Inversionistas portuarios privados abogan por mayor agilidad en tramitación de permisos en Brasil

El sector de terminales portuarias privadas en Brasil moviliza grandes inversiones y cuenta con una considerable cartera de proyectos pendientes de realización.

De los 90.000 millones de reales (US$16.000 millones) en inversiones anunciadas en el sector desde 2013, menos de la mitad se han desembolsado hasta ahora, sobre todo por problemas de obtención de permisos y otros retrasos, y el segmento espera que las autoridades tomen medidas para acelerar los procesos de concesión de licencias para allanar el camino para que estas obras sigan adelante.

Murillo Barbosa, presidente de la asociación local de terminales portuarias privadas, ATP, y exdirector del regulador de vías navegables, Antaq, conversa con BNamericas sobre las inversiones en el sector y las perspectivas generales para las operaciones portuarias privadas.

BNamericas: ¿Cuál es el escenario actual del sector de terminales portuarias privadas en Brasil?

Barbosa: Es probable que terminemos 2024 con un crecimiento de alrededor de 5% en el movimiento [de carga] en estas terminales.

Este año, a diferencia de los últimos, se espera que el segmento registre un crecimiento algo inferior al del movimiento público, pero eso se debe únicamente a una cuestión estacional.

El movimiento de carga en terminales portuarias privadas se asocia estrechamente al comercio de commodities de Brasil, como la agricultura, la minería y el petróleo.

Desde la perspectiva de la inversión, el panorama es positivo, a partir de los anuncios que están realizando las empresas del sector.

El sector de terminales portuarias privadas tiene planes de inversión mucho mayores que los puertos públicos, porque los proyectos del segmento no dependen de la voluntad del gobierno, ni de que haya suficiente espacio en el presupuesto.

Lo único que se requiere para realizar inversiones es la autorización y los permisos.

BNamericas: ¿Cuáles son las inversiones estimadas para el sector de terminales privadas?

Barbosa: Nos basamos en los anuncios de las empresas. Desde 2013, hemos registrado inversiones anunciadas por un total de 90.000 millones de reales.

De ese monto, ya se desembolsaron 42.000 millones de reales y quedan por desembolsar 48.000 millones de lo anunciado.

BNamericas: ¿Cuándo es probable que se realicen las inversiones restantes?

Barbosa: Las inversiones anunciadas tardan en materializarse por varias razones; no ocurren inmediatamente después de que las empresas hacen sus anuncios.

Uno de los principales motivos es la demora en la tramitación de licencias ambientales en Brasil, así como el tener que conseguir autorizaciones de Antaq. Es muy difícil establecer un plazo exacto para la realización de estas inversiones debido a eso.

Además, el sector tiene ciertas características. Cuando una empresa da a conocer una inversión, el anuncio suele incluir el valor total del desembolso para todo el proyecto. Sin embargo, estos proyectos se desarrollan de manera gradual y la construcción de terminales se realiza en fases en función de la demanda de carga transportada.

Recientemente, el mismo Antaq criticó a los operadores porque las inversiones no se correspondían con los montos anunciados. Pero eso sucede porque las inversiones se hacen de manera gradual, lo cual es característico del sector.

BNamericas ¿Entonces no es posible saber una fecha límite exacta para cuando se desembolsarán las inversiones?

Barbosa: De los 90.000 millones de reales anunciados, hemos desembolsado un poco menos de la mitad desde 2013. Es razonable suponer que se necesitará un tiempo similar para desembolsar los fondos restantes.

BNamericas: ¿Quiénes son los principales inversionistas en el área de terminales privadas en la actualidad? ¿Esperan cambios en el perfil de los inversionistas o en las estructuras de financiamiento de los proyectos?

Barbosa: Los principales inversores son nuestros asociados aquí en ATP, que forma una cadena muy vertical, que incluye empresas de logística y minería como Vale, Ferroport [empresa conjunta que integran Anglo American y Prumo], DP World, Imetame y otras.

Hay más empresas operativas que fondos de inversión involucradas en el sector, y es probable que esta estructura siga siendo la misma, puesto que estas firmas ya están muy familiarizadas con el segmento.

En cuanto a la financiación de proyectos, muchas empresas se financian con fondos propios. En algunos casos, ya estamos viendo compañías que optan por emitir obligaciones de infraestructura o incluso bonos extranjeros. Sin embargo, todavía es demasiado pronto para decir si las obligaciones de infraestructura se convertirán en un instrumento de financiación importante para el sector a medio plazo. Eso dependerá de cada proyecto.

Las empresas con acceso a financiación internacional a menudo lo prefieren porque pueden conseguir tasas de interés más bajas.

BNamericas: Desde el punto de vista regulatorio, ¿cuáles son las medidas más urgentes?

Barbosa: Lo ideal sería tener la menor regulación posible en el sector para viabilizar más inversiones.

Sin embargo, lo que realmente necesitamos es previsibilidad en los plazos para la tramitación de licencias en Brasil. No podemos continuar con un escenario en el que las empresas no tengan certeza sobre cuándo obtendrán las licencias ambientales.

Necesitamos una regla que establezca un período máximo para que las agencias ambientales tomen decisiones sobre las solicitudes.

En general, también debemos prestar más atención a la reglamentación que rige las terminales portuarias privadas en Brasil. Hoy en día, los puertos privados movilizan el 65% de la carga del país y debemos crear las condiciones necesarias para su mayor expansión.

BNamericas: El gobierno anunció recientemente planes para ofrecer el contrato de arrendamiento de la terminal STS10 en Santos, el principal puerto de Brasil. ¿Cuál es su proyección para ese contrato?

Barbosa: Ese contrato atraerá a muchos interesados y mucha competencia. El puerto de Santos ya tiene sus terminales operando cerca de los niveles máximos. Sin embargo, además de avanzar en el arrendamiento de la terminal, también necesitamos proyectos para mejorar el acceso terrestre al puerto.