FIT Energia: "Es difícil pensar en un futuro sin generación distribuida"

FIT Energia es una plataforma bajo el control de la unidad brasileña de Banco Santander que se enfoca en la generación de energía compartida, una de las modalidades de la generación distribuida.

Entre sus clientes hay personas y empresas, y las cuentas mensuales van desde 400 reales (US$72) hasta más de 1.000 reales.

El CEO de FIT, Bruno Menezes, conversa con BNamericas sobre el negocio y las perspectivas de crecimiento de la plataforma.

BNamericas: ¿Cuál es el foco del negocio de FIT Energia?

Menezes: FIT es una plataforma que opera en el ámbito de la generación compartida. Por un lado, están los inversores de los activos que arrendamos y, por el otro, los consumidores que quieren formar parte de esta asociación. Tanto particulares como empresas, al unirse a FIT, pueden formar parte del concepto de generación compartida y ahorrar dinero en sus cuentas de luz.

Somos controlados por Santander, que es uno de los mayores financiadores de energía renovable y comercializadora independiente de energía del país. 

BNamericas: ¿Cuál es el perfil de sus clientes?

Menezes: Consumidores que no quieren o no pueden instalar techos solares, que viven en edificios, por ejemplo, o que tienen propiedades alquiladas o que no quieren encargarse de la limpieza y el mantenimiento de los equipos.

En el caso de las empresas, su consumo es naturalmente mayor, por lo que las cuentas superan los 1.000 reales mensuales. Los particulares pagan en promedio alrededor de 400 reales al mes.

BNamericas: ¿Cuál es su opinión sobre la apertura del mercado libre?

Menezes: Claramente este es el futuro. A fin de cuentas, por más que haya un monopolio natural de la distribuidora, el diferencial será el servicio. El consumidor final, el residencial, está preocupado por lo que va a recibir en términos de ahorro y servicio.

BNamericas: ¿Siguen siendo competitivos los proyectos de generación distribuida?

Menezes: Los proyectos GD1 tienen un alto nivel de competitividad. Los GD2 son mucho menos competitivos. No hemos visto muchos proyectos GD2 remotos. En cuanto a su futuro, habrá que ver cuánto se pagará [en tasas]. El regulador Aneel todavía está definiendo eso.

Nota del editor: Los proyectos GD1 tienen garantizada una compensación de 100% de la tarifa de energía y de la tarifa de uso del sistema de distribución hasta 2045. Los proyectos GD2 y GD3 deben pagar por el uso de la red de forma gradual a lo largo de los años, a partir de 2023. El último grupo, que incluye plantas más grandes, están sujetos a cobros más elevados.

BNamericas: Hay informes de que algunas distribuidoras están dificultando la conexión de nuevos proyectos de generación distribuida. Por su parte, estas afirman que son inviables nuevas conexiones en determinadas localidades porque hay una inversión del flujo de energía en las subestaciones. ¿Qué está sucediendo?

Menezes: No podemos decir que todos los casos se deban a dificultades impuestas por las distribuidoras porque sabemos que hay regiones con mucha inversión en generación distribuida y poca carga [de consumo], como en el norte del estado de Minas Gerais. Aunque no disponemos de esos datos, es razonable imaginar que esa capacidad se haya agotado en esa zona de Minas Gerais.

La inversión del flujo no es el problema en sí, pero sí lo es cuando se alcanza el límite [de la infraestructura de transmisión y distribución]. Es necesaria una inversión enorme para avalar este crecimiento.

Creo que lo importante es la transparencia. Si la distribuidora presenta un estudio con sus datos que demuestra que será necesaria una inversión, el mercado se tranquilizará. Lo que molesta es cuando no hay transparencia.

BNamericas: ¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento de FIT?

Menezes: Deberíamos llegar a fin de año con más de 100.000 consumidores.

Es difícil pensar en un futuro sin generación distribuida. La pregunta es cómo se adaptará el sistema, cómo se adecuarán las distribuidoras a una realidad que sigue la tendencia de las cuatro D de la energía: distribución, descarbonización, digitalización y democratización.

Todavía vamos a necesitar algunas plantas grandes, sobre todo para abordar el despacho, pero es un hecho de que el crecimiento de la generación distribuida está ayudando al país al despacho de menos plantas térmicas y asegurar más agua en los embalses.