Energéticas se preparan para vivir sin reguladores independientes en México

Las radicales enmiendas constitucionales que Andrés Manuel López Obrador está impulsando en su último mes como presidente de México están conmocionando a la comunidad empresarial.

Si bien la reforma al Poder Judicial domina los titulares, la principal preocupación para los inversionistas del sector energético mexicano es la propuesta para que la Secretaría de Energía (Sener) absorba los reguladores CRE y CNH, con lo que dejarían de existir como entidades independientes.

Para analizar las implicaciones para los inversionistas y evaluar las perspectivas de la industria energética mexicana con la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, BNamericas conversa con Jeremy Martin, vicepresidente de energía y sostenibilidad del Institute of the Americas, centro de estudios interamericano de políticas públicas de la Universidad de California en San Diego (UCSD).

BNamericas: ¿Qué impacto cree que tendrán las reformas propuestas para el sector energético mexicano?

Martín: Todo el mundo está preocupado de la reforma judicial, pero la posible eliminación de varios organismos reguladores, incluidos dos reguladores energéticos, es igualmente alarmante.

A raíz de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, los reguladores se volvieron más relevantes y más independientes. Cuando llegó AMLO, intentó hacerlos desaparecer y los politizó.

En este punto, se podría plantear que los reguladores ya han sido debilitados y ya no son importantes, pero lo que les está pasando es emblemático de la degradación general del sector energético mexicano. La CRE fue creada hace más de 30 años, mucho antes de las reformas energéticas de Peña Nieto, cuando México estaba entrando en su fase de libre comercio y globalización. La CNH se creó durante la administración de Calderón [2006-2012] para aplicar la supervisión de Pemex y tener un sector petrolero más regulado. Deshacerse de ambos es ahora un gran problema.

BNamericas: ¿Cuáles son las implicaciones para la inversión extranjera en el sector energético mexicano?

Martin: Los años de AMLO han demostrado que siempre habrá empresas que tengan un cálculo diferente en lo que respecta a cuestiones políticas y regulatorias. México tiene muchos fundamentos que lo hacen extremadamente atractivo. Algunas petroleras se han alejado de México y han devuelto o vendido sus activos, pero no creo que haya un abandono generalizado por parte de las empresas eléctricas ni de las empresas de ductos que ya están presentes.

Lo que molesta a la gente de este tipo de modificaciones es que México debería aprovechar este momento y no poner trabas. Las reformas sin duda tendrán efectos a mediano y largo plazo en México. Ya se puede ver con lo que está sucediendo con el peso.

BNamericas: ¿Cuáles son sus primeras impresiones de Claudia Sheinbaum?

Martín: Intento tener esperanza, pero cuando veo su apoyo a lo que está haciendo [el partido gobernante] Morena y los cambios legislativos, es difícil conciliarlo. En algunos temas parece que no hay diferencia entre ella y AMLO. Sheinbaum definitivamente será menos estridente, pero es difícil ver cambios importantes en el mercado con respecto a los años de AMLO.

BNamericas: ¿Qué cambios avizora en la política energética?

Martin: El simple hecho de cambiar a los directores de Pemex y de CFE ya es positivo. No se podía hacer nada peor que con los directores anteriores. Así que, según esa señal, ya estamos mejor.

También podría haber más apertura a las energías renovables y a la generación distribuida. Se habla de aumentar el máximo de megavatios para autoabastecimiento de 0,5MW a un límite mayor. Pero ese es un cambio bastante marginal. Sheinbaum ha sido muy clara en que CFE va a mantener su participación de mercado de 54%.

BNamericas: México depende de EE.UU. para el 70% de su gas natural. ¿Cree que eso cambiará con Sheinbaum?

Martín: Siempre fue uno de los aspectos más irónicos de los años de AMLO que tuviera este discurso tan nacionalista sobre el petróleo y la primacía de las empresas estatales, mientras México seguía aumentando su dependencia del gas natural de Estados Unidos.

Históricamente, Pemex tenía petróleo fácil en aguas someras y no se centró en el gas natural. Se habló de ello hace 10 o 12 años, pero Pemex no puede competir con el gas de esquisto extremadamente barato que México puede traer por ductos desde EE.UU.

AMLO está obsesionado con la soberanía energética del petróleo, la electricidad y los productos refinados, pero no escuchamos mucho sobre la soberanía cuando se trata de gas natural.