Las estrategias en gas natural y prácticas ESG de Repsol Sinopec en Brasil

Repsol Sinopec Brasil cumple 25 años en Brasil, donde comenzó a operar en sociedad con la estatal Petrobras en la cuenca Campos.

La compañía es dueña de una participación de 35% en el bloque BM-C-33, junto al operador Equinor (35%) y a Petrobras (30%), y cuya producción debiera iniciarse esta década.

El principal objetivo del grupo para Brasil en los próximos años es impulsar la producción y las ventas de gas natural en el mercado interno y perfeccionar su enfoque en las prácticas ESG.

Para conocer más sobre estos planes, BNamericas entrevistó al gerente de ventas de gas de la empresa, Andrés Sannazzaro, y a su gerenta de comunicaciones y relaciones externas, Beatriz Giacomini.

BNamericas: ¿Cómo fueron las negociaciones con Petrobras respecto al acceso a sus sistemas de procesamiento y gasoductos? ¿Fue necesaria alguna mediación por parte del regulador sectorial ANP?

Sannazzaro: Se preparó un folleto de mejores prácticas con la ayuda del [instituto de petróleo, gas y biocombustibles] IBP, y hubo muchas discusiones entre todas las partes involucradas. Es muy importante que los productores de gas sean parte de estos acuerdos porque afectan no solo la producción de gas sino también el nivel potencial de reinyección y, con eso, el petróleo. Todo está interconectado.

BNamericas: ¿Cuáles son los principales beneficios para Repsol Sinopec con el inicio de estos acuerdos de acceso compartido con Petrobras?

Sannazzaro: Básicamente, nos permite vender nuestro gas. Una fecha clave fue el 1 de enero de este año, cuando no solo obtuvimos acceso al sistema de gasoductos, sino también a la red de transporte. Esto nos permitió acceder a las distribuidoras de gas y vender combustible.

BNamericas: ¿Cuál es el volumen de gas que la empresa vende hoy en Brasil? ¿Hay espacio para seguir creciendo?

Sannazzaro: El volumen varía mucho porque depende de la capacidad que tengamos disponible. Hoy nuestra producción proviene principalmente del campo Sapinhoá y, mirando hacia el futuro, tenemos a BM-C-33, también conocido como Pão de Açúcar. Este es un proyecto que traerá una gran cantidad de gas adicional. La capacidad del gasoducto será de 16 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d), un volumen significativo considerando las condiciones del mercado brasileño. Hoy estamos importando 20Mm3/d de Bolivia, para tener una idea.

BNamericas: Entonces, el modelo de desarrollo de BM-C-33 necesariamente incluirá un gasoducto.

Sannazzaro: Sí. Pasamos por la etapa de conceptualización del emprendimiento, donde definimos, por ejemplo, que el gas se procesará en la FPSO y que el punto de aterrizaje será en Cabiúnas [en la terminal Macaé, en el estado de Río de Janeiro].

BNamericas: Si el gas se trata en la plataforma misma, ¿el gas de BM-C-33 no requerirá una unidad de procesamiento costa adentro?

Sannazzaro: Correcto. Haremos un desvío por Cabiúnas [donde hay una planta de procesamiento de gas de Petrobras] para llegar al sistema de transporte.

BNamericas: ¿Cuál es la fecha prevista para la puesta en marcha del proyecto?

Sannazzaro: Dado que no hemos tomado la decisión final de inversión, la fecha aún no es segura. Pero estimamos que podría ser en 2027 o 2028.

BNamericas: ¿Firmó ya Repsol Sinopec contratos de suministro de gas con distribuidoras?

Sannazzaro: Cerramos tratos con Galp, que tiene contratos con distribuidoras.

BNamericas: ¿Qué medidas relacionadas con la transición energética y la agenda ESG está implementando Repsol Sinopec en Brasil?

Giacomini: Nuestro enfoque está en la exploración y producción de petróleo y gas. Tenemos un plan global de descarbonización, con objetivos de reducción de emisiones, nuevos negocios en energías renovables. Estamos buscando un portafolio cada vez más diversificado y priorizando proyectos upstream con más valor agregado en todo el mundo, y Brasil es uno de estos mercados clave para la compañía.

BNamericas: ¿Por qué?

Giacomini: Cumplimos 25 años en Brasil. Fuimos pioneros en el mercado de exploración y producción, a través de una asociación con Petrobras en el campo Albacora Leste. Brasil es un país que tiene una situación estable, es prometedor, especialmente en el presal, con un petróleo que viene con condiciones de alta rentabilidad. Aquí tenemos campos en producción que añaden mucho valor a la cartera global y desarrollos futuros, como BM-C-33, que debería ser la principal promesa de gas natural. Y esto conecta perfectamente con la estrategia global de Repsol, que ya tiene la mayor parte de sus reservas y producción basada en el gas, que es nuestra principal apuesta en términos de recursos energéticos.

También tenemos el proyecto Sagitario, que está en su fase inicial.

Mientras tanto, estamos desarrollando una serie de iniciativas de innovación y tecnología en Brasil, la mayor inversión del grupo fuera de Europa, donde tenemos nuestro Teclab [Repsol Technology Lab].

BNamericas: Supongo que son inversiones asociadas a la cláusula de investigación y desarrollo de ANP, con inversiones obligatorias basadas en los ingresos de la producción de petróleo y gas en Brasil.

Giacomini: En Brasil, sí. Repsol utiliza esto a su favor. Por ejemplo, en el plan de sostenibilidad al destinar parte de su inversión a resolver problemas relacionados con la sostenibilidad. Hace dos años inauguramos una línea destinada a la gestión de CO2 incluso antes de que ANP flexibilizara su cláusula sobre el perfil de proyectos que podrían recibir inversiones.

Y tenemos un legado de inversiones ambientales voluntarias, como un proyecto en asociación con la Marina brasileña y las comunidades pesqueras para fomentar una cultura de seguridad. También desarrollamos una asociación con SOS Mata Atlântica [ONG con enfoque en el medio ambiente] para la reforestación y conservación de áreas protegidas a lo largo de la costa. Ahora estamos evaluando cómo adaptar toda esta cultura que hemos incorporado a los nuevos retos de la gestión de CO2.

BNamericas: ¿Cómo ve Repsol Sinopec el desarrollo del mercado de créditos de carbono en Brasil?

Giacomini: Hemos escuchado, observado y participado en diferentes foros de discusión, pero aún no tomamos ninguna decisión. Estamos evaluando todas las oportunidades.

BNamericas: Si bien no son operadores de campos en Brasil, ¿la compañía tiende a sugerir mejoras operativas en los proyectos en los que participa para mitigar los impactos ambientales?

Giacomini: Es parte de la gestión diaria de un campo que los socios discutan diferentes posibilidades para el negocio. Este es un proceso normal de aportación y Repsol busca compartir buenas prácticas, sugerir ideas, etc.

BNamericas: ¿Podría dar algunos ejemplos de sus proyectos de investigación, desarrollo e innovación que hayan sido aprobados por ANP?

Giacomini: El más reciente es un proyecto llamado DAC.SI, una tecnología para capturar CO2 directamente del aire que se está desarrollando en Techlab de Repsol en Madrid. Esta solución se implementará en diferentes países y Brasil fue el primero en firmar una sociedad fuera de España para una tecnología como esta en sociedad con la Universidad PUC-RS, con una inversión inicial de 60 millones de reales.

Otro ejemplo es CO2CHEM, que utiliza el CO2 producido dentro de un proceso en un campo para generar hidrocarburos sostenibles [sin emisiones de gases de efecto invernadero].