La "atracción fatal" de Argentina

Argentina tiene una gran deuda externa y una economía en recesión. Si sumamos la alta inflación y las tasas de interés, está claro que el próximo presidente no disfrutará de un período de luna de miel al asumir el cargo.

En este contexto, BNamericas conversó con Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins en EE.UU. Defensor de la dolarización en Argentina, Hanke ayudó a diseñar un esquema de junta monetaria para el país latinoamericano antes de que el entonces presidente Carlos Menem y su ministro de economía, Domingo Cavallo, implementaran un régimen no ortodoxo denominado sistema de convertibilidad en 1991.

Hanke afirma que la dolarización mantendría el gasto público bajo control, abordaría la inflación y estimularía el crecimiento.

Los argentinos se dirigirán a las urnas el 27 de octubre. Los principales candidatos son el actual presidente de centro derecha Mauricio Macri y el peronista Alberto Fernández.

BNamericas: ¿Cuáles son sus primeras reflexiones sobre Argentina?

Hanke: Creo que quien gane las elecciones se va a encontrar con una situación calamitosa. Es un desastre terrible con el que deben lidiar constantemente.

BNamericas: ¿Por qué este es uno de esos casos?

Hanke: Es que el sistema en sí, el sistema financiero público, está plagado de defectos, porque las instituciones son muy débiles y no hay una restricción presupuestaria dura en el sistema. Lo que significa que siempre hacen lo mismo: acuden al Banco Central y este extiende créditos para financiar a las autoridades fiscales. Cuando eso sucede, se desata el infierno y el peso finalmente colapsa y la inflación aumenta, y así sucesivamente. No pueden mantener la oferta de dinero bajo control. En última instancia, las autoridades fiscales, las autoridades políticas pedirán ayuda al Banco Central.

¿Y cuál es el resultado? Creo que Argentina han incumplido el pago de bonos ocho veces en su historia reciente.

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BNamericas: ¿Cuál fue su primera reacción cuando se enteró de la agitación tras las primarias de agosto?

Hanke: Lo primero que pensé fue: otra vez lo mismo. Esto no es para nada nuevo. Es algo estándar en Argentina, porque el sistema tiene defectos; no tiene ningún tipo de freno en los presupuestos. No existe una restricción presupuestaria real.

Solo hay una forma de resolver el problema y consiste en dolarizar la economía y deshacerse del peso. No pueden tener una institución monetaria que emita crédito al gobierno. Simplemente no pueden tener un Banco Central. Se podrían reformar a todos los partidos políticos, todas las organizaciones financieras y fiscales y todo lo demás, pero estoy totalmente escéptico respecto de la posibilidad de que realmente lo vayan a hacer.

La única solución es implementar una dolarización oficial, que es lo que los argentinos hacen de todos modos; Tienen miles de millones debajo del colchón. Saben que es la única moneda segura y que el mejor lugar para guardarlos no está en una caja de seguridad de un banco, porque el gobierno puede entrar y tomarlo. Lo han hecho antes.

BNamericas: ¿Qué desafíos enfrenta la próxima administración?

Hanke: Solo se enfrentan a uno. Solo hay una cosa que hacer, y es dolarizar. Si no dolarizan, la próxima administración caerá al abismo, como ha pasado con todas.

La configuración institucional está diseñada para colapsar. No existe una restricción presupuestaria estricta que pueda imponerse a las autoridades fiscales. En última instancia, gastan y roban, ¿y quién va a financiar eso? Van al Banco Central, pasa todo el tiempo.

Además, el aparato político es totalmente corrupto. Todas las élites están involucradas; todos han sido absorbidos por la trampa del dinero.

Por último, a los argentinos les gusta jactarse, pero la incompetencia técnica es casi increíble. Realmente tratan de rendir por encima de sus posibilidades.

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BNamericas: ¿Cuáles son las barreras para la dolarización?

Hanke: Es muy difícil incluso iniciar esta conversación en Argentina porque, con la excepción de unas pocas personas muy competentes y técnicas, la mayoría de las élites no quieren discutirlo porque son parte del sistema, de la cultura.

El hombre promedio en la calle no tiene ningún problema con esto. Quiere dólares. El verdadero problema no es el argentino promedio, son las élites. Existe la clase política y los economistas tecnocráticos, y todos están metidos en el mismo saco.

BNamericas: ¿Entonces descarta la dolarización?

Hanke: Nunca se sabe. Existe una baja probabilidad, pero podría suceder, porque alguien que mira hacia el abismo podría decir "no voy a seguir por esa ruta" y tener la intención de arreglarlo.

Incluso si Macri tomara hoy esta medida ganaría las elecciones. Todo lo que tendría que hacer es decir que va a dolarizar. Esto podría hacerse fácilmente, dentro de 30 días.

BNamericas: ¿Qué cree que pasará con el acuerdo con el FMI si, por ejemplo, gana Fernández?

Hanke: Esa pregunta es difícil. Honestamente no lo sé. El FMI no ha podido controlar la situación, incluso con Macri. El programa del FMI nunca funcionó porque nunca pudieron reducir la oferta monetaria.

El programa del FMI en sí ha sido un fracaso y no tendrá éxito. Todos los programas de la entidad multilateral fracasan en Argentina y por la misma razón que mencioné antes: no tienen manera de forzar una restricción presupuestaria dura en el sistema. Mientras exista el peso, no hay nada que el FMI pueda hacer, excepto malgastar el dinero.

BNamericas: ¿Implementar controles de capital fue una medida inteligente?

Hanke: Fue la decisión más estúpida, prácticamente increíble. Macri, el gradualista, quien no ha hecho nada, de repente se asusta y toma una medida de grandes proporciones que está mal por principio y arruina los mercados.

Esto deja en evidencia a la completa incompetencia de los economistas que asesoran a los gobiernos argentinos. Este es el problema que quiero enfatizar: la incompetencia grave.

Los controles de capital son un golpe negativo de confianza.

BNamericas: ¿Ve luz al final del túnel?

Hanke: La vería si alguien me dijera que mañana van a poner en práctica la dolarización, lo que, por cierto, el expresidente Carlos Menem hizo en 1995.

Si alguno de los candidatos hablara de esta posibilidad, vería una salida.

BNamericas: ¿Tiene alguna idea de quién ganará?

Hanke: Es bastante difícil saberlo. Quedó claro cuán equivocados estaban los encuestadores en las últimas elecciones [las primarias de agosto].

Creo que Fernández sería un desastre y pienso que Macri es un desastre, pero conocido.

BNamericas: ¿Por qué fracasó Macri?

Hanke: Porque realmente nunca hizo reformas. Jugó en los extremos. El gran problema fue que acudió al Banco Central y comenzó a pedir dinero prestado para cubrir el déficit fiscal. Es una atracción fatal en Argentina pedir ayuda a la autoridad monetaria para cubrir un déficit público. Por lo tanto, hay que deshacerse del Banco Central. Es así de simple. Y eso significa que hay que deshacerse del peso. Esa es la única forma de controlar el sistema.

BNamericas: ¿Qué cree que hará el próximo gobierno en términos de gasto?

Hanke: Habrá una tremenda presión para gastar. Siempre la hay. Y no hay forma de controlarla. Ese es mi punto. No hay forma de controlarla, porque el Banco Central es un gran riesgo moral; nuevamente, una atracción fatal. Está allí y los políticos saben que si gastan y gastan, siempre pueden acudir al él y pedir prestado. Eso aumenta la oferta de dinero, eleva la inflación, desestabiliza la economía, la moneda y todo lo demás.