El coste oculto de la transición energética en Colombia

Retrasos en la tramitación de permisos y oposición social han frenado proyectos de energías renovables en La Guajira, departamento colombiano bendecido por su abundancia de fuentes eólicas y solares. 

Por su parte, el departamento de Cesar —con condiciones climáticas casi tan óptimas y una resistencia social prácticamente nula— está captando la atención de los promotores de proyectos. 

Sin embargo, la tendencia podría tener consecuencias peligrosas, advierte Andrés Amell, profesor de Ingeniería y experto en energía de la Universidad de Antioquia de Medellín.

La primera parte de la entrevista con Amell está disponible aquí.

BNamericas: ¿Preocupan las demoras en los proyectos de energía renovable no convencional en La Guajira, en el norte de Colombia, donde las comunidades se han opuesto a estas iniciativas?

Amell: Nosotros conocemos bastante bien La Guajira porque es donde tenemos un proyecto piloto de hidrógeno verde a partir de la energía eólica y solar. Y con ese hidrógeno producimos gas natural sintético. Hemos estado tres años desarrollando ese proyecto allá y hemos podido entender el tema de los territorios y de las comunidades. 

Para ellos los recursos naturales son parte de su cultura y sienten que una interferencia por una línea de transmisión, un parque eólico o un parque solar afecta sus creencias culturales sobre el territorio.

Por eso su posición de negación de los proyectos es un asunto que tiene una fuerte explicación cultural que sociológicamente no es fácil de superar. 

BNamericas: ¿Cuál es la solución?

Amell: Estamos viendo, por ejemplo, que ya no se están proponiendo los proyectos solares en La Guajira, sino en el departamento vecino de Cesar porque, en el Cesar, las superficies terrestres para proyectos solares no tienen la misma presión de las comunidades. 

BNamericas: ¿Están migrando los proyectos solamente al Cesar o también a otros departamentos?

Amell: En la última subasta de energía firme [en febrero], se aprobaron 1.300MW de energía solar en el departamento de Córdoba. Esto trae otro desafío. Córdoba tiene las tierras más fértiles de Colombia, junto con [el departamento de] Valle del Cauca. Los propietarios de las tierras están viendo que es más rentable utilizar sus fincas para parques solares que para cultivos alimenticios. ¿Entiendes el problema? ¿Qué es más importante: alimentación para el país o energía?

BNamericas: Es muy interesante esto, ya que podría llevar a un desabasto alimenticio. Cambiando de tema, ¿qué pasa con el gas sintético y su potencial?

Amell: Lo que se está planteando en el mundo es que, cuando haya excedentes de energía eléctrica de origen renovable, estos puedan ser almacenados en grandes cantidades, y las baterías, con el desarrollo tecnológico que tienen, no permiten almacenar grandes cantidades. Entonces, lo que se plantea es que esta energía eléctrica se lleva a hidrógeno por electrólisis. 

El hidrógeno a su vez se lleva a gas natural sintético y en ese sentido usted puede utilizar los yacimientos de petróleo y gas agotados para almacenar gas natural sintético. La tecnología de almacenamiento en estructura geológica, tipo yacimientos de petróleo y gas agotados, ya es madura. Uno pudiera coger energía eléctrica que no la puedes almacenar en grandes cantidades, llevarla a química donde sí la puedes almacenar en grandes cantidades

BNamericas: ¿Pueden usarse los gasoductos de Colombia para el hidrógeno?

Amell: Podría causar una fragilización de los gasoductos. Entonces, ahí se está discutiendo hasta dónde es seguro meter hidrógeno en las redes de gas natural. Hasta hoy hay consenso de que hasta en un 20% en volumen no habría problema. Pero la otra opción que te estoy planteando es que tú coges este hidrógeno ahora y lo lleva a un proceso que se llama metanación. 

Aquí necesitarías otra molécula, que es el CO2, que puedes coger de las chimeneas. Y esto es una reacción química porque el CO2 y el hidrógeno renovable producen metano. Entonces, aquí no hay problema porque el metano es el principal constituyente del gas natural y es solo un paso más [en el proceso de producir hidrógeno].

BNamericas: Cuéntanos del proyecto piloto de biogás que la Universidad de Antioquia está desarrollando junto a la petrolera estatal Ecopetrol.

Amell: Ahora vamos a la segunda fase del proyecto a potenciar lo que haya allá. Lo que queremos conseguir es que el CO2 no sea fósil, sino que este CO2 sea de origen biogénico, o sea, renovable también, porque renovable y renovable te da 100% renovable.

El sur de La Guajira es una región agrícola y tiene mucho residuo agroindustrial que se puede utilizar por descomposición anaeróbica para producir biogás. Y con el biogás se puede obtener CO2 de origen renovable, que es diferente al CO2 que sale por la chimenea cuando quemas carbono o gas natural.

BNamericas: ¿Cuál es el potencial del hidrógeno en el departamento de Antioquia?

Amell: En Antioquia estamos tratando de que [la producción de hidrógeno] sea con una microcentral hidroeléctrica. En Antioquia, más que energía eólica y solar, lo que hay es hidroelectricidad, en pequeña, mediana y gran escala. En pequeña escala, menos de 10MW. 

El consenso que hay es que es una energía renovable no convencional, o sea, no tiene mayores impactos ambientales y puede ser sostenible. Y ese es un estudio que estamos haciendo. Siempre el desarrollo va a ser en pequeña escala —por todas las restricciones ambientales y de sostenibilidad que hay— y para la autogeneración de Ecopetrol o quizás para el uso de otras industrias.