Minas de oro en camino hacia la descarbonización

La minería del oro latinoamericana está bien posicionada para cumplir con sus objetivos ligados al cambio climático para 2030 en medio de una transición hacia las energías renovables, dijo a BNamericas John Mulligan, director de relaciones con el mercado y líder de cambio climático del Consejo Mundial del Oro (WGC).

Para cumplir con el objetivo fijado en el Acuerdo de París de restringir el calentamiento global a menos de 2°C, de preferencia a 1,5°C, el sector del oro debe recortar las emisiones de carbono en 27% o en 46%, respectivamente, para 2030, según cálculos del WGC y en un 80% o 92% antes de 2050.

La industria está en condiciones de cumplir con los objetivos de 2030, logrables mediante una migración hacia la energía renovable, junto con la descarbonización de las redes eléctricas locales y la eliminación de operaciones más antiguas y con mayores emisiones, según Mulligan.

América Latina está bien posicionada para cumplir con los objetivos de París, ya que se espera que los proyectos actuales reduzcan la intensidad de las emisiones en la electricidad en 21%.

BNamericas: ¿Cuál es la huella de carbono de la minería del oro? ¿Está creciendo o disminuyendo?

Mulligan: Estimamos que la huella de carbono anual del oro ronda los 125 millones de toneladas [Mt] de CO2.

Se trata de una sobreestimación, ya que se toma en cuenta la producción informal y artesanal, para la cual no hay cifras disponibles.

Si nos enfocamos completamente en la producción formal e industrializada, donde hay una transparencia muchísimo mayor, la cifra se acerca a los 80Mt anuales.

Respecto de 2020, la pandemia redujo ligeramente la producción de oro, lo que provocará una leve caída de las emisiones, pero es poco probable que se hayan desplomado durante los últimos dos años.

Yo diría que hay indicios de que van a empezar a caer sustancialmente dentro de poco.

Ahora la industria comenzó a descarbonizar la producción de oro y, muy específicamente, cómo consume y genera electricidad, desde donde proviene la mayor parte de sus emisiones.

BNamericas: ¿Cómo puede la industria cumplir con las metas climáticas del Acuerdo de París?

Mulligan: Hemos calculado lo que eso significa en la práctica que la industria cumpla esos objetivos.

Para alcanzar la meta por debajo de los 2°C para 2050, necesitamos reducir las emisiones en 80% y para cumplir el objetivo más ambicioso, de 1,5°C, las emisiones deben disminuir en 92% entre 2040 y 2050.

Si uno considera lo que está sucediendo, nos hemos puesto en marcha.

Para 2030, la minería del oro necesita reducir sus emisiones al menos en un 27% si quiere estar en camino para alcanzar la meta de 2°C, y al menos un 46% para llegar a 1,5°C.

Eso es lo que debe suceder en los próximos ocho años y medio.

Hay acciones en curso e inmediatas con las que ya se han comprometido; es una etapa incipiente, pero estamos viendo que se aceleran muy rápido.

También existe las proyecciones sobre el impacto de la carbonización de la red.

Analizamos 158 de las minas de oro más grandes del mundo en 31 países y descubrimos que el 57% de su energía provenía de las redes.

A medida que las redes se descarbonizan, las minas auríferas heredan esa reducción de emisiones, y eso es bastante sustancial.

Esto está muy focalizado. Si nos fijamos en Nevada, se espera que las redes de este estado reduzcan la intensidad de las emisiones en 36% durante la próxima década, lo cual es muy sustancial y supone un gran avance para cumplir con sus objetivos climáticos.

En otras áreas eso es menos general, pero a nivel mundial se están reduciendo las emisiones de las redes, lo que beneficiará a la minería del oro.

En algunos lugares, la explotación de metal amarillo es uno de los principales motores de la reducción de emisiones de la red. La industria está pidiendo la descarbonización a gobiernos y proveedores de electricidad o se está comprometiendo con acuerdos de compra de electricidad que incluya recortes de emisiones.

Por este motivo estamos bastante seguros de que el camino es alcanzable y accesible, y la oportunidad es bastante simple en comparación con otros sectores mineros, en el sentido de que se trata de descarbonizar la electricidad.

Calculamos que las acciones directas para avanzar hacia las renovables, o cambiar la matriz energética, nos lleva, de momento, a una reducción de emisiones de 6%.

La posición actual con la descarbonización de las redes nos conduce a otro 9%, y luego la combinación de activos —minas actuales con grandes emisiones que suelen estar al final de sus vidas útiles y la probabilidad de que su reemplazo favorezca minas con menos emisiones— reducirá sustancialmente las emisiones, en alrededor de 19%.

La respuesta corta es si se toman todos esos factores y los incentivos en pro de la eficiencia energética que han estado definiendo la minería durante la última media década más o menos —en términos del cambio hacia la automatización y el procesamiento inteligente y la electrificación, por ejemplo—, estamos bastante seguros de que, extrapolándolo con expectativas razonables, esperaríamos que la industria se alinee con la meta de 2°C.

Necesita una acción un poco más ambiciosa, específicamente en términos de uso de energías renovables, para estar seguros de poder cumplir el objetivo de 1,5°C.

BNamericas: ¿Cómo se está desempeñando la industria en Latinoamérica al respecto?

Mulligan: Nuestro análisis de los efectos locales de estos factores y tendencias sugiere que América Latina es una de las regiones que probablemente se verá más influenciada de manera inmediata por los proyectos actuales, con una reducción esperada de 21% en la intensidad de las emisiones de la electricidad usada para las faenas mineras.

Una caída extra de 11% en las emisiones debido a un cambio de tendencia en la producción hacia minas con menores emisiones y una reducción adicional de 7% en las emisiones de la red facilitarían que la región se adapte bien a los potenciales niveles de reducción de carbono en alineación con los objetivos climáticos de París.

BNamericas: ¿Qué papel juega la electrificación de las flotas vehiculares en el cumplimiento de las metas climáticas?

Mulligan: La mayor parte de los combustibles fósiles se destina a la generación de electricidad para las operaciones de explotación de oro, pero el transporte y el uso de vehículos también son clave, si bien en un porcentaje menor.

La electrificación no genera necesariamente una reducción de emisiones a menos que se esté conectado a electricidad limpia.

Si se toma en cuenta la iniciativa de innovación del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) para vehículos más limpios y seguros, se ha reunido a todos los fabricantes de equipos originales, a todas las grandes manufactureras y a las mineras, para que los vehículos mineros tiendan hacia emisiones más bajas y sean más limpios y seguros.

El compromiso está ahí, y los vehículos se están fabricando. Algunas mineras de oro fueron pioneras en esto, y es la tendencia.

Generará una reducción de las emisiones, pero no es la opción más fácil en términos de una disminución de emisiones muy sustancial, sino que es complementario y de apoyo.

BNamericas: ¿Qué impulsa la reciente ofensiva en favor de la acción climática en la minería del oro y cuál es el papel de los inversores en esto?

Mulligan: La minería solo ha estado adoptado esto durante los últimos 18 meses más o menos, pero se ha estado desarrollando desde el lado de los inversores durante algún tiempo.

Los inversores institucionales han sido impulsores clave en toda la agenda climática.

Después del Acuerdo de París, estos grandes grupos de inversores han estado definiendo expectativas y requisitos específicos.

Han declarado que definirán criterios que reformularán por completo la forma en que se seleccionan y evalúan los activos y los productos de inversión.

Eso significa que todo el panorama de la inversión está cambiando y los reguladores también están adoptando esta perspectiva, ciertamente en Europa. Ahora hay un conjunto bastante detallado de expectativas y definiciones para los mercados y productos financieros, que no solo está alineado sino expresado en términos de los objetivos del Acuerdo de París y metas de sostenibilidad más generales.

Ahora hay docenas de grupos que representan billones de dólares en activos bajo administración que están diciendo a cualquier proveedor de un activo o una inversión en la que puedan invertir o a cualquiera que busque evaluar esas inversiones que se necesita considerar el clima y divulgar los riesgos climáticos.

El entorno regulatorio mundial avanza muy rápidamente en esa dirección, lo que ha impulsado a todo líder corporativo y sectorial y a cualquiera que busque interactuar con inversores de escala. Ha cambiado la forma en que han tenido que abordar la propuesta de valor de su empresa y su producto.

Eso no solo pasa en la minería del oro, sino que en todos los sectores, pero ciertamente ha provocado que el sector minero no solo preste atención, sino que cambie su forma de pensar.