"En mi opinión, Nicaragua es una jurisdicción de segundo nivel"

Mako Mining espera comenzar la producción dentro de unos meses en la mina nicaragüense San Albino, uno de los proyectos de oro a cielo abierto con las leyes más altas del mundo.

Pero eso es solo el comienzo, dijo a BNamericas su presidente ejecutivo, Akiba Leisman, ya que la empresa apunta a lograr una producción adicional del depósito Las Conchitas, en las cercanías, y una mayor exploración en sus 188km2 de concesiones en el país centroamericano.

De cara al futuro, la compañía con sede en Vancouver planea utilizar flujo de caja derivado de Albino para financiar adquisiciones.

Si bien la pandemia ha retrasado el avance en el proyecto, Leisman dice que se ha sorprendido gratamente con sus experiencias en Nicaragua, jurisdicción que en su opinión es mejor que México.

BNamericas: ¿Cuál es su visión de Nicaragua como jurisdicción minera?

Leisman: Nos ha sorprendido gratamente el apoyo que nos han brindado el Ministerio de Energía y Minas, el gobierno a nivel central y local y las comunidades de la zona para reactivar la mina San Albino, al igual que el grado de experiencia en el país.

Eso es en parte porque B2Gold, con sus dos minas que vendieron a Calibre Mining, preparó el escenario. Están dirigidas de manera muy profesional y crearon esta fuerza laboral para sus minas.

Tenemos algunos de sus exempleados que fueron capacitados adecuadamente, que saben cómo reportar a una empresa canadiense. No es como si estuviéramos partiendo de cero.

BNamericas: ¿Qué ocurre con los permisos?

Leisman: Nuestra mina los recibió para la construcción y operación de una instalación de 500t/d en septiembre de 2017. El mes pasado obtuvimos la autorización para expandirla a 1.000t/d.

El proceso para ampliar nuestras operaciones fue fluido y rápido. Conseguimos los permisos para duplicar la capacidad de procesamiento en menos de un año.

En este complicado momento por el covid-19 y tramitando en aduanas, trayendo suministros y equipos, el gobierno han hecho todo lo posible para garantizar que podamos mantener nuestro cronograma, que fue revisado, para construir la mina.

BNamericas: ¿Cuál es el potencial de San Albino?

Leisman: Tenemos uno de los proyectos a cielo abierto con las leyes más altas del planeta. San Albino es solo el comienzo.

Contamos con 188km2 de terrenos continuos en dirección noreste a suroeste, esa es la tendencia de la mineralización. La llamamos cinturón Corona de Oro.

Tiene unos 23km por 3 km. Nos estamos preparando para publicar una actualización del informe de recursos que destacará el área que estamos explotando, la veta San Albino y el área del proyecto San Albino, pero estamos muy entusiasmados con las perspectivas de nuestras tierras, especialmente en dos áreas.

Las Conchitas, unos 2,5km al sur de San Albino, es un área donde creemos que contaremos con un segundo recurso y una segunda área de explotación, con suerte dentro de los próximos dos años.

Hacia el norte adquirimos la concesión Potrerillos, que está al otro lado de un río desde San Albino, aunque está en la dirección geológica y tiene la misma mineralización.

En última instancia, tendríamos un campo de oro orogénico y si estas vetas fueran casi verticales —como lo son en Canadá, Australia Occidental u otras partes del mundo donde se pueden explotar a una milla de profundidad o más—, la gente identificaría esto muy rápidamente y ya se habría explotado como una mina subterránea.

Aquí habría una operación muy grande, pero, debido a que las vetas están inclinadas, entre 25 y 40 grados, podemos explotarlas a cielo abierto y dificulta la explotación subterránea.

Solo estamos enfocados en el tajo abierto, pero hay mucho potencial subterráneo para alguien más, o quizás para nosotros una vez que contratemos a personas que sean especialistas en ese tipo de minería.

Hay minas que se explotan de esa manera, pero es necesario contar con una estabilidad del suelo adecuada y el método de extracción correcto. Nosotros decimos que nos quedaremos con lo mejor y dejaremos que otros interpreten y valoren las onzas subterráneas más adelante.

Solo con lo que vemos en la superficie se conforma un distrito y eso es muy fascinante. Estaremos perforando aquí durante muchos años.

En este momento solo estamos utilizando una plataforma perforatoria, en Las Conchitas, pero tan pronto como la mina entre en producción comercial, en abril o mayo de 2021, aumentaremos su número a seis o siete plataformas.

Hemos operado en ese nivel antes y tenemos la capacidad y el personal para procesar los testigos de aproximadamente 7 plataformas, tal vez de hasta 10, y llgaremos a esos niveles.

BNamericas: ¿Cuáles son los principales obstáculos para llegar a la etapa de producción?

Leisman: Hemos comenzado la explotación y completado más del 70% de la planta procesadora y el depósito de relaves. Esperamos estar en condiciones de comenzar a procesar material alrededor de diciembre y lograr nuestras primeras barras de oro en enero.

Podemos llegar hasta 1.000t/d. La mayoría de las tajos a cielo abierto tienen leyes de alrededor de 1g/t. Aquí son de dos dígitos.

Es algo extraordinario y por eso debemos tener mucho cuidado en la forma de explotarlo.

Vamos a explotar dos o tres frentes a la vez. Trabajaremos constantemente con dos o tres cuadrillas en la misma montaña, pero en dos o tres lugares para poder mantener un ritmo de procesamiento constante que nos lleve a 500t/d.

Sería difícil mantener por mucho tiempo un ritmo sostenido de 1.000t/d a partir de San Albino porque necesitamos más frentes.

Para llegar a 1.000t/d debemos tener recursos en Las Conchitas para contar con otra operación en la que podamos trabajar en dos o tres frentes.

BNamericas: ¿Cuánto esperan producir inicialmente?

Leisman: Los primeros tres meses procesaremos mineral de menor ley, de 2-3g/t, para poner en marcha la operación; luego, en el tercer o cuarto mes, comenzaremos a procesar mineral de alta ley.

Esperamos producir comercialmente a principios del segundo trimestre. Todavía estamos esperando nuestra actualización de recursos para especificar las leyes esperadas, pero un rango de 8,0-9,5g/t y con 500t/d según nuestras recuperaciones esperadas equivaldría a 40.000-50.000oz/a una vez que la mina sea declarada en producción comercial.

BNamericas: ¿Cómo les ha afectado la pandemia?

Leisman: Nos hemos retrasado. Esperábamos lograr las primeras barras de oro en septiembre y tuvimos que postergarlo hasta enero de 2021.

Los vuelos comerciales a Nicaragua se cancelaron. Recientemente trajimos a un grupo de nuestro equipo operativo sénior a través de un chárter privado desde México.

Debieron tomarse pruebas de COVID-19 dentro de las 72 horas antes del vuelo y tener resultados negativos, incluidos los pilotos. Es difícil, pero es difícil en todo el mundo.

Entre marzo y abril la gente no estaba segura de qué se trataba esta enfermedad, teníamos empleados que solo querían irse a casa. Estaban asustados y reacios a trabajar con otros.

Conversamos con los empleados por internet para explicarles que haremos todo lo posible para mitigar el virus y que probablemente estarán más seguros bajo nuestro cuidado y con los recursos que tenemos que si estuvieran desempleados y solos.

Una vez que lo expliqué así lo entendieron. Vieron que estábamos estableciendo protocolos y comprando equipos de protección personal y medicamentos que de otra manera no estaban disponibles para ellos.

Hemos duplicado nuestra fuerza laboral médica y ganado mucha confianza y lealtad de los empleados.

Hemos tenido empleados que se han enfermado. Es complicado aquí porque también hay dengue, y cerca de la mitad de las personas que pensaban que tenían covid-19 en realidad tenían dengue, y la otra mitad dio positivo por covid-19.

Afortunadamente fueron casos leves y pudimos ponerlos en cuarentena y brindarles atención. Nunca tuvimos que dejar de trabajar ni tuvimos un brote propiamente tal.

Desde marzo solo hemos tenido un puñado de personas contagiadas, en diferentes momentos, generalmente porque usaron el transporte público. Se suben a autobuses abarrotados, aunque les hemos pedido que no lo hagan.

BNamericas: ¿Cuál es su estrategia a largo plazo?

Leisman: Todo lo que construimos estará finalmente a la venta. Nicaragua no está en la parte superior de la lista de jurisdicciones en las que la gente está ansiosa por hacer negocios. Debería estarlo, pero no lo está. Canadá, Nevada, Australia Occidental son lo mejor de lo mejor. Hay un segundo nivel, y yo diría que Nicaragua es considerada una jurisdicción de tercer nivel, pero en mi opinión es una jurisdicción de segundo nivel.

Para mí, es mejor hacer negocios aquí que en México en este momento. Definitivamente es más seguro.

Entendemos que mientras no contemos con una operación que procese 1.000t/d y que tenga más de 10 años de vida útil, no estaremos en el radar de muchos interesados en fusiones y adquisiciones.

Por eso, si somos capaces de generar el tipo de flujo de efectivo que esta mina puede generar, usaremos esos fondos para encontrar otras operaciones que podrían usar ese efectivo, siempre que sean beneficiosas para nuestra empresa, y así construir un negocio aún más grande.

Las fusiones y adquisiciones están totalmente en nuestra agenda. En este momento la empresa no está lista porque apenas estamos poniendo las cosas en marcha.

BNamericas: ¿Qué tipo de activo buscarían?

Leisman: Oro y en América.

Nos gustan los proyectos en etapa de desarrollo con potencial exploratorio. Tenemos un equipo que puede construir minas. No tenemos miedo de construir. Creemos que somos rápidos y baratos.

Pasarían entre 18 y 24 meses a partir de ahora como caso base antes de que consideremos alguna fusión o adquisición.