con solo un departamento de contabilidad que no tiene la especialización en materia tributaria, por lo que se vuelve más complejo entender las constantes reformas. Es precisamente en ese grupo donde vemos que un oficial de cumplimiento tributario externo podría ser un soporte fundamental para mantener un adecuado nivel de cumplimiento tributario.

BNamericas: ¿Qué aspectos del cumplimiento son los más complejos para las empresas en Chile?

Huala: A nuestro juicio, más que algún aspecto en particular, vemos que lo complejo son las constantes reformas tributarias, las que muchas veces generan efectos colaterales, que no fueron previstos.

Por ejemplo, podemos ver que, con la incorporación de los servicios profesionales como un hecho gravado con IVA, aquellos servicios profesionales prestados desde el extranjero y que, por aplicación de un tratado de doble tributación, no gravan con impuesto adicional, se deben gravar con IVA. Esto significó un aumento de la carga tributaria de un 19%.

Otro ejemplo es la exención de IVA en las sociedades de profesionales. En este caso, la jurisprudencia administrativa inicialmente sostuvo que no podría ser socio de dicha sociedad un empresario unipersonal, criterio que posteriormente fue cambiado por la administración tributaria, sin que haya existido un cambio de ley. Esto genera confusión entre los contribuyentes. 

BNamericas: ¿Qué valoran más las empresas en términos de impuestos (estabilidad, tasas atractivas, etc.)?

Huala: El sistema de tributación del FUT, que se mantuvo por 30 años, entregó estabilidad y confianza a los inversionistas. Sin duda, la estabilidad y reglas claras representan un aspecto fundamental a la hora de realizar inversiones a largo plazo. Por el contrario, constantes reformas generan un desincentivo a la inversión al no contar con reglas claras ni estabilidad tributaria.

BNamericas: Para nuestros lectores en el extranjero, ¿podría darnos un resumen breve del escenario local sobre la reforma tributaria? Por ejemplo, ¿cuáles son las prioridades legislativas del gobierno actual en esta materia? Y, basado en procesos de reforma anteriores, ¿se promulgarán proyectos de ley antes del fin del mandato de Gabriel Boric en 2026?

 Huala: Actualmente el proyecto de reforma tributaria (alzas de impuesto) se encuentra congelado y vemos poco probable en el escenario actual que se pueda lograr su implementación en este gobierno. 

Por el contrario, el proyecto en actual tramitación en el Senado de cumplimiento tributario, que trae medidas para combatir la elusión y la evasión de impuestos, seguramente se aprobará antes de fin de año. Este proyecto pretende incorporar, entre muchas otras materias, la fiscalización unificada a grupos empresariales, la multijurisdicción y la limitación de los procesos de reorganización empresariales, otorgando mayores facultades discrecionales a la administración tributaria.

De aprobarse, sin duda generará mayores controversias con la autoridad fiscal, lo que requerirá incorporar al equipo de cumplimiento tributario un litigante para atender en conjunto con el auditor tributario las estrategias de defensa y, cuando corresponda, interponer los recursos correspondientes para velar por los intereses de los contribuyentes.

BNamericas: ¿Se prevén algunas tendencias respecto a la demanda de sus servicios en los años venideros?

Huala: Creemos que el [Servicio de Impuestos Internos] SII mantendrá entre sus planes la constante incorporación de herramientas tecnológicas y la ejecución de nuevos cruces informáticos. Lo anterior se verá reforzado con los mayores recursos que otorgará el proyecto de cumplimiento tributario para la modernización de la trilogía tributaria (SII, Servicio Nacional de Aduanas y Tesorería). 

Esto sin duda significará un apoyo relevante para el ente fiscalizador, pero también generará una mayor complejidad y demanda de los servicios de cumplimiento tributario (declaraciones de impuestos y declaraciones juradas) y en los procesos de fiscalización.

Por lo anterior, se ha definido que el socio de auditoria tributaria trabaje de la mano con los abogados litigantes en el área de cumplimiento, para que en conjunto definan la estrategia de defensa administrativa, velando para que los procesos de fiscalización se realicen en tiempo y forma, respetando los derechos de los contribuyentes.