El renacer de las principales empresas de ingeniería y construcción de Brasil

Las principales empresas brasileñas de ingeniería y construcción tienen la oportunidad de recuperar el terreno perdido en los últimos años.

Estas oportunidades surgen en parte porque el Gobierno Federal planea retomar la estrategia de que el banco de desarrollo BNDES financie proyectos fuera del país, lo que allanaría el camino para estas empresas entren en nuevos mercados, como hicieron Andrade Gutierrez y OEC (antes Odebrecht).

Sin embargo, para ellas el problema del alto endeudamiento persiste.

Alexandre Garcia, analista sénior de firmas de ingeniería y constructoras y director asociado de Fitch Ratings, conversa con BNamericas sobre las perspectivas de la industria.

BNamericas: ¿Dónde están las principales oportunidades de negocios para las principales firmas brasileñas de ingeniería y construcción?

Garcia: Yo diría que las principales oportunidades vienen con las numerosas licitaciones de concesiones que tuvimos el año pasado, a lo que se suma el impacto que han generado la nueva normativa de saneamiento, el segmento de gas y también el sector energético.

Para las grandes empresas de ingeniería y constructoras, existe una ventaja por el hecho de que pocas tienen tanta experiencia y todas las certificaciones necesarias para llevar a cabo grandes obras.

Además, empiezo a ver oportunidades para empresas brasileñas fuera del país.

Como vemos altos precios en commodities como minerales y petróleo, sabemos que muchos países que los producen tienen que mejorar mucho su infraestructura. Aquí me estoy refiriendo en particular a los países africanos.

BNamericas: ¿Podría profundizar sobre dónde ve estas oportunidades? ¿En qué sectores en particular?

Garcia: La energía es un sector en el que vemos mucha inversión asociada, tanto en plantas térmicas e hidroeléctricas como en energía eólica y solar.

El sector de saneamiento también tiene mucha demanda de proyectos, porque las normas vigentes obligan a las empresas sanitarias a hacer más inversiones.

Los puertos y aeropuertos también están captando la atención, ya que implican obras de gran complejidad, mientras que las carreteras tienen un gran volumen de inversión en despliegue.

Además de estos sectores, también hay segmentos que generan muchos negocios para las empresas [de ingeniería y construcción]. Actualmente, por ejemplo, el mayor contrato vigente de OEC es el programa de desarrollo de submarinos Prosub.

BNamericas: El Gobierno Federal ya ha señalado que quiere una mayor participación del sector público en obras de infraestructura. ¿Cuáles serán las implicaciones para los contratistas?

Garcia: Aún vemos que se están discutiendo muchos detalles, pero diría que el regreso del BNDES como financista de proyectos de las empresas será importante, ya que hará que sean más competitivas al participar en licitaciones fuera del país.

Cuando una empresa compite por un proyecto y tiene experiencia en ingeniería y construcción, tener un financista detrás cambia radicalmente el escenario y da mucha mayor competitividad a su propuesta.

Una empresa brasileña que va a ofertar por la construcción de un aeropuerto en Angola o la construcción de una mina en Perú, si llega con una propuesta que incluya una estructura de financiamiento definida, se vuelve mucho más competitiva.

BNamericas: ¿Esta práctica podría llevar a que vuelvan a surgir críticas contra BNDES?

Garcia: Creo que lo que había que explicar a la sociedad antes, cuando BNDES financiaba obras de ingeniería de empresas brasileñas en el exterior, era el beneficio que eso trae al país.

En el pasado hubo un caso real de una empresa brasileña que estuvo haciendo obras de ingeniería en África, financiada por BNDES, y todos los materiales utilizados en ese proyecto eran de compañías que producían en Brasil.

Por ejemplo, en este proyecto que menciono, aunque no puedo revelar los nombres, tres fábricas de zapatos de seguridad de la ciudad de Franca, en el estado de São Paulo, exportaron 120.000 [pares de] zapatos por año a empleados que trabajaban en un proyecto. Cuando BNDES detuvo el financiamiento, estos zapatos comenzaron a comprarse en China, lo que trajo como consecuencia el cierre de las fábricas en Brasil.

Lo que hay que explicarle a la sociedad es el beneficio que trae esta estrategia y que todos los bancos de desarrollo del mundo lo hacen.

BNamericas: Además de tener a BNDES financiando proyectos, ¿cuál es el efecto de que haya más inversión pública en infraestructura en las empresas del Gobierno Federal?

Garcia: Si todo es muy transparente y los procesos son todos muy detallados, será fantástico para las empresas, porque significa un cliente más para ellas y más proyectos en marcha.

Pero siempre tenemos que tener procesos transparentes para que no se repitan los errores del pasado, como los que se descubrieron con la operación [anticorrupción] Lava Jato.

Yo diría que actualmente las compañías que cubrimos tienen controles estrictos en sus áreas de cumplimiento y, si se dan cuenta de que los procesos no son transparentes, ellos mismos decidirán no participar en los proyectos.

BNamericas: ¿Las empresas del sector siguen sufriendo los efectos de Lava Jato?

Garcia: Aún persiste el principal efecto, que es el de las multas que las autoridades les aplicaron a estas empresas y que tienen que pagar.

Creo que, para que vuelvan al tamaño que tenían antes de Lava Jato, va a pasar algún tiempo. Sin embargo, hay ventajas competitivas que han mantenido.

Los grandes proyectos de infraestructura requieren que las compañías cuenten con certificaciones y experiencia comprobada en sectores y proyectos específicos. Aquí hay un elemento importante.

Para que sus certificaciones sean válidas, es necesario que los profesionales encargados de firmar las certificaciones obtenidas con anterioridad se encuentren aún en la empresa.

Por lo tanto, incluso durante los años en los que las grandes firmas no tuvieron nuevos contratos, mantuvieron a profesionales experimentados en puestos clave. Su ADN se mantuvo.