La oferta de Chile para los inversionistas de Asia

Para revertir la desaceleración económica y empujar la industrialización, Chile se está posicionando como la puerta de entrada a América Latina para las naciones de Asia-Pacífico.

Durante una reciente visita a China, el presidente chileno, Gabriel Boric, promovió una cartera de proyectos que abarcan sectores como energía, minería, telecomunicaciones e infraestructura. Sin embargo, Chile es también un mercado establecido para las empresas japonesas y surcoreanas, entre otras.

Para conocer más sobre la oferta de Chile a los principales mercados de Asia, BNamericas conversa con Vicente Pinto, agregado para la agencia de promoción de inversiones InvestChile en Asia.

BNamericas: ¿Qué sectores de la economía chilena son los preferidos por los inversionistas asiáticos?

Pinto: Voy a referirme a Japón, principalmente, ya que es el mayor inversionista del continente en Chile, sin desconocer que existe inversión coreana y de otros países de Asia-Pacífico, pero es menor en cuantía, menos profunda y más reciente.

Si lo vemos por historia, se puede observar que la estrategia que ha tenido y sigue teniendo Japón es la de asegurar productos críticos para su economía.

Las principales empresas japonesas tienen importantes inversiones en tres grandes sectores de nuestro país: minería, forestal y alimentos. Yo diría que ahora, si bien siguen buscando asegurar el abastecimiento de productos críticos, su demanda se ha sofisticado.

Por un lado, la experiencia de las compañías japonesas en Chile les permite producir semillas agrícolas fuera de estación, pero especialmente alimentos procesados de alto valor, como jugos y pulpas concentradas, productos congelados en general y alimentos tanto de origen agrícola, pecuario, acuícola y pesquero.

Lo que me parece muy interesante de estos últimos años es que las compañías se han integrado a la tendencia global de invertir en proyectos que se alimentan a través de energías renovables. Con ello, agregan valor a su oferta por medio de la reducción de emisiones y contribuyen a la acción climática global.

BNamericas: ¿Qué ventajas ofrece Chile a los inversionistas asiáticos frente al resto de la región?

Pinto: Personalmente, estoy convencido de que la transformación energética es la gran carta de Chile. La cantidad, calidad y, en especial, la disponibilidad de variadas fuentes de energías renovables y la estratégica riqueza en minerales críticos es hoy lo que mejor abre las puertas para los inversionistas.

Esta transformación energética que está ocurriendo en Chile y el mundo industrializado se abre como una oportunidad con un efecto multiplicador para todos los sectores de nuestra economía. La industria avanzada derivada del litio es una de ellas. Existe un enorme interés en empresas japonesas y, en especial, de las coreanas, después de la pandemia, algo que fue reafirmado durante las reuniones sostenidas en la gira por la zona del Ministro de Economía, Nicolás Grau, y la directora de InvestChile, Karla Flores.

Las compañías quieren probar en Chile nuevas tecnologías de extracción de litio y desarrollar proyectos que les permitan asegurar al menos parte del abastecimiento del mineral. Existe mucho interés por participar en la próxima licitación de almacenamiento, que significará disponibilizar por parte del Estado más de US$2.000 millones para sistemas BESS [sistemas de almacenamiento energético en baterías].

Y hay mucho más. La eficiencia energética, su digitalización creciente, el “envasar” el sol o el viento en forma de NH3 [amoniaco] verde o en combustibles de reemplazo para el transporte marítimo de nuestros productos al mundo y que estos contengan un bajo contenido de CO2, etc. Creo que estas ideas en Chile serán una realidad y no solo una promesa o compromiso.

Pero obviamente no somos solo recursos naturales. Hay una sólida base de políticas públicas que han permitido a los inversionistas ver cubiertas sus necesidades de opcionalidad, sustentabilidad y competitividad en las últimas décadas. Hoy esas necesidades se cruzan con el mandato de la carbono-neutralidad y la seguridad de toda la cadena global de suministro y de manera crítica de la seguridad energética para desarrollar proyectos con una baja huella de emisiones.

BNamericas: Actualmente Chile y Corea del Sur discuten profundizar los vínculos comerciales, mientras que el embajador coreano en Chile plantea que hay gran interés de su país en el hidrógeno verde. ¿Un nuevo tratado podría facilitar la inversión coreana en el sector?

Pinto: Son temas que evidentemente deben ser incorporados o modernizados en la revisión del tratado. La celebración del acuerdo con Corea 20 años atrás ha hecho evidente que la asimetría entre el comercio y la inversión con las empresas coreanas es importante.

Así se lo hizo saber el ministro Grau al ministro de Comercio coreano en su reciente visita a ese país. La inversión coreana no solo es bienvenida, sino que sus objetivos son complementarios con los nuestros.

Respecto al interés de las empresas coreanas en hidrógeno verde, es algo que hemos constatado de manera evidente hace ya algún tiempo. Esa demanda viene de las grandes generadoras y de su sector industrial más relevante, el que a veces autogenera parte de sus requerimientos de energía. La necesidad de asegurar un suministro estable y el compromiso para esas compañías de avanzar en la descarbonización es perentoria.

Este es un tema donde la demanda de esas empresas aún no tiene el correlato en proyectos productivos en el mundo en general. Sin embargo, los avances en el desarrollo de numerosos proyectos que ya comienzan a estructurarse de manera más sólida en nuestro país permitirán satisfacerla muy pronto.

BNamericas: Considerando la creciente participación china en el sector chileno de infraestructura, ¿hay espacio todavía para empresas de Japón y Corea del Sur en ese ámbito?

Pinto: Por supuesto que hay espacio para las firmas coreanas y japonesas, así como otras de vasta experiencia en obras de infraestructura. Pienso en las autoridades portuarias de varios países del área, por ejemplo, sus constructores y operadores especialmente.

Existen ciertas complejidades para ello en las licitaciones, especialmente los plazos desde el llamado a la entrega de las propuestas, que en algunos casos son considerados demasiado breves y que muchas veces significan que ni siquiera logran estudiarlos. Hay que pensar en que la barrera del idioma, en el caso de Asia, es evidentemente una desventaja con respecto a algunos países de la Unión Europea y evidentemente de las Américas.

BNamericas: ¿Qué sugerencias han recibido de los inversionistas asiáticos para mejorar su experiencia con InvestChile?

Pinto: Nuestro rol tiene dos aspectos clave. El primero, y más evidente, es que escuchamos los intereses y necesidades de los inversionistas, los acompañamos y guiamos para facilitarles soluciones que aceleren su toma de decisiones e instalación en el país; pero igualmente relevante es llevar esa información de vuelta al Estado, al Comité de Ministros para el Fomento y Promoción de la Inversión Extranjera, que es el que sanciona nuestra estratega, con el fin de explorar y plantear mejoras en nuestras políticas públicas relacionas con la inversión extranjera.

Siempre es necesario recalcar que estas compañías de capital extranjero, a pesar de ser solo el 10% del total de empresas en Chile, generan sobre el 51% de los ingresos fiscales, mantienen más del 30% del empleo formal de tiempo completo y lo hacen pagando un ingreso promedio un 30% más alto que las empresas locales. En este sentido, creo que la inversión asiática puede seguir colaborando para que estos números no sólo se mantengan, sino que aumenten.