La transición de Norsk Hydro a las energías limpias

La compañía noruega Norsk Hydro, que opera minas de bauxita y una refinería de aluminio en Brasil, sigue en busca de nuevas iniciativas y tecnologías para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Para 2023 aspira a recortar en 30% sus emisiones de CO2 y alcanzar cero emisiones en 2050. La empresa ha destinado recursos a proyectos para sustituir todo el consumo de petróleo en sus operaciones por gas natural y también utiliza energía solar y eólica.

Actualmente es el mayor consumidor individual de gas de Brasil y, debido a sus muchas necesidades energéticas, requiere soluciones en nuevas áreas como el hidrógeno verde.

Anderson Baranov, CEO de Norsk Hydro en Brasil y titular de Simineral, asociación de las industrias de minería y metales del estado de Pará, conversa con BNamericas sobre las iniciativas de la firma en el país y el actual entorno de negocios.

BNamericas: ¿Cuáles son las iniciativas de Norsk Hydro para la descarbonización de sus actividades?

Baranov: Esta tarea es una travesía para Norsk Hydro y buscamos estar en la vanguardia de las acciones.

Entendemos que, en el largo plazo, el mercado exigirá cada vez más un producto descarbonizado. Ante esto, tenemos una sólida agenda de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de alcanzar cero emisiones para 2050.

Estamos orgullosos de esta travesía porque hoy somos considerados un referente en estas iniciativas.

Estamos invirtiendo mucho en la descarbonización y no nos preocupa si en el corto plazo estas inversiones no se retribuyen porque, a largo plazo, la sociedad tiende a exigir productos de empresas comprometidas con la descarbonización.

BNamericas: El sector de minería y metales es considerado susceptible de producir problemas ambientales, especialmente entre quienes operan en el norte de Brasil, donde está la selva amazónica. ¿Cómo se pueden mitigar estos riesgos?

Baranov: Es interesante notar que el impacto de la minería industrial en la selva es mínimo.

Hay una serie de ejemplos que demuestran que en los lugares donde se practica la minería legal existen políticas de protección ambiental, obligaciones de reforestación y un compromiso continuo entre las compañías, las autoridades y la sociedad, lo que genera una relación de confianza entre la compañía y los grupos de interés.

Es cierto que la confianza entre los actores interesados aún no ha llegado al 100% debido a varios problemas mineros en el pasado, pero, en nuestro caso, estamos concentrados en generar una mayor confianza entre los agentes.

BNamericas: ¿Cuál es el programa de inversiones de la empresa en materia de descarbonización?

Baranov: Nuestras inversiones se realizan por etapas, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 30% para 2030 y alcanzar cero emisiones para 2050.

Desde 2022 se han invertido 8.800 millones de reales [US$1.580 millones] en proyectos asociados a la descarbonización de nuestra matriz energética.

Para darle una idea, hoy Norsk Hydro es el mayor consumidor individual de gas natural de Brasil.

El año que viene, Brasil será sede de la COP30 [30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en noviembre de 2025] en Belém [capital del norteño estado de Pará]. En la conferencia habrá muchos anuncios de proyectos e iniciativas de varias empresas. Nosotros presentaremos ejemplos concretos de iniciativas ya realizadas. Vamos a mostrar la realidad, no planes.

Un ejemplo de ello es lo que estamos haciendo en nuestra refinería Alunorte, que es una de las más eficientes en consumo de energía del mundo. Estamos sustituyendo el combustóleo por gas natural e invirtiendo en la instalación de nuevas calderas eléctricas, con las que se espera reducir las emisiones de CO2 en 35% para finales de este año.

En la COP30 podremos presentar todos nuestros proyectos de descarbonización ejecutados, incluyendo la sustitución total del combustóleo por gas natural.

BNamericas: Norsk Hydro ha invertido en iniciativas de energías renovables y en gas para bajar las emisiones. ¿Hay planes para explorar otras fuentes energéticas, como el hidrógeno verde?

Baranov: Entiendo que surgirán nuevas tecnologías para ayudar a la descarbonización de las operaciones. 

De hecho, estamos buscando e implementando nuevas tecnologías en varios frentes. Un ejemplo de ello es nuestro método innovador llamado Tailings Dry Backfill, que elimina la necesidad de una presa al devolver la tierra extraída al mismo lugar después de extraer la bauxita [y en vez de crear una pila de relaves, estos se alojan en el depósito original].

Hay tecnologías que aún no han sobresalido, pero que estamos analizando, ya que pretendemos estar a la vanguardia. Por eso, contamos con un área de tecnología en Brasil y en el exterior, enfocada en la búsqueda y creación de soluciones innovadoras.

En cuanto al hidrógeno verde, lo estamos evaluando con atención. Constituimos una empresa en el extranjero, llamada Hydro Havrand, que está estudiando este tipo de iniciativas.

Cuando analizamos el mercado mundial del hidrógeno verde, vemos que Estados Unidos ha tomado la delantera, pues el gobierno ha anunciado incentivos para este segmento. Sin embargo, creo que Brasil tiene potencial para desarrollarse en esta área.

Dicho esto, es difícil tener una visión clara de cuándo podrían comenzar de manera realista los proyectos de hidrógeno verde en Brasil, porque esto pasa también por los debates regulatorios que deben tener lugar en el Congreso.

BNamericas: Luego de destinar 8.800 millones de reales a descarbonización, ¿cuáles son los planes de inversión de la empresa en Brasil?

Baranov: Los 8.800 millones de reales ya se invirtieron, mientras que las futuras inversiones se anuncian en etapas, dependiendo de la consolidación y validación de las iniciativas.

Siempre es difícil hablar de una cantidad de inversión específica porque puede que determinadas iniciativas no salgan adelante. Anunciar un plan de inversión se convierte en una especie de promesa para ejecutarlo, por lo que hemos decidido ser muy conservadores al anunciar nuevas inversiones.

BNamericas: ¿Cuál es su percepción del entorno de negocios para el sector de minería y metales en Brasil?

Baranov: Creo que el enfoque ESG seguirá cambiando a la minería para mejor, y Brasil tiene la capacidad de volverse más competitivo mejorando sus prácticas mineras, así que soy optimista al respecto.

En el plano económico, veo que la minería está intentando recuperarse de dos años complicados por cuestiones geopolíticas globales, como las guerras. Estos factores han afectado de forma global a los negocios, lo que motivó una caída de los precios de los commodities asociados a nuestros negocios. Recién ahora están empezando a recuperarse. Creo que, si no nos topamos con otros problemas globales importantes, podemos avanzar hacia una recuperación de los precios.

BNamericas: Respecto de los temas geopolíticos, ¿les preocupan las tensiones en Venezuela, especialmente dada la proximidad del país a la región brasileña donde operan?

Baranov: Siempre es preocupante cuando hay posibilidades de conflicto en un país cercano, pero prefiero no trabajar en función de previsiones de lo que puede acontecer, sino en hechos concretos.

En términos geográficos, es verdad que Venezuela está cerca del estado de Pará, donde tenemos nuestras operaciones, pero espero que la situación se resuelva a través del diálogo.

Históricamente, América del Sur no ha sido una región propensa a conflictos con potencial bélico como los que vemos en otras partes del mundo. En general, sigo siendo optimista; por ejemplo, en Brasil, si miramos los últimos 15 años, vemos un escenario de fortaleza institucional.