Crisis energética e incendios políticos marcan camino hacia elecciones en Ecuador

El panorama político de Ecuador se enfrenta a fuertes turbulencias a medida que el país se acerca a unas elecciones generales dentro de cuatro meses.

En medio de una crisis energética y una serie de incendios en Quito, la administración del presidente Daniel Noboa lucha por mantener el capital político. La reciente declaración del estado de excepción, en particular para la capital, señala el intento del gobierno por recuperar el control y evitar la desestabilización política.

A pesar de los esfuerzos del gobierno, el descontento va en aumento debido a la inacción y la mala gestión percibidas, sobre todo a la hora de abordar la escasez de energía, alimentada por la peor sequía del país en más de medio siglo.

La tensión política se ve agravada por los problemas de seguridad, ya que los incidentes de violencia relacionados con el crimen organizado se ciernen sobre el proceso electoral del país.

BNamericas conversa con Cristian Carpio, analista sénior de riesgo político de la consultora Prófitas, sobre la coyuntura política y lo que puede esperar el país en los próximos meses.

BNamericas: ¿Cómo está al momento la situación política con miras a las elecciones de febrero?

Carpio: El gobierno ha perdido mucho capital político en medio de la crisis energética.

Luego de los incendios que azotaron a Quito y lo que dijeron tanto el Gobierno Central como el alcalde de la capital, Pabel Muñoz, acerca de que fueron ataques dirigidos, es evidente que el presidente Noboa busca prevenir y controlar la capital.

Por eso incluyó a Quito en el estado de excepción emitido recientemente para varias provincias, para evitar caos y sobre todo evitar que puedan desestabilizarlo políticamente. 

Octubre, por lo general, es un mes violento, que ha puesto en aprietos a gobiernos en el pasado, aunque no estamos en una coyuntura de que, por ejemplo, puedan darse paralizaciones y protestas violentas; octubre es un mes simbólico y el gobierno de Noboa está buscando también generar un símbolo.

BNamericas: ¿El capital político se ha perdido por la falta de acciones?  

Carpio: Es un tema estructural: por la falta de acciones y también por la falta de un manejo más prolijo de la crisis energética. 

El gobierno se ha centrado en avanzar acciones en la región costa; hay encuestas que demuestran un apoyo importante en ciertos sectores de la costa. Noboa ganó las elecciones con provincias de la sierra. Quito ha sentido un poco el abandono de la presencia del gobierno y no ha habido una buena política de comunicación ni obras importantes del gobierno en la capital del país.

La declaración del estado de excepción para Quito también busca dar un shock de seguridad en la capital para retomar algo de confianza de sus habitantes pues, aunque en esta ciudad no haya toque de queda, la sola presencia de militares y de la fuerza pública en las calles de una forma más permanente genera confianza y es bien percibida por la ciudadanía. 

No es una solución integral, pero es algo novedoso desde el sentido político-comunicacional, que puede nutrir confianza a un grupo de la población que cree que el gobierno de Noboa lo ha abandonado. 

BNamericas: ¿Cuál es la lectura que usted tiene de los incendios de días pasados? 

Carpio: Hubo falta de prevención del municipio y en menor medida del gobierno 

En segundo lugar, creo que sí hubo un acto premeditado con objetivos políticos, porque generar incendios a la misma hora en distintos puntos es para socavar la capacidad de respuesta y generar caos, y eso va más allá de la piromanía.

Adicionalmente, no hubo inteligencia para prevenir estos actos. Los incendios desnudaron las debilidades estructurales de la ciudad en términos de respuesta política y en términos de respuesta de emergencia. 

BNamericas: ¿Qué se puede esperar de aquí a fin de año? 

Carpio: El gran desafío continúa siendo el tema energético, pues la salida de la provisión de energía de Colombia complica las aspiraciones del gobierno de controlar el problema en el corto plazo. La crisis energética es la crisis que más impacto político tiene. 

Si bien hay un importante número de la población que toma en cuenta el tema de la sequía, por otro lado, está la falta de previsión de los cortes de luz, los cambios de horario, la afectación al sector productivo que generan malestar y un desgaste político del gobierno. 

La crisis energética, incluso, va a tener un impacto más alto que los temas de seguridad. 

En los próximos meses habrá acusaciones políticas de la oposición al gobierno y del gobierno a la oposición. 

Seguramente habrá problemas de seguridad, sobre todo hechos violentos, para desgastar o perjudicar al gobierno o a algún grupo político, porque el crimen organizado también está jugando un papel desde hace muchos años en el contexto político. 

Hay que recordar que el año pasado asesinaron a un alcalde en funciones, un candidato a alcalde y un candidato presidencial; no se puede descartar situaciones similares ahora.

No me extrañaría que diciembre se torne más complejo y que el gobierno genere golpes de efecto, sacando nuevamente a los militares a las calles, avanzando temas de diálogos para extradición, apresando a delincuentes peligrosos.

BNamericas: Las encuestas siguen mostrando como favoritos para las elecciones al presidente Noboa y a Luisa González.

Carpio: Así es, pero hay temas interesantes; por ejemplo, el correísmo [el movimiento político asociado al expresidente Rafael Correa] mantiene su apoyo duro en un 25%; si bien su candidatura ha crecido algo, ese crecimiento es marginal.

Otros actores tampoco despegan. Noboa sigue liderando muchas de las encuestas, sigue partiendo como favorito, porque hay una crisis de liderazgo y una crisis de legitimidad de los candidatos. 

Creo que el correísmo sigue golpeado. Tiene un apoyo aún fuerte que le va a permitir entrar a segunda vuelta, pero no necesariamente ha mejorado su capital político; se mantiene la desconfianza a la candidatura.

Otro tema que también es importante es que el voto duro de Noboa ha aumentado. La crisis de liderazgo y desgaste de las fuerzas políticas también han ayudado en algo al presidente Noboa.

Hasta el momento, la pelea sigue entre Noboa y González; habrá que ver hacia adelante la performance de Noboa sobre la crisis energética y los temas de seguridad.

Por ahora veo difícil que las condiciones se presten para un nuevo outsider. 

BNamericas: Si Noboa sigue liderando las encuestas, ¿eso podría conllevar también a un bloque legislativo fuerte de su movimiento político?

Carpio: En las últimas encuestas se ve el apoyo que tendría el bloque legislativo del presidente en la Asamblea Nacional, que es una de las formas de medir el voto duro; está entre el 19% y el 20%. En algunas encuestas está un poco por encima del correísmo y en otras un poco por debajo. 

Si es que Noboa llega siendo el favorito a segunda vuelta, su bloque legislativo va a ser la principal o la segunda fuerza política.

Eso cambiaría la dinámica porque por primera vez el correísmo no tendría tanto peso, o al menos Noboa tendría un bloque significativo que puede cambiar la relación de poder. 

Sin embargo, aún falta mucho tiempo para las elecciones, por lo tanto, todo es prematuro, habrá que ir analizando de cerca la coyuntura. Hasta el momento, los partidos políticos han estado apagados y cautelosos; creo que están guardando su arsenal para los próximos meses. 

Sentencias a grupos o figuras políticas o potenciales escándalos de corrupción pueden también desgastar a las figuras de los partidos políticos. 

Los próximos meses van a ser decisivos.