Ludfor: “Podríamos ver precios altos y bajo presión hasta fines de año”

Después de más de dos años, Brasil cambió la bandera tarifaria de verde a amarillo debido al deterioro de las condiciones del suministro energético.

El cambio afecta directamente a los consumidores de energía del mercado regulado y podría fomentar la migración al entorno de libre contratación.

BNamericas conversó del tema con Maikon Perin, analista de riesgos e inteligencia de mercado de la comercializadora de energía.

BNamericas: ¿La bandera amarilla afecta de alguna manera los precios en el mercado liberado de energía?

Perin: La bandera amarilla se activó en julio, después de 26 meses de bandera verde, porque hubo un aumento en el precio de diferencia de liquidación (PLD), que es el precio de la energía en el mercado spot, y una disminución en el factor de escala de generación (GSF), que es la relación entre el volumen de energía producida y la garantía física de cada central hidroeléctrica. En otras palabras, la bandera tarifaria se fija tomando estos dos factores. La bandera no afecta los precios en el mercado libre de energía, pero sí en el mercado regulado.

BNamericas: ¿Cómo deberían comportarse los precios en el mercado libre en los próximos meses? ¿Se espera un aumento significativo?

Perin: Si la temporada húmeda en la región suroriental, que comienza alrededor de octubre, se retrasa o registra [precipitaciones] bajo el promedio, como esperan varios meteorólogos, podríamos ver precios altos y bajo presión hasta fin de año.

BNamericas: ¿La diferencia de precios en el mercado liberado sigue siendo relevante en comparación con el mercado regulado? ¿Por qué?

Perin: El PLD se establece mediante un algoritmo de optimización de recursos energéticos en el sistema interconectado nacional, que incluye diversas restricciones del sistema, como intercambios de energía, limitaciones de generación, entre otros factores.

En escenarios en los que hay abundancia de recursos energéticos, como niveles altos en embalses de plantas hidroeléctricas y una expansión de la generación solar y eólica por encima de las expectativas, los precios caen drásticamente en comparación con los del mercado regulado, lo que hace que el mercado liberado sea mucho más atractivo.

En escenarios donde los recursos energéticos son escasos, podemos ver precios altos en el mercado liberado, en ocasiones superiores a las tarifas eléctricas que cobran algunas distribuidoras.

En los últimos años, la mayor parte del tiempo hemos vivido períodos en los que los precios del mercado libre se han vuelto mucho más atractivos que los del mercado regulado. Además, el precio de largo plazo, en un escenario de escasez hídrica, tiende a ser más barato en los años más lejanos que en los años más cercanos, lo que, no obstante, hace viable la migración al mercado libre.

La función principal del concesionario de energía es distribuir energía a los consumidores, tanto en el mercado regulado como en el desregulado. Es responsable de la infraestructura [de distribución]. Sin embargo, la eléctrica también es responsable de comprar energía para satisfacer las necesidades de sus clientes de concesión. Por lo tanto, participa en subastas de suministro a largo plazo en el mercado regulado, donde los precios no son atractivos, y traslada los costos a los consumidores de la concesión.

Ante esta situación del sector eléctrico, podemos ver que los precios en el mercado libre son más atractivos que los del mercado regulado.

BNamericas: ¿La activación de la bandera amarilla podría alentar a más clientes a migrar al mercado libre? ¿Existe el riesgo de que se levante la bandera roja este año?

Perin: Sí, ya que el mercado libre no cobra estas banderas tarifarias. Para este año, existe la posibilidad de que se active la bandera roja, especialmente en agosto, septiembre y octubre, si las precipitaciones se mantienen por debajo del promedio para el período.