La empresa de ingeniería mexicana que busca oportunidades hídricas en Centro- y Sudamérica

La firma mexicana de ingeniería Cipro jugará un papel central en el desarrollo de al menos tres grandes proyectos hídricos en México: dos plantas desaladoras y una de las iniciativas prioritarias del presidente Andrés Manuel López Obrador, el parque ecológico Texcoco.

La compañía también se está enfocando en Centro- y Sudamérica, donde solo compiten los mejores, dijo a BNamericas el director general de Cipro, Manuel Salas Flores.

Además de conversar sobre el portafolio de la compañía, el ejecutivo también se refirió a los desafíos, oportunidades y exigencias para las empresas del sector hídrico luego de la pandemia.

BNamericas: Cuentan con varios contratos por estudios, diseños y supervisión de proyectos hídricos, algunos incluso en Centro- y Sudamérica. ¿Cuáles de estos son los más importantes? ¿Por qué?

Salas: Tenemos más de 250 proyectos en cartera en los diferentes mercados en los que estamos. Somos 85 ingenieros que nos encargamos con mucha dedicación al desarrollo de infraestructura tanto en agua como en energía. 

Además de estar presentes en el mercado mexicano, en los últimos años nos hemos aventurado a participar en Centroamérica y Sudamérica, y hoy en día ya hemos hecho proyectos en Panamá y estamos por iniciar uno en Colombia. 

De los proyectos que hoy en día tenemos en cartera en México, estamos participando tanto en la mejora integral de la gestión de la desaladora de Los Cabos, en el estado de Baja California del Sur, y recientemente iniciamos con la desaladora de La Paz, también en Baja California Sur. Ambos fueron ganados en licitaciones, aunque el tema de Los Cabos va un poco más avanzado que el otro. 

Tenemos supervisiones de obras en toda la república para la rehabilitación de distritos de riego a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y algunos proyectos para el desarrollo de sistemas de agua potable para empresas privadas.

En Centroamérica recién terminamos el proyecto de ingeniería de valor para la potabilizadora de la provincia de David, en el norte de Panamá, y estamos por iniciar la supervisión del proyecto manija matriz para el acueducto de Bogotá en Colombia.

BNamericas: Cipro ganó un contrato para supervisar parte de la construcción del parque del lago de Texcoco (PELT), donde se iba a construir el aeropuerto internacional NAIM, de US$14.600 millones. ¿Cuánto ha avanzado este proyecto y qué características importantes tiene?

Salas: Este es un proyecto insignia del Gobierno mexicano y, recientemente en una conferencia de prensa, el presidente habló ampliamente del proyecto. Nosotros estamos en una fase inicial, en donde estamos participando en el desarrollo de algunos viveros que les permitan reforestar la zona del agua del lago de Texcoco. Tenemos uno de los primeros proyectos que se asignan en este desarrollo que, como lo dijo el presidente, es un proyecto importante que va a transformar la zona del lago de Texcoco. Los resultados del proyecto se reflejarán en algunos meses.

BNamericas: El estado de Baja California canceló hace poco el proyecto de desalinización Playas de Rosarito que llevaba casi cinco años de planeación y revisa la futura desaladora de San Quintín. ¿Qué mensaje manda estas medidas al sector privado?

Salas: Nosotros lo que tenemos a cargo son los estudios iniciales de viabilidad de la desaladora de La Paz. Sin hablar en particular de lo que pasó en Baja California, lo que es cierto es que hay unas regiones cuyo acceso al agua dulce es muy limitado. El recurso agua, sin duda alguna, es un elemento muy necesario para el desarrollo de las comunidades, regiones y países. Sin agua no puede haber desarrollo y no puede haber futuro. Hay regiones en México donde no hay condiciones para crecer si no se provee una fuente alterna de suministro de agua. En esas regiones las desaladoras son una solución ambien,talmente amigable por un costo accesible —sin duda, más caro que el agua dulce, naturalmente—, pero cuando no tienes esa disponibilidad de agua, [la planta de desalinización] es una solución lógica y comprobada. Y cada vez se tienen costos mucho más eficientes para la desalación del agua. 

En Medio Oriente, por ejemplo, hay muchas plantas de desalación porque no hay acceso al agua. En ese sentido, la desalación es una alternativa más dentro de un mundo de alternativas. En algunos lugares se puede llevar agua a través de ríos, lagos o acuíferos, y en otros, por medio de la desalación. En varias ciudades del norte de México claramente la alternativa es la desalación. Va a haber tarde o temprano que desarrollar desaladoras en el norte. De eso no tengo duda, y Cipro está preparado. Los proyectos se van a dar tarde o temprano.

Los proyectos de [asociación público-privada] APP en México están respaldados por una ley. Esa ley le da garantías al sector privado de poder recuperar su capital, los costos de operación y mantenimiento. Los proyectos tienen garantías sólidas, han demostrado —no solo los proyectos de desalación, sino de tratamiento de aguas residuales, de acueductos y potabilizadoras— que funcionan, son viables y son una alternativa. Cuando hay escasez de recursos fiscales para el desarrollo de infraestructura, la alternativa es la participación privada. México ha demostrado ser eficiente en el desarrollo de APP.

La eficiencia en la operación de agua es una obligación hoy en día. El mejor aprovechamiento de cada gota de agua y de cada litro de agua que entra al sistema es operarlo con una eficiencia de estándares internacionales. Es decir, hacer el mejor uso posible del recurso, que alcance a suministrar más agua tanto a la población como a la industria que esté instalada en la zona. Como consecuencia, se deben tener organismos operadores autosustentables, con los ingresos suficientes para mantener y operar la infraestructura y para realizar las inversiones necesarias a futuro para conservar las coberturas de agua, alcantarillado y saneamiento. En Cipro queremos ayudar a los organismos operadores a ser más eficientes. Colaborar en aportar soluciones creativas e innovadoras que les permita hacer más por menos.

BNamericas: Este año se están lanzando muchos proyectos de tratamiento de aguas residuales en México, pero no tantas licitaciones por plantas potabilizadoras a pesar de que el programa Proagua ayudaría a financiarlos. ¿Por qué hay más interés en un tipo de proyecto que en otro?

Salas: Yo creo que es por cómo se dieron las cosas y como se ha desarrollado la infraestructura en México. Hubo una época en la que el esfuerzo primordial era tener mayores coberturas y sistemas que entregaran agua potable. Había programas antes que los de agua residual para entregar agua potable a fin de distribuirla a la mayor parte de la población y tener coberturas amplias. Una vez alcanzado ese objetivo, el siguiente paso sería resolver el problema del uso y contaminación del agua. Se está utilizando el agua y se está regresando a los cuerpos, ya sean acuíferos, ríos o lagos. Y se está contaminando un agua que debería ser aprovechada. 

Entonces vino un programa muy fuerte de aumentar la cobertura de alcantarillado y después de aumentar la capacidad de tratamiento de aguas residuales. Luego llegaron las APP con una ley para ayudar a sanear y por eso se nota una gran cantidad de plantas de tratamiento de agua bajo una APP. Antes era inversión parcial recuperable. ¿Por qué? Porque en el momento en el que se lanzaron esa era la prioridad y esa era la necesidad. Una vez que se tenían razonablemente cubiertas la cobertura de agua potable y la calidad del agua potable, entonces seguiría el siguiente proyecto de infraestructura.

BNamericas: ¿Han identificado oportunidades a pesar de la crisis pandémica?

Salas: Hay oportunidades. Nosotros tenemos detectados proyectos tanto en México, Centro- y Sudamérica. No me gustaría decir los nombres porque al final vamos a competir por las licitaciones y vamos a buscar que nuestra propuesta sea la mejor desde el punto de vista técnico y económico, pero hay proyectos importantes tanto en Colombia como en Panamá, Costa Rica, El Salvador y, por supuesto, en México.

BNamericas: ¿Cuáles son los proyectos de mayor interés en Centro- y Sudamérica?

Salas: En todos los países se está haciendo un esfuerzo por tener un mejor servicio tanto de cobertura de agua como de saneamiento que incluye alcantarillado y tratamiento de agua residual. Los países están apostando por mejores instalaciones e infraestructura mucho más eficiente y, para actualizar los sistemas de abastecimiento, distribución de agua, alcantarillado y, por supuesto, de aguas residuales. Se está haciendo una segunda o tercera generación de servicios, dependiendo del país del que estemos hablando. Y eso nos da a las empresas de ingeniería y supervisión de obra la oportunidad de participar. 

Oportunidades hay muchas. Participar en el mercado de Centroamérica y Sudamérica es un liga de ingeniería mundial. Ahí nos obliga a competir con los mejores de todo el mundo. Y sin duda vamos a dar la pelea y a participa, y en aquellos proyectos en los que tengamos la fortuna de ganar pues aportamos todas nuestras capacidades, talento y trabajo para llevar agua.

El plan estratégico de Cipro establece que deberíamos de estar instalados en Centro- y Sudamérica en los próximos años. Nuestra idea no es ir a hacer un proyecto y regresarnos a México, sino que ser una empresa internacional de ingeniería en agua y energía y vamos por ese sueño.

BNamericas: ¿Qué obstáculos hay?

Salas: Hay muchos retos. Probablemente veamos una surgencia de recursos fiscales en los siguientes ejercicios, pero no estamos seguros de ello. Eso nos hará que presentemos propuestas mucho más competitivas.

BNamericas:  Si pudiera convencer al gobierno de invertir en un proyecto específico, ¿cuál sería?

Salas: Es muy difícil decir cuál proyecto en México puede ser el que mejor se desarrolle. Creo que hay diferentes necesidades en todas las ciudades para desarrollar su infraestructura. Entonces, mi consejo sería hacer tantos proyectos como sea posible, hacerlos en una sola etapa y que se busquen todas las alternativas de financiamiento disponibles, todas las herramientas financieras, contractuales y jurídicas que les permita desarrollarlos. Muchos de esos proyectos se podrán hacer con recursos fiscales federales exclusivamente, otros con una mezcla de recursos municipales, estatales y federales y otros necesitarán ser APP. 

¿Cuál es mi recomendación? Hacer tantos como sea posible para que el desarrollo de infraestructura en el país sea suficiente porque la necesidad es inmensa.